Boi Ruiz minimiza el efecto de las listas de espera y afirma que son un "efecto colateral" de la crisis

En un optimista y casi triunfalista balance de los efectos que la crisis económica está teniendo en la salud de la población de Catalunya, el conseller de Salut, Boi Ruiz, ha asegurado hoy que el sistema sanitario catalán "ha resistido muy bien" los drásticos recortes presupuestarios sufridos en el último quinquenio, que cifra en el 14% en relación al del 2010, unos 1.500 millones de euros. Ruiz ha minimizado, en la presentación del informe sobre las consecuencias de la crisis, una de las peores consecuencias de esos recortes, como son las abultadas listas de personas que esperan ser operados de una dolencia diagnosticada hace meses --unos 160.000 pacientes en estos momentos (Salut no ofrece cifras actualizadas)-- y la de quienes aún no han sido diagnosticados de un malestar que los enferma, porque aguardan la prueba tecnológica complementaria que les informará de ello: 200.000 personas más.

Aunque el citado informe no las menciona, Ruiz ha indicado que esas demoras son "un efecto colateral" de los recortes, sin aportar soluciones al respecto. Paradójicamente, las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas sí forman parte, y de forma muy destacada, en el plan de choque que Junts pel Sí presentó el martes a la CUP con el objetivo de alcanzar un acuerdo de Gobierno. La propuesta de Junts pel Sí se concreta en el compromiso de reducir "el 50%" de todas las listas de espera, para lo cual la candidatura de Artur Mas ofrece aportar 270 millones de euros adicionales. Boi Ruiz ha asegurdo que esa cifra es "totalmente asumible" por parte de Salut.

En su informe sobre los efectos de la crisis, el conseller tampoco ha aludido a la alerta expresada desde los hospitales públicos, que han advertido de la imposibilidad financiera de renovar el material tecnológico utilizado para diagnosticar y tratar a los enfermos, y del riesgo que eso implica. La tecnología sanitaria no se actualiza desde hace seis años.  

SALARIOS RECORTADOS

Boi Ruiz no destacó en el citado balance de las consecuencias de la crisis --no se alude a ello-- el notable recorte que han sufrido los salarios del personal sanitario de los CAP y hospitales públicos --de un 25% en los centros del Institut Català de la Salut (ICS), y de un 20% en los concertados--, merma que ha ido acompañada de una reducción de personal en el sector que supera a los 6.000 profesionales, con un incremento de la presión asistrencial que como consecuencia de lo anterior han debido asumir médicos y enfermeras.

El análisis que la Conselleria de Salut ha realizado sobre la crisis económica indica que la salud de la población catalana "ha mejorado" en este período, que se ha incrementado la esperanza de vida, de 80 años para los hombres y de 86 para las mujeres, y que también es superior el porcentaje de personas mayores que llegan con buena salud al periodo de la vejez.

21% DE MUY POBRES

El paro y la pérdida económica que implica tienen un efecto negativo en la salud de los ciudadanos, ha reiterado nuevamente Boi Ruiz, que ha destacado la excención de abonar el copago farmacéutico concedida a 300.000 individuos en situación económica muy precaria. Salut cifra en un 21% la población catalana que en estos momentos se encuentra por debajo del umbral de la pobreza, Esas personas, ha indicado Ruiz, hacen un uso de los centros de asistencia primaria y de los servicios de urgencia de los hospitales un 25% superior al de la población económicamente mejor situada.

Como perspectiva de futuro, Boi Ruiz se ha mostrado esperanzado en que "mejore" la situción financiera de Catalunya, que sea "más justa y equitativa" y ha prometido que cuando eso suceda se incrementará el presupuesto de Salut.