Alojamientos de montaña

Dos hoteles para disfrutar al máximo del invierno en Andorra

El Andorra Park Hotel es la base ideal para exprimir todas las posibilidades de una visita al 'país dels Pirineus', del esquí a las compras, pasando por la cultura y la gastronomía

L’Ovella Negra Mountain Lodge está situado en plena montaña y, con el paisaje nevado, solamente se puede acceder a él a bordo de una máquina pisanieves

Vista del Andorra Park Hotel, todo un referente del lujo de montaña

Vista del Andorra Park Hotel, todo un referente del lujo de montaña

Xavi Datzira

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El invierno debe disfrutarse como es debido, en plena montaña. El Andorra Park Hotel es la base ideal para pasar una jornada en las pistas de esquí del país dels Pirineus y también para disfrutar de otras actividades invernales, como un paseo en trineo con perros nórdicos por caminos y bosques de gran belleza, paseos en moto de nieve, con raquetas… e incluso en helicóptero.  

Asimismo, la ubicación privilegiada del hotel junto a Andorra La Vella, capital del Principado, otorga el acceso más cómodo a todo aquel que desee conocer las propuestas culturales, comerciales y gastronómicas de la ciudad, ya sea una visita al museo Carmen Thyssen o una tarde de compras. Además, el alojamiento cinco estrellas andorrano propone el mejor cierre para la jornada: su zona 'wellness', donde es posible optar por masajes con productos de la firma de cosmética natural inglesa The Organic Pharmacy, o relajarse con un baño en su zona de aguas con increíbles vistas a la montaña. 

Referente turístico

El Andorra Park Hotel fue fundado en 1957 por Bartomeu Rebés, abuelo de la actual propietaria y Directora General, Neus Viu Rebés quien, junto al director del hotel, Marc Garcia, han puesto al día y adecuado todos y cada uno de los aspectos del establecimiento, convirtiéndolo en referente indispensable del lujo y del bienestar en Andorra.  

Rodeado de 15.000 metros cuadrados de jardines, el hotel cuenta con distintas categorías de suite, además de dúplex, todas ellas con terraza privada, gran amplitud, mucha luz natural e increíbles vistas del entorno y los Pirineos andorranos. Cada una de las estancias ofrece las máximas comodidades y, a ellas, se suman la zona de bienestar y piscina (interior y exterior), además del gimnasio, sala de yoga, pistas de pádel y distintos espacios de reuniones. Todo ello para mantener el espíritu de sus orígenes: la vocación de ser un hotel de lujo para una clientela selecta. 

La propuesta de restauración de Andorra Park Hotel –otro de sus grandes atractivos– se concreta en La Pérgola, donde el jefe de cocina, Marc Mora, presenta una oferta gastronómica que reinterpreta la tradición culinaria andorrana de forma creativa y con propuestas basadas en la calidad de los productos de temporada, tanto de Andorra como de España y Francia. Para acompañar, la bodega del hotel a cargo de su sumiller y jefe de sala Ramón Cabiscol reúne más de 300 referencias de Andorra, Francia, España y otras regiones vinícolas.

Otra prueba de que se cuidan al máximo todos los detalles es que el hotel ha incorporado al reputado repostero francés Patrice Bernard como responsable del área más dulce de la cocina. Bernard pasa de esta forma a integrarse en el equipo de trabajo de Andorra Park Hotel tras numerosos años al frente del Taller Gormand, su propio establecimiento en la localidad de Escaldes-Engordany. Una oportunidad de oro para disfrutar de su enorme habilidad con el chocolate y muchas otras recetas de alta respostería.

L'Ovella Negra, la montaña más auténtica

L'Ovella Negra, un 'lodge' en plena montaña andorrana.

L'Ovella Negra, un 'lodge' en plena montaña andorrana. / Archivo

Como si fuera una cabaña perdida en plena montaña, pero con todas las comodidades y una decoración exquisita. Así es L’Ovella Negra Mountain Lodge, situado en la Vall d’Incles, en el norte de Andorra. Allí se encuentra este alojamiento para 12 personas, que consta de dos habitaciones dobles y dos cuádruples, que se puede reservar tanto entero como por habitación. 

Un lugar donde disfrutar de la soledad y la pureza que ofrece la montaña andorrana. Tanto es así que, en invierno, el acceso por carretera queda cerrado y solo se puede llegar al lodge a bordo de una máquina retrac (que se usa para acondicionar las pistas de esquí). Una vez allí, los huéspedes pueden optar por una estancia relajada frente a la chimenea o todo lo contrario: paseo en raquetas con barbacoa al aire libre, esquí de montaña, heliesquí o, por supuesto, una jornada de esquí o snowboard en la cercana estación de Grandvalira. Aunque el mejor plan es combinar un poco de todo.