Los donuts más deliciosos de Barcelona

De la gran familia de los fritos, pocos levantan tantas pasiones como el eterno donut, una silueta tan perfecta y elegante que no ha necesitado evolucionar desde sus orígenes. Desayuno, merienda, postre o simple capricho, el dónut es el mejor amigo del hombre con permiso del perro. Te lo da todo y no pide nada. Si está hecho con ingredientes de calidad, consigue reducir tus índices de mala baba a cada mordisco. 

Es una sensación que siempre me embarga cuando me dejo tentar por La Donuteria (Parlament, 20). Fue de las primeras en apostar por el dónut gourmet (abierta desde 2013) y sigue teniendo los especímenes más deliciosos de Barcelona. Los donuts se elaboran a diario, la lista de sabores cambia cada jornada, y presentan una masa fermentada de mucha calidad: siempre están en el punto perfecto de frescura. Las combinaciones de ingredientes son muy locas, y los baños y toppings están para chuparse los dedos. Por cierto, también tienen lustrosas berlinas para los más glotones.  

En Demasié, el emporio del roll, se apuesta muy fuerte por una versión hardcore de la berlina. La llaman Bomba y su nombre no es gratuito. Estos orbes fritos y rellenos de fantasía causan furor entre la clientela, que los inmortaliza en sus cuentas de Instagram como si fueran apariciones marianas. La Bomba más solicitada es la de Nutella, un explosivo de largo alcance que arrasa con todo con sus esquirlas de cacao y avellana. Hay otros sabores aptos para la guerra de guerrillas hipercalórica: mascarpone y frambuesa (otro de los hits de la factoría), pistacho, galleta Lotus, limón, dulce de leche… Ni el más imperturbable de los artificieros podría resistirse a estos fritos de relojería.  (Diputació, 207/ Santa Maria Del Mar, 7/ Rambla del Poblenou, 67/ Pau Casals, 8/ Bonsuccès, 2).

Si buscas donut artesanos con plus vegano, tus plegarias serán atendidas en Areca Bakery (Torrent de l’Olla, 90 / Aribau, 91). Sus dónuts 100% veganos, frescos del día, juegan en las grandes ligas. En sus propuestas de marzo, destaca el donut de café y chocolate, con un glaseado de café de especialidad. De mi última visita, todavía recuerdo con cara de tonto la berlina de crema catalana: se come con los ojos en blanco.

Y en terreno vegano, destaca también el proyecto Bungnuts (Santa Eugènia, 16). En esta pequeña tienda de Gràcia se venden unos dónuts y berlinas morrocotudas, fabricadas a diario con masas de muchos kilates y altísimas dosis de amor. El resultado son unas creaciones espectaculares con Oreo, pistacho o mango. Cada día, una nueva historia de amor en las vitrinas de esta burbuja de la dicha.