El Ejército acude al sociosanitario Hestia Palau en Barcelona para desinfectar

Dos días después de que un grupo de 15 familias denunciaran la situación del sociosanitario Hestia Palau de Barcelona a la Generalitat y al Ayuntamiento, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha desembarcado esta mañana con dos camiones y seis furgonetas para desinfectar las zonas comunes del centro, como el gimnasio y los comedores. Aunque ya ha actuado en varias residencias catalanas, es la primera vez que el ejército actúa en un sociosanitario concertado de Barcelona.

Tras una petición del centro de "hace días", el Departament de Salut decidió pedir la intervención de los militares dadas las características de las instalaciones, que tiene más de 300 plazas entre pacientes en rehabilitación, curas paliativas y ancianos que residen temporalmente. Además, Hestia Palau también ha absorbido pacientes de covid-19 procedentes del hospital de Sant Pau. La UME ha hecho una actuación en las cinco plantas del centro que apenas ha durado dos horas. Los militares que han acudido a la calle Sant Antoni Maria Claret forman parte del batallón IV con sede en Zaragoza y llevan tres semanas en Catalunya.

Sin embargo, la desinfección de zonas comunes que hace semanas que no se utilizan no es una de las prioridades que las familias expresan en su misiva dirigida al Departament de Salut, al Ayuntamiento y al propio sociosanitario. La Plataforma de Familiares Hestia Palau considera que la estrategia de concentrar en un mismo edificio a pacientes con covid-19 no graves derivados de Sant Pau y pacientes propios con patologías múltiples es una "bomba de relojería", puesto que en una misma planta conviven personas positivas, con síntomas y sanas y el aislamiento resulta casi imposible.

El colectivo denuncia las condiciones en las que se encuentran su familiares por las bajas masivas de personal y la exigüa información que reciben sobre el estado de salud de sus seres queridos. También piden a la Generalitat que intervenga para proteger tanto a los pacientes como al personal sanitario, que permita el acompañamiento a los enfermos muy graves y que haga públicas las cifras de positivos y víctimas mortales en estas instalaciones. A día de hoy, el centro se ha puesto en contacto con las familias para empezar a atender sus quejas pero las autoridades sanitarias aún no han respondido directamente a sus demandas.