¿Frío yo? ¡ Nunca!

Platos calientes con los que sobrellevar el invierno en Barcelona

Aquí encontrarás escudellas de Champions League, sesiones gastro de terapia gallega y todas las calorías que demanda tu organismo para entrar en calor

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Bandeja con el cocido gallego del restaurante Agarimo.

Bandeja con el cocido gallego del restaurante Agarimo. / Òscar Gómez

Òscar Broc

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Escudella de verdad para consumir en la calle, en el parque, en la oficina, donde te dé la gana. Eso es lo que propone el cocinero y empresario Jordi Vilà. En sus establecimientos de comida para llevar Va De Cuina (Major de Sarrià, 130 / Comte Borrell, 54), podrás hacerte con una de sus escudellas individuales de consumición inminente, uno de los 'hits' de esta Navidad. No llevan aditivos, responden a una preparación larga y concienzuda, y superan con creces la prueba del sabor. Vilà ha adaptado el formato -el tamaño de las piezas de carne- para que puedas consumirlo fácilmente en la rúe. Con la Escudella Street no solo te calentarás los adentros, sino que contribuirás a la lucha contra el virus del ramen. Además, la escudella callejera se viene con recipiente y cuchara compostables: angustia climática controlada. 

Si prefieres una inmersión profunda en las turbulentos caldos de una escudella señorial y te has conseguido reservar la tarde para pegarte una siesta elefantiásica, en Topik (València, 199) te espera una escudella de Champions League. En su olla, un baile lento de ternera, morro, oreja, pies de cerdo, pilota, pollo, butifarra, hueso de jamón (sin pasarse) y de ternera, verduras, manteca y más ingredientes que terminan en tu mesa, presentados como manda la tradición, con el toque de calidad de Adelf Morales, un cocinero que siempre echa toda la carne en el asador, en este caso en el puchero. 

Si no consigues sacarte el frío de detrás de las orejas, seguramente necesitas una sesión de terapia gallega en Agarimo (Roger de Flor, 102), una casa de comidas que nutre a los currelas de la zona con un menú del día a 14 euros de lo más recomendable (y reconfortante). Bordan el cocido gallego, una monstruosidad con una de las mejores relaciones calidad-precio de Barcelona. Atención: solo lo preparan los sábados. Entre semana siempre encontrarás calorcito en el mencionado menú. El día que lo visito, hay un caldo de galets sanador, garbanzos a la catalana, fideuà y albóndigas en salsa, entre otras lindezas. Un respeto para esta santa parroquia que tantas hipotermias ha curado. 

Si buscas calentura de la buena, dirígete al centro comercial de La Farga de L’Hospitalet. Las comodidades brillan por su ausencia, pero en la planta de restauración encontrarás El Sazón de Isabel, una taquería mexicana auténtica que te cuidará con sus antojitos y sus caldos hipervitaminados. En casa de Isabel encontrarás caldo de birria, con su ternera cocinada a fuego lento y especias a cascoporro, y un buen puchero de pozole, con su carne de cerdo y todos los complementos, para que que no te falte ni una sola de esas calorías que demanda tu organismo.