QUÉ HACER HOY EN BARCELONA
La vigencia del teatro del absurdo de Ionesco
El Almería Teatre recupera 'Deliri a dos', sobre dos personajes confinados
Eduardo de Vicente
Periodista
El escritor franco-rumano Eugene Ionesco destacó por sus piezas teatrales en las que jugaba con la lógica por medio de textos burlescos con los que intentaba reflejar la soledad humana y retratar con un punto de humor el caos de este mundo por los que fue considerado, junto a Samuel Beckett, como el padre del absurdo. Ninguna palabra podría ajustarse mejor a la situación que estamos viviendo estos últimos meses. En su obra destacan títulos como La cantante calva, El rinoceronte o El rey se muere y, ahora, el Almería Teatre rescata uno de sus trabajos más premonitorios, Deliri a dos, a cargo de la compañía Bojum dirigida por Montse Bonet.
Cuando entramos en la sala, vislumbramos los cuerpos en movimiento de los dos protagonistas escondidos bajo las sábanas de un colchón y solo vemos sus piernas. En el decorado hay igualmente unas plantas y destaca a mano derecha una escalera metálica coronada por un marco que hará las funciones de ventana. Los protagonistas no tienen nombre son Él (Òscar Intente) y Ella (Montse Puga).
Discusiones irónicas de pareja
Pronto descubrimos que ambos abandonaron a sus respectivas parejas muchos años atrás pero están insatisfechos con su vida. Sus diferencias de criterio son ejemplificadas con una extraña teoría que Ella mantiene según la cual el caracol y la tortuga son el mismo animal y asegura que ellos nunca se ponen de acuerdo, ni siquiera tienen frío o calor a la vez. Reflexionan sobre el presunto fracaso de su matrimonio y se reprochan cosas, pero siempre con un punto de ironía, esto no es un drama de Bergman.
Su discusión se detiene cuando empiezan a escuchar las bombas que suenan en el exterior. Él mira por la ventana para investigar lo que está ocurriendo, fuera hay una guerra y se está dirimiendo quién será el vencedor. Vuelven a sí mismos para elucubrar sobre lo que podrían haber sido sus vidas si hubieran escogido otro camino y evocan unas experiencias que nunca vivieron. El conflicto en la calle se recrudece e incluso sus vecinos reciben una misteriosa visita.
Atrapados y confinados
No saben si quedarse o huir pero una fuerza invisible les impide salir de allí, como si estuvieran en El ángel exterminador de Buñuel. Enrollan el colchón, bailan y discuten sobre lo que es un muñeco que ha aparecido como por arte de magia. Sentados en el suelo y protegidos bajo la manta rememoran su infancia mientras la batalla llega a su fin y concluyen que todo el mundo está inmovilizado. Antes por la guerra y ahora están de fiesta porque se ha declarado la paz…
Es un texto complejo, fiel a la intención de Ionesco que, en tan solo una hora, plantea múltiples dilemas, desnuda a sus personajes, muestra sus miedos pero también su incapacidad de hacerles frente, con dos actores entregados a la causa en cuerpo y alma, una escenografía precisa y que juega también con la sugestión del sonido. Una pieza arriesgada y tan intemporal que resulta actual (son dos personajes confinados) y ofrece la posibilidad al espectador de leer entre líneas y sacar sus propias conclusiones. En ese sentido no estaría nada mal organizar un fórum posterior a la función para debatir puntos de vista. ¿Absurdo? Sí, pero también mucho más real de lo que aparenta. Un delirio con mucho sentido.
- Manolo García: “De estas elecciones me ha gustado que, de cada dos catalanes, uno no ha ido a votar”
- Esto es lo que más mira Hacienda este año de tu declaración de la renta
- En estas localidades de Catalunya también es festivo este lunes, día de la Segunda Pascua
- El agujero de la orientación escolar: 'Me costó mucho encontrar apoyo para hacer FP; como mis notas no eran malas creían que era una pérdida de talento
- Estos mutualistas se quedan sin recuperar su dinero de la renta
- La palabra catalana de tres letras para despedirse que debería usarse en toda España
- Xavi decepciona a Laporta, que planea su despido inmediato
- Tres históricos dejan el nuevo Balcón Gastronómico del Port Olímpic de Barcelona y llega el primer relevo