Las mejores hamburguesas de autor de Barcelona

Si el médico te ha dicho que, para seguir respirando, debes convertir la verdura hervida en tu mejor amiga, huye de Barcelona cuanto antes. La ciudad nunca había gozado de una oferta de hamburguesas de autor tan abundante y atractiva. Carnes maduradas de vaca vieja, ternera kilómetro cero, salsas y encurtidos caseros, panecillos fabricados a medida para cada casa… La locura es real: estamos en plena bonanza hamburguesera y ni tú ni nadie, nadie podrá cambiarlo. Los siguientes restaurantes han dejado el listón por las nubes y han conseguido que la comida rápida sea también comida de lujo. Los hay que se han acostumbrado a vivir con colas kilométricas. Así que olvídate del Burger King; estos son los auténticos kings del burger. Y dile al endocrino que cancelas la cita de hoy.

1. La reina roja

Simply the best

Sobre el papel, no es una hamburguesería, es un bar de bocadillos gurmet. En mi cabeza, tampoco es una hamburguesería, es el cielo. Torpedo es una idea de Rafa Peña (Gresca) que ha triunfado cosa mala: entrantes, bocatas y vinos de una calidad suprema, en un bar para comer rápido y bien. Son muchas las variables que influyen en su éxito, pero hay un elemento que brilla con la intensidad de una supernova cárnica: el burger de la casa. Seré breve: es la mejor hamburguesa que he comido en mi miserable vida. Y cuatro años después de su nacimiento, me sigue pareciendo un milagro. Los discos de vaca madurada se deshacen al punto menos, en rojo, como tiene que ser; los quesos fundidos y las salsas te embadurnan los dedos de felicidad; los pepinillos no son unos meros espectadores; y el pan de brioche es una nube de dulzor mesurado que le cede todo el protagonismo al intenso sabor de la carne. Hay ultras que les engullen a pares; la droga es mala. / Aribau, 143. bartorpedo.com

2. Barceloneta al punto

Santa 'burger'

Las hamburguesas cósmicas de La Sagrada sobrevuelan la Barceloneta como si fueran ovnis llegados de una galaxia muy, muy lejana. Merecen estar en el top 5 de Barcelona. Ingredientes de calidad, presentaciones pornográficas, chorreos de salsa que parecen cataratas y a vivir que son dos burgers. Abro fuego con unos tequeños de maíz deliciosos y la Bacon Cheese Love, una artefacto perfecto, untuoso, con sabor a brasa, punto clavado, brioche adictivo, bacon fino y acristalado: ñam. Remato con la 'smash' de la casa, con tres discos de ternera, mayonesa de tomates deshidratados, cheddar, mermelada de bacon, pan de brioche y, ¡oh!, una inyección rebosante de queso por si quieres inocularle al bicho una dosis extra de felicidad. La mejor vacuna que existe, vive Dios. / Sant Carles, 11. Instagram: @lasagrada_bcn

3. Ahumado y hundido

En tu brasa o en la mía

Estás en el camino del exceso, como decían Héroes del Silencio. En Asado no se andan con pamplinas, no les va la contención, lo quieren todo y lo quieren ahora, como Freddie Mercury. Sus hamburguesas son imperiales, instagrameables hasta el tuétano, sabrosísimas, y su aura ahumada (magnífico trabajo en las brasas) las convierte en poco menos que apariciones marianas surgidas del carbón. Utilizan carne de vaca vieja ecológica y madurada de una calidad excepcional, y los ingredientes extra no le van a la zaga. La New York llega con unos cachos de pastrami ahumadísimo solo para mayores de 18 años. La Don se deja querer también por una capa de carne mechada ahumada. Y en la Asado llueve el chimichurri como si estuvieras en época de monzones. Paraguas y babero imprescindibles. / Pasaje de Lluís Pellicer, 12. www.asadobarcelona.com

4. De calle

Fast pero good

Llego a Acero Street Flavors y veo grupillos de gente devorando hamburguesas en la misma calle. El local es minúsculo y muchos clientes prefieren llevarse el botín a la intemperie. Es lo más parecido a un foodtruck sin serlo, es decir, esto es fast food en el sentido más literal, pero la calidad del producto es inversamente proporcional a la confortabilidad del espacio. Con unos discos imperiales de ternera kilómetro cero, un pan de brioche golosísimo y toda suerte de ingredientes caseros, las piezas que salen del puente de mando son tan adictivas que se devoran con ansia canina. La burger de kimchi contentará a los más aventureros. La smash burger Oklahoma, para los más clásicos. La colosal trufada, para los sibaritas. Y la Acero Deluxe –con dos hamburguesas de 150 gramos– está dedicada a los glotones. Nunca fallan.  / Espaseria, 10. Instagram: @acero_street_flavors

5. Locura en el Born

Simple minds

Hace honor a su nombre: en una exhalación te ponen una de las burgers más simples y gloriosas de Ciutat Vella. Las colas de peregrinos no dejan lugar a la duda. En Fast Eddie’s han encontrado una fórmula perfecta que atrae, principalmente, a un público joven, necesitado de calorías de calidad. La carta es más breve que el currículum de Froilán, pero es tan intensa como la vida nocturna del nietísimo. Pan de brioche de calidad, smash burgers de carne madurada de intensidad media, pepinillos caseros, un pelín de cebolla y salsas. Se acabó. No necesitan más reclamos para desatar la locura entre sus fieles, que aceptan las incomodidades del local –pequeño, estrecho, movido, con vasos de cartón– sin chistar, con la boca siempre llena y las zarpas chorreantes. Su hamburguesa de pollo frito también es divina y las patatas siempre cumplen con creces como actrices secundarias. Te comerías hasta el papel que envuelve la mandanga.  / Carders, 6. Instagram: @fasteddiesfood

6. Siempre 'smash'

Dos bocados

En materia de smash burgers, pocos pueden toserle a Hideout, una escudería exitosa y fiable que ha perfeccionado el arte de machacar bolas cárnicas hasta alcanzar el nirvana. Presumen de ser el primer restaurante que apostó seriamente por este tipo de burgers y aseguran que todo lo que entra por esa boquita es casero. Mi favorita es la burger de la casa, con dos imponentes lonchas de bacon, dos discos de carne jugosa al punto, unos pepinillos que son gloria bendita y un combo de salsas y queso amarillento que remata la faena como es debido. Cuando quiero una noche de excesos y autodestrucción de calidad, mi opción es la Say Cheese, con una catarata incontenible de salsa de queso fundido y una lluvia de meteoritos de bacon supercrujiente. / Consell de Cent, 242/ Diagonal, 121. hideout-burger.com

7. Cerdo a la izquierda

Palabras mayores

Veteranía, oficio y respeto. En La Porca se toman muy en serio el arte de hacer hamburguesas. Tanta dedicación y curro da sus frutos, no en balde es uno de los restaurantes más reconocidos y queridos por los sibaritas de este bocadillo universal. En La Porca no dejan nada al azar, cuidan el producto en todos sus flancos, sabes que esa doble cheeseburger con bacon cruzará tu organismo como una bendición. Mención aparte merecen los entrantes, porque sus bravas con regalito porcino son una locura y las croquetas de carrillera al vino tinto merecen un Oscar. Por cierto, tienen una smash burger de cerdo Ral de Avinyó, ¿acaso pensabas que el nombre del local era gratuito? La mejor hamburguesería de Poble Sec. / Mata, 16. www.laporca.com

8. Burgers japoneses

Wagyu para todos

Una hamburguesería japonesa es posible. Los creadores del magnífico restaurante Mako han apostado por una fórmula que combina la estética de una barra nipona y el espíritu fast food de una hamburguesería. El resultado es una carta innovadora, repleta de experimentos como el unagi burger, con anguila, o el wasabi beef burger, con doble 'smash' de ternera, lechuga y salsa de wasabi y kizame. Evidentemente, su producto más icónico son las burgers con carne de wagyu, a precios bastante razonables, dicho sea de paso. En los acompañamientos, no solo de patatas vive el japonés, y cuentan con edamame al vapor, ensalada de encurtidos o pollo frito a la japonesa. ¿De postre? Repite conmigo: mo-chi. / Riera de Cassoles, 34. kemakobcn.com

9. Amor aplastado

Bueno y barato

Mi pareja lo tiene claro: cuando quiere comer una burger a domicilio, solo tiene un nombre en la cabeza: Smash House. He aquí un santuario de las burgers aplastadas en la plancha, una casa que apuesta por la sencillez y demuestra que precios ajustados y calidad no son conceptos antagónicos. La smash house es quizás su obra más representativa y una declaración de intenciones, menos a veces es más. La combinación de salsa de la casa (deliciosa) y reducción de bacon y cebolla es música celestial a precio terrenal. Y la smash truffle es una sobrada con queso gruyere, setas, chalota crujiente y salsa holandesa trufada, y te costará menos que un cubata. El concepto «te saca de un apuro» llevado a otro nivel. / Taquígraf Garriga, 5. Instagram: @smashhouseburgers

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