Sabadell crea una campaña contra el incivismo después de gastar más de 300.000 euros anuales en gamberradas

El Ayuntamiento de Sabadell ha impulsado una nueva campaña para combatir el incivismo después de detectar que cada año el consistorio invierte más de 300.000 euros en reparar los desperfectos que causan las gamberradas en el Espacio Público de la ciudad.

Según los responsables municipales, anualmente el gobierno local destina 11.700 euros a arreglar papeleras y bancos rotos, 270.000 euros en reponer contenedores quemados, 9.000 euros a restaurar zonas ajardinadas y 15.000 euros a renovar juegos infantiles, entre otros.

Ante esto, una cuarentena de alumnos de la Escuela Illa se han encargado de diseñar la imagen de la campaña que tiene por lema ‘Sabadell, de ella, tuya, nuestra’ y que se difundirá a través de los mupis municipales. La iniciativa también cuenta con contenidos audiovisuales que se colgarán en las redes sociales municipales.

“El incivismo es uno de los principales retos de la ciudad”. Así de contundente se ha mostrado el primer teniente de alcalde, Joan Carles Berlanga, que ha explicado que la campaña nace con el objetivo de incrementar el “sentimiento de pertenencia” y concienciar a los habitantes de la ciudad.

“Hay ámbitos en los que debemos tomar conciencia”, asegura Berlanga, que apuesta por “tejer alianzas con la ciudadanía”. Así mismo afirma que la medida no responde a ningún hecho concreto, sino a “un anhelo de avanzar hacia una ciudad europea, moderna y cívica” y de dar voz “a la indignación que tiene una parte de la ciudadanía”.

Por su parte, el concejal de Espacio Público, Xavier Guerrero, ha apuntado que aparte del mobiliario, contenedores y otros elementos públicos que resulten afectados a causa de estas conductas incívicas, hay un “capítulo aparte que hace referencia a los propietarios de los perros que no cumplen con sus obligaciones y no recogen excrementos o llevan a los animales de razas potencialmente peligrosas desatados”.

También ha alertado que hay actos vandálicos reiterados en algunos equipamientos municipales como es el caso del ascensor de la Biblioteca de Can Puiggener.

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