Uno de los 10 mejores ‘escape rooms’ del mundo está en Terrassa

No hace ni tres meses que abrió y ya está en el top 10 mundial. La Taberna, se llama. Este nuevo 'escape room' de Terrassa es la 9º mejor sala del mundo y la número 1 de España, según los Oscar de los ‘escape rooms’, los premios Terpeca. ¿Que qué tiene de especial? “Lo más impresionante es lo que hay dentro”, sonríe con suspense uno de los socios, Ricardo Infantes. El secretismo no les duró ni una semana. “Todo el mundo lo dice –se encoge de hombros con resignación-. Hay un barco”.  

Ricardo Infantes es uno de los socios de The City Escape Room. Acumulan ya una veintena de salas por Catalunya y Madrid. La Taberna, apunta, es su nuevo “buque insignia”. Está en Terrassa (calle Llobregat 4B, Local 11), a media hora de Barcelona. Es un 'escape room' con espectacularidad de parque temático. Se juega en una nave industrial de más de 200 metros cuadrados y 14 metros de altura. “Te da mucho juego para subir, bajar, tirarte…”. Da pocas pistas más. "Lo que pasa en La Taberna –dicen en plan Las Vegas- se queda en La Taberna”. El socio solo desvela lo que ya corre inevitablemente de boca en boca: que es una aventura pirata con algún guiño a ‘Piratas del Caribe’ y que te encuentras hasta ¡un barco! “Pero no te vas a imaginar lo que es hasta que lo veas –asegura Ricardo-. Y hay muchísimas más sorpresas. La gente cuando ve el barco no se cree lo que le queda por ver”.

“La ambientación es una pasada”, dan fe Eulalia Pujades y Josep Brull. Saben de lo que hablan: ellos han salvado el mundo más veces que Bruce Willis en toda la saga de 'La jungla de cristal'. Son veteranos 'escape masters'. Dos maestros del escape. Die Helden, se bautizaron hace 10 años. Significa los héroes en alemán. ¿Su heroicidad? Haber escapado de casi ¡1.500! ‘escape rooms’, incluida La Taberna. 

“Las pruebas –Die Helden completa su veredicto- están muy bien integradas y también hay algo de ‘acting’, que hace el juego ameno, y un toque de tensión, que siempre ayuda a subir la adrenalina”. En total, son 2 horas de aventura pirata. Como ir al cine, pero de prota. Hace años que lo de menos es conseguir escaparse de una habitación. Lo que cuenta ahora, asiente Ricardo, es “la experiencia”. Es el nuevo estribillo del ocio. Un objetivo ya al alcance de cualquiera: “Vivir una película”.