Las heces de un 50% de las gaviotas de Barcelona tienen bacterias multirresistentes a antibióticos

BARCELONA GAVIOTAS

BARCELONA GAVIOTAS / ALBERT BERTRAN

ÀNGELS GALLARDO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El 50% de las gaviotas que sobrevuelan los barrios y las costas de Barcelona contienen en sus heces bacterias Escherichia coli (e-coli)multirresistentes a los antibióticos con que se tratan las infecciones bacterianas en los seres humanos. Así se demuestra en una investigación realizada entre la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y el Instituto de Salud Global (ISGlobal), en la que, por primera vez, se ha demostrado la coexistencia de dos de las enzimas -llamadas carbapenemasas- que inducen resistencia frente a los antibióticos en las bacterias e-coli. Este hallazgo plantea la posibilidad de que las aves migratorias intervengan en la propagación de genes con resistencia antibiótica entre ls personas.

"La prevalencia de bacterias e-coli multirresistentes en las heces de las gaviotas de Barcelona es mayor de la que se pensaba", afirma Jordi Vila, coordinador de la investigación y responsable del servicio de Microbiología en el Hospital Clínic, de Barcelona. Las dos cepas de enzimas halladas en estas aves, indica Vila, comparten secuencias de su genoma con otras similares detectadas en humanos de diferentes partes del mundo. "Esto subraya el papel de las gaviotas en la diseminación de genes con resistencia antibiótica", añade el microbiólogo.

AUMENTO ALARMANTE

La proporción de bacterias resistentes a más de tres antibióticos -causa de la multirresistencia- detectada en las personas ha aumentado de forma "alarmante" en las últimas décadas en occidente. Esto se debe, fundamentalmente, al uso excesivo, abusivo o inadecuado de antibióticos que realizan tanto los seres humanos como con los animales a su cuidado, que transmiten esa cualidad resistente a los fármacos al consumir su carne. Las heces de gaviotas analizadas hasta ahora en España -a las que se suman las de Barcelona- son las que contienen mayor número de e-coli resistentes entre las estudiadas en Europa.

EN LA ARENA DE PARQUES Y PLAYAS

"Vamos a investigar si existe un vínculo transmisor entre las heces de gaviota que se mezclan con la arena de las playas y parques de Barcelona, o con el agua del mar, y los ciudadanos que comparten esos ámbitos -afirma Vila-. Los niños juegan en la arena, y los bañistas descansan allí, y es posible que exista esa relación". Un segundo estudio, que preven realizar bajo el amparo de la UE, y en el que participarán investigadores de Dublin (Irlanda) y Holanda, intentará esclarecer esa relación.

Las bacterias e-coli colonizan de forma habitual el tracto intestinal de las personas, facilitando el metabolismo de algunos alimentos o la síntesis de vacunas. El riesgo infeccioso se inicia cuando esas bacterias invaden los conductos urinarios, en especial, si coinciden en ser resistentes a antibióticos. En esas circunstancias, el tratamiento antiinfeccioso se convierte en un grave problema ya que las opciones de dar con fármacos eficaces se reduce drásticamente.

CONTAMINADAS EN VERTEDEROS

A juicio del biólogo Tomás Montalvo, responsable de control zoonótico en la ASPB, la presencia de bacterias e-coli multirresistentes en las heces del gaviota argéntea que habita en Barcelona -la que han estudiado- se debe al cambio de hábitos alimentarios experimentados por las aves que anidan en esta ciudad en los últimos 20 años. "Las gaviotas siempre se habían alimentado de los restos de pescado que lanzaban las barcas al mar -explica Montalvo-. Poco a poco, fueron habituándose a comer en los vertederos de basura, unos lugares muy insalubres en los que encuentran alimentos en descomposición y restos biológicos que, muchas veces, están contaminados por bacterias e-coli multirresistentes". Montalvo sostiene que ahí se ha producido la contaminación de las gaviotas.

Barcelona es la ciudad del Mediterráneo frecuentada por una mayor cantidad de gaviotas con capacidad de crianza, afirma Montalvo, que también investiga la evolución de la cotorra de pecho gris, procedente de Argentina, que ha colonizado en Barcelonay de la que ya se han contabilizado más de 5.000 ejemplares.