un ingrediente de montaña
La hora de las setas
La llegada del otoño llena los restaurantes de platos y menús con hongos
«A la gente le gustan las setas. Les encanta. Pero es normal, porque el bolet es el rey del otoño», afirma Sergi de Meià, y no se refiere a los aficionados que salen a la montaña cesta en mano a recolectar hongos, sino a los gurmets que disfrutan con este producto otoñal. Dicen los expertos que la temporada de setas no está siendo muy buena por las temperaturas tan altas en verano y las pocas lluvias en otoño, pero poco importa a muchos restauradores, que han aprovechado la llegada de los primeros hongos para ofrecerlos en sus cartas.
Desde su restaurante homónimo (Aribau, 106), De Meià, que ha publicado La cuina dels bolets (Ara Llibres), es de los pocos cocineros que apuesta a fondo por este producto, concebido demasiado a menudo como un buen acompañante de los platos pero pocas veces como auténtico protagonista. Su carta de temporada incluye «el 65% de platos con setas», con un apartado específico para ellas. Y algunas creaciones salen de las recetas «diferentes» de su libro, como el crangrejo a la vietnamita, con un salteado de trompetas amarillas dando color a la carne de cangrejo y la carne de cerdo picada, aliñadas zumo de limón, cilantro, sal y pimienta.
Otro restaurante que apuesta fuerte por las setas es El Mall, en el renovado hotel Crowne Plaza Barcelona (avenida de Rius i Taulet, 1-3), que ha organizado una jornadas gastronómicas que durarán hasta el 20 de noviembre con productos recolectados por el biólogo Carles Díaz, de la cooperativa Bolet Ben Fet, y Pau Santamaria, hijo del desaparecido Santi Santamaria. Los amantes de los hongos tendrán donde escoger, ya que el chef Juan Sánchez ha ideado dos menús, uno ejecutivo con bebidas (25 euros) y otro de degustación (39 euros si se marida con cava y 54 si se hace con vinos). Además de las sugerencias de la carta, como setas del día salteadas con ajo y perejil y el ravioli de trufa blanca con macedonia de setas silvestres.
En el restaurante Contempo (en otro hotel, el Catalonia Plaça Catalunya, en Bergara, 11), ofrecen hasta mañana un menú por 35 euros con bebidas con un postre diferente: chocolate blanco con stracciattella de trompetas de la muerte.
CON CERVEZA / Ca la Nuri Platja (paseo Marítim, 55) sirve hasta el 27 de noviembre otro de 30 euros con tres entrantes, un arroz y un pastel de otoño, acompañado de una cerveza Inèdit. En Floreta (Marià Aguiló, 50), Xavi Jovells, hijo de Jaume Jovells (Can Pineda, otro restaurante que mima los hongos), toca muchas variedades y presume de ser de los pocos que sirve la seta coliflor, difícil de hallar (se parece a la colmenilla).
Cachitos Rambla estrena chef, Lluís Rosich, que dará más impulso a la cocina de mercado de este restaurante. Empieza con una carta de otoño-invierno que incluye setas en varios platos, ya sean fijos, como el calamar a la plancha relleno de patata y ceps, o como sugerencias que van cambiando (ahora hay ceps a la plancha y fricandó con senderuelas).
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