Negociaciones en Catalunya

Asens aclara que los Comuns no renuncian a que el PSC frene el Hard Rock para investir a Illa

Los morados estudian exigir a los socialistas que recuperen el impuesto del 55% a los casinos, y que no sea del 10% como se prevé con la apertura del macrocomplejo en Tarragona

Los Comuns reivindican la paternidad de la amnistía: "No es mérito del PSOE"

Irene Montero centra su campaña europea en Catalunya y participará en el debate de TV3

El candidato de los Comuns a las elecciones europeas, Jaume Asens

El candidato de los Comuns a las elecciones europeas, Jaume Asens / ACN

Sara González

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A medida que avanzan los días y de que las primeras negociaciones transcurren entre bambalinas, hay posiciones que tendrán que dejar de ser inamovibles de cara a la investidura que se tendrá que votar en el Parlament de Catalunya, como muy tarde, el 25 de junio. Si el macroproyecto del Hard Rock fue el gran escollo por el que los Comuns rechazaron los presupuestos y se precipitaron las elecciones catalanas del 12 de mayo, esa condición se mantiene aunque empieza a ser maleable para apoyar al líder del PSC, Salvador Illa, como presidente.

Al menos así lo ha dejado entrever el candidato a las elecciones europeas de Comuns-Sumar, Jaume Asens. "No se puede ir a las negociaciones con líneas rojas, es una mala práctica", ha afirmado en una entrevista en la SER Catalunya tras ser preguntado sobre si el freno del polémico complejo, así como la ampliación del aeropuerto de El Prat, estarían entre sus exigencias para pactar con los socialistas. El dirigente ha detallado que a la hora de tratar de alcanzar una alianza cada una de las partes va con su programa, pero que este no puede convertirse en unas "tablas de Moisés inamovibles".

"Flexibilizar" sin "renunciar"

Para Asens, su grupo debe ser capaz de "flexibilizar" posiciones de la misma manera que considera que también lo tendrá que hacer el PSC. Llegado al momento, subir los impuestos a los casinos podría ser una pista de aterrizaje, así que estudian exigir que se recupere la fiscalidad del 55% a los casinos, para desincentivar a los inversores, y que no sea del 10% como está previsto para la apertura del macrocomplejo en el Camp de Tarragona. De hecho, ha recordado que los volantazos ya se han producido en el caso del PSOE a la hora de aceptar la amnistía o avances en la agenda social que previamente no formaban parte de su programa. "Hemos visto giros de 180 grados", ha asegurado.

Tras haber generado dudas sobre si el macrocasino sería o no condición 'sine qua non', horas después ha matizado que lo que ha verbalizado no implica hacer "renuncias". "El PSC aceptó una amnistía que no quería. Ahora debe aceptar que el Hard Rock no tiene cabida en la Catalunya de hoy. Dejemos a los negociadores trabajar", ha afirmado en un mensaje en redes sociales.

Asens es consciente de las dificultades en una campaña que, en el caso de Catalunya, estará marcada por las negociaciones de la investidura. De cara a la confección de la Mesa del Parlament, que deberá votarse el día 10 de junio, justo el día después de las europeas, el candidato ha defendido que lo que más les importa "no son las sillas", sino el proyecto que se consensúe entre las formaciones de izquierdas.

"Rehacer" los puentes con Podemos

Precisamente Asens también ha reflexionado sobre la caída en las urnas tanto de su formación como de ERC y la CUP, que ha atribuido a un contexto de ascenso de la extrema derecha y, en el caso de los Comuns, también a las divisiones que se ha vivido en el espacio. De hecho, ha abogado por "rehacer" y "recoser lo que se ha roto" con Podemos una vez se cierre este ciclo electoral. "No hay espacio a nivel estatal para tres partidos a la izquierda del PSOE", ha asegurado poniendo como ejemplo Más País, el partido que creó Íñigo Errejón.

Estos son los primeros comicios en los que los Comuns se enfrentan a los morados en Catalunya, aunque Asens ya ha avanzado que su campaña transcurrirá con "mano tendida" a la candidatura de Irene Montero, con quien ha dicho que piensa ser "amable" tanto en los mítines como en los debates. Su campaña está específicamente diseñada para exprimir su perfil como dirigente soberanista que ha participado del pacto para la amnistía con el objetivo de seducir a votante independentista, principalmente de la esfera de ERC y de la CUP, que no concurre a estas elecciones. Que su campaña arranque en Girona, ciudad gobernada por los anticapitalistas, es ya toda una declaración de intenciones.