Testimonios en primera persona

La saturación del bus A1 enfada al Vallès: "Vamos como sardinas hacia Barcelona"

Vecinos de Sabadell y Barberà critican la falta de frecuencia de la línea, una alternativa a la Renfe para ir a Barcelona

El Vallès, epicentro de la convivencia Rodalies-FGC: "Preferiría pagar pero tener un buen servicio"

Toñi Bellido, Maria Victoria Parcos y Abdel Bourgin

Toñi Bellido, Maria Victoria Parcos y Abdel Bourgin / ZOWY VOETEN

Clàudia Mas

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Poco antes de que suenen las campanas de las 7:00 h, vecinos de Sabadell y Barberà del Vallès esperan diariamente el bus A1 para ir hacia Barcelona en las paradas de ambas ciudades. Lo hacen de forma cívica y ordenada en largas colas que oscilan entre unas 30-50 personas y con la incertidumbre de no estar del todo convencidos de si podrán subir al autobús y llegar puntuales a su destino, una situación generada por el gran volumen de gente que utiliza este transporte público y que lo llega a saturar.

La mayoría de los pasajeros lo utilizan a primera hora para ir a trabajar. "Es desesperante. Hoy creo que lo cogeré. Pero me atrevería a decir que un día logro cogerlo y al otro no", explica Iván García (27 años). Se trata de un sentir mayoritario en las opiniones recabadas por EL PERIÓDICO entre los usuarios que usan este servicio entre semana y que "están quemados de esta situación", argumentan muchos de ellos.

"¡Es un transporte público! Es injusto que no podamos subir. ¿Qué hacemos?", reivindica García. El joven explica que ya va con tiempo al trabajo y que, cuando pierde el bus, tiene dos opciones: o esperar al siguiente o intentarlo con la línea 4 de Rodalies, "que también funciona con retrasos, además de que va a abarrotada de gente y me queda mucho más lejos".

Fotos de las colas que se forman esperando al autobus A1 que atraviesa todo Sabadell y Barberà del Vallès hasta Barcelona. FOTO de ZOWY VOETEN

Fotos de las colas que se forman esperando al autobus A1 que atraviesa todo Sabadell y Barberà del Vallès hasta Barcelona. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

Toñi Bellido (48 años) es la primera persona de la larga cola formada en la plaza d'Ausias March, justo en la frontera entre Barberà y Sabadell. Desde las 6:30 h de la mañana espera para coger el autobús que pasará a las 7:00 h: "No lo puedo perder, voy al trabajo y me tengo que asegurar de que llego puntual. Estoy en la parada 30 minutos antes de que pase para entrar sea como sea. Es horrible", explica Bellido.

A su lado aguarda Abdel Bourgin (52 años), quien especifica que ha cambiado de parada porque únicamente de esta forma (y llegando también unos 25 minutos antes) se asegura que podrá subir: "Hasta hace pocos meses lo cogía en la parada de más abajo, pero el bus ya iba demasiado lleno y no podía subir casi nunca o estaba de pie de malas formas sin ningún tipo de seguridad", señala. Y añade: "Cuando más al sur de Barberà lo coges, peor es".

El autobús, que pasa en una frecuencia de 30 minutos, atraviesa Sabadell desde el norte (Lles parada) hasta el sur de Barberà (Ctra. De Barcelona/C. Marie Curie) hasta llegar a Barcelona, en las paradas de Meridiana y Fabra i Puig. En su recorrido hace un total de 16 paradas, 10 en Sabadell, cuatro en Barberà y dos en Barcelona.

Como excepción, a las 7:00 h pasan tres vehículos seguidos para dar cabida a la alta demanda. Sergio Ortega (29 años) lo utiliza prácticamente cada día a primera hora de la mañana. Explica que en la parada que lo coge, en Barberà, ya al final de su recorrido, el primer bus que pasa siempre está fuera de servicio debido al colapso de usuarios.

El segundo tiene capacidad para unas cinco o seis personas, "pero de pie y justo al lado del conductor, un auténtico peligro", detalla, y el tercero tiene capacidad para el resto. "Eso sí, de pie y apretados como sardinas, ¡horrible!", reclama. En la misma situación se encuentran Maria Victoria Parcos (25 años) y Sara de la Cruz (29 años), quien tilda el servicio de una "batalla constante para coger sitio, poder entrar y llegar bien de tiempo al trabajo".

Largas colas que se forman esperando al autobus A1 que atraviesa Sabadell y Barberà del Vallès hasta Barcelona. FOTO de ZOWY VOETEN

Largas colas que se forman esperando al autobus A1 que atraviesa Sabadell y Barberà del Vallès hasta Barcelona. FOTO de ZOWY VOETEN / ZOWY VOETEN

Reclamaciones a la Generalitat

"Con la cantidad de gente que nos hemos quejado al Ayuntamiento, ¿cómo puede ser que no se haya mejorado el servicio?", se pregunta Iván, que de forma contundente dice "que es un tema que afecta a mucha gente y que las administraciones no tienen en cuenta esta problemática".

Preguntados por este diario, los consistorios de Sabadell y de Barberà del Vallès explican que han contactado con la Generalitat de Catalunya a través de una carta.

"Hace meses que la Generalitat conoce esta situación, que afecta a cientos de personas cada día, y no entendemos que no busque soluciones. Se pide a la ciudadanía que utilice el transporte público, pero en este caso no se están dando alternativas a la saturación de las líneas interurbanas", especifica la teniente de Alcaldía de Espacio Urbano de Sabadell, Mar Molina (PSC).

Por su parte, el pasado 6 de febrero, el alcalde de Barberà del Vallès, Xavier Garcés (PSC), también solicitó al Govern de la Generalitat "mejorar la capacidad y la frecuencia del servicio de autobuses interurbanos", y "proponía una revisión de la programación de los autobuses y acciones concretas para abordar la situación". A cierre de este reportaje, el Departament de Territori de la Generalitat de Catalunya no ha contestado a las consultas de este diario.

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