Investigación médica

Can Ruti logra notables resultados con el ejercicio físico para pacientes psiquiátricos

"En la enfermedad psiquiátrica el cuerpo ha quedado absolutamente olvidado", lamenta la psiquiatra Ana Ibáñez

Los expertos reclaman extender estas prácticas en la toda la red de salud mental

Badalona 16/02/2024 Política.  Entrevista investigadora Can Ruti. AUTOR: JORDI OTIX. Hospital de Can Ruti

Badalona 16/02/2024 Política. Entrevista investigadora Can Ruti. AUTOR: JORDI OTIX. Hospital de Can Ruti / JORDI OTIX / EPC

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Parece algo obvio, pero no lo es tanto. El deporte es bueno para la salud. Y por tanto también para la salud mental. Pero en el Hospital de Can Ruti de Badalona han dado un paso más y lo han demostrado. Los pacientes con un trastorno mental grave, ingresados en el área de agudos, mejoran notablemente si aceptan hacer ejercicio físico.

"En la enfermedad psiquiátrica el cuerpo ha quedado absolutamente olvidado". No lo denuncia un paciente, o sus familiares. Lo dice Ana Ibáñez, psiquiatra y doctora especialista en medicina del deporte. Ha dedicado diez años a ambas especialidades. Y dirige un estudio en Can Ruti al respecto, con ejercicios prácticos, nunca mejor dicho. "Nos hemos centrado durante años en el cerebro y nos hemos olvidado del cuerpo", insiste.

Por suerte el interés se centra en potenciar el ejercicio físico. "La enfermedad mental no es del cerebro, sino de todo el sistema, tal como dice la teoría inflamatoria: diversas sustancias de nuestro cuerpo reaccionan para protegernos, pero el problema es cuando esta defensa produce un daño, se vuelve crónica", detalla la doctora.

El huevo o la gallina

La pregunta es si sufrimos depresión porque el cuerpo, físicamente, se altera, o al revés: es el malestar emocional el que desencadena problemas físicos. "Está interrelacionado, es muy típico en un trastorno mental severo que haya síndromes metabólicos: sedentarismo, hipertensión, diabetis, colesterol...", explica Ibáñez. Y estas alteraciones a veces son previas a la depresión. En definitiva, son avisos. De ahí la importancia notable, clave, de la prevención, en especial en jóvenes, cuyos problemas no visibles ya comienzan antes de la depresión.

¿Cómo cura el deporte?

El problema de entrada es que los pacientes no están de humor, la propia enfermedad es una barrera para animarse a hacer deporte. Las pastillas, y sus efectos secundarios, no ayudan. Y la dificultad de mantenerse activo provoca también caer en una mala alimentación o consumo de drogas. Súmese a ello el estigma: si a los ciudadanos en general nos cuesta ir al gimnasio, a alguien sufriendo un trastorno mental severo, puede sentirse observado. Especialmente en las mujeres.

Una vez rotas estas primeras murallas y el paciente hace deporte, la evidencia del trabajo deportivo de Can Ruti es que: es una de las actividades más valoradas y quieren continuar tras el ingreso hospitalario. Los beneficios son variables de bienestar emocional (seguridad, confianza, autoestima), síntomas propios de la enfermedad (como mejora de la ansiedad), así com el descanso físico y las más evidentes: mejora el peso y la movilidad y la coordinación.

En estos momentos, Can Ruti está recopilando conclusiones de su estudio desde el 2019. Y son prometedoras: se usa menos medicación extra (la llamada 'pastilla de rescate' ante una crisis), hay menos autolesiones, menos agresividad y las contenciones mecánicas (atar al paciente descompensado) son anecdóticas.

"Resultados: menos medicación extra, menos autolesiones, menos agresividad"

Ana Ibáñez

— Psiquiatra y doctora especialista en medicina del deporte

También en casos de anorexia

También se ha aplicado a las anorexias, cuyo tratamiento era el del reposo total porque la patología era de hiperactividad para adelgazar. Ahora, en cambio, comparando casos de TCA en personas deportistas y no deportistas, ven que las que hacen deporte tienen menos patología y mejor relación con su cuerpo. "Sesiones de actividades físicas y de psicoeducación para explicar la situación, hace que la persona mejore su situación depresiva y mejora su masa muscular y eso mejora la densidad ósea", detalla Ibáñez. Y el resultado final es sorprendente: las personas con anorexia que usaban el ejercicio de forma patológica, lo reducen; las que no practicaban deporte, inician estas rutinas. Conclusión: más adherencia al tratamiento.

Otras evidencias

No es un resultado aislado. La revista psiquiatria.com cita recientes análisis de diversos estudios concluyen que "la actividad física puede ser tan beneficiosa como la psicoterapia y los medicamentos para tratar la depresión". Hablamos de casos no severos. En concreto se analizaron 218 ensayos sobre 14.170 pacientes con depresión, comparando actividades como caminar, correr o el yoga, frente a terapias clásicas o medicamentos, o la combinación de ambos. Esta es una palanca más para reclamar, como hace Ibáñez, que el ejercicio físico forme parte de la terapia contra la depresión.

Can Ruti ha contratado a un educador físico especialista en estas patologías, además de un rehabilitador también especializado en salud mental. Integrados en las decisiones tereapéuticas. Algo que, parece mentira, es hoy por hoy una excepción. De ahí que Ana Ibáñez reclame prescriptores de actividad física en todas las unidades de salud mental en los hospitales, y hacer más estudios comparativos y por cada una de las patologías.

Cuando hablo con los pacientes me dicen que el ejercicio se lo ha cambiado todo

Ana Ibañez

— psiquiatra y doctora especialista en medicina del deporte

Personalizar sirve para prescribir mejor el tratamiento idóneo para cada mujer y para cada hombre ingresado. El objetivo no es otro que el de reducir el grave dolor que provocan este tipo de patologías mentales. "Cuando hablo con los pacientes me dicen que el ejercicio se lo ha cambiado todo, como el caos de pacientes con trastorno bipolar que ingresaban dos veces al año, que empezaban el ejercicio y que dejaban de hacer ingresos hospitalarios y estabilizarse". Ibáñez, por cierto, ha sido una gran deportista..."pero al ser madre se me fue todo a hacer puñetas, pero lo voy a retomar" [ríe].

¿Qué ejercicio me conviene para mi salud mental?

  1. Antes de empezar, debe valorarse mi estado de salud física, los medicamentos que tomo y qué actividad física me gusta más. También tengo que ver qué acceso tengo a un gimnasio o a un deporte.
  2. Es preferible el deporte en grupo y al aire libre. Por iniciativa propia, es posible que me cueste. En casos de ingreso hospitalario, un especialista en deporte es la figura ideal para motivarme.
  3. El tipo de actividad concreta dependerá de mi trastorno y edad. Siempre se trabajará la flexibilidad, el equilibrio, resistencia y fuerza en función de cada caso concreto.
  4. Si tengo un trastorno de depresión psicótica grave y soy mayor de 65 años se priorizará el equilibrio y la coordinación. Sin dejar de lado la fuerza y la resistencia (ejercicio aeróbico).
  5. Si soy jóven y es la primera vez que tengo un problema mental grave, me irá mejor la resistencia aeróbica y la fuerza.
  6. Si sufro anorexia, me irá mejor los ejercicios de elasticidad, equilibrio y no tanto ejercició aeróbico.