En el Senado

Críticas dentro del PP por la 'comisión Koldo': lamentos por el poco impacto de los interrogatorios y aviso de Arenas

El secretario general de los populares en el Senado convocó una reunión de urgencia la semana pasada, tras la comparecencia del exasesor de Ábalos 

La decisión sobre quién interroga en esas sesiones la toma Génova con apenas dos días de margen y ya ha habido cinco portavoces diferentes ante los cinco comparecientes

Alberto Núñez Feijóo, el lunes, tras su discurso en la sede del PP.

Alberto Núñez Feijóo, el lunes, tras su discurso en la sede del PP. / José Luis Roca

Pilar Santos
Miguel Ángel Rodríguez
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El PP anunció la comisión de investigación en el Senado sobre el 'caso Koldo' entre grandes alharacas. El escándalo que afecta a Koldo García, antiguo asesor del exministro José Luis Ábalos, parecía, en febrero, el fin de Pedro Sánchez, que llegó a la Moncloa envuelto en la bandera contra la corrupción. Los populares constituyeron la comisión para obtener información sobre el supuesto enriquecimiento de García gracias a contratos obtenidos con administraciones socialistas, pero cinco comparecencias después no han conseguido los réditos esperados y las críticas internas han empezado a dispararse.

El malestar en la cúpula y en el grupo parlamentario del Senado se debe a varios factores y empezó incluso antes de que echara a andar, ya con la redacción del documento que dio pie al nacimiento de la comisión. Los populares solo pusieron en un primer momento que el objeto de la investigación eran los asuntos de Koldo García, de manera que se vetaron ellos solos la posibilidad de pedir las comparecencias que afectaran a Begoña Gómez, la esposa de Sánchez, o al ‘caso Delcy’, sobre la escala en Barajas de la vicepresidenta venezolana. Los letrados advirtieron de la imposibilidad de algunos de los comparecientes y los populares tuvieron que ampliar el objeto de la comisión

Ese resbalón continuó con una primera sesión de la comisión errática tanto en su planteamiento como en la ejecución, según admiten fuentes de la dirección del PP y del Senado. Los populares estrenaron las comparecencias llamando a García, que se acogió a su derecho de no declarar y se les escapó "vivo", como dicen varios senadores. El miembro del PP encargado de interrogarle, Luis Santamaría, no estuvo acertado en su estrategia, no hizo las preguntas obvias que debería haberle planteado para tratar de tirarle de la lengua ("¿por qué tiene un piso a nombre de su hija de 2 años?", por ejemplo) y, antes casi de que hubiera acabado la comparecencia, en Génova ya dijeron que volverán a llamarle más adelante.

Choques internos

Santamaría, además, protagonizó un rifirrafe con el presidente de la comisión, su compañero de partido Eloy Suárez. Con la certeza de que García no iba a declarar al estar inmerso en un proceso judicial, como así fue, Santamaría, lejos de llevar un interrogatorio mordaz, apareció con un discurso impreso. A los 15 minutos, Suárez le pidió que terminara al haber consumido el tiempo que le correspondía y Santamaría se le encaró: "Lo que dice el plan de trabajo es que tenemos media hora entre la suma de los dos, si él decide no contestar gasto yo los 30 minutos". "Señor Santamaría, no va a ser así, ya se lo digo", atajó Suárez.

La sensación de desbarajuste llevó a Javier Arenas, secretario general del grupo en el Senado, a convocar una reunión de urgencia esa misma tarde. Arenas les dijo que no se podía volver a repetir un enfrentamiento entre un senador y Suárez y dejó claro que las portavocías en esa comisión serían rotatorias. El resultado es que han pasado cinco comparecientes y ha habido cinco portavoces del PP.

Falta de coordinación Senado-Congreso

Y la relevancia que los populares quieren dar al ‘caso Koldo’ y sus contratos con el Ministerio de Sanidad cuando lo dirigía Salvador Illa tampoco se está viendo en la coordinación de los grupos del Senado y el Congreso. La semana pasada, cuando Illa compareció en la Cámara baja admitió un encuentro con García. Los diputados del PP no informaron sobre la marcha a sus compañeros en el Senado para que pudieran preguntar por ese dato a Víctor Francos, exjefe de gabinete de Illa, que en ese momento estaba compareciendo en la comisión del Congreso, también de investigación y también sobre la pandemia, pero que afecta a todas las administraciones, no solo las socialistas.

"Mira que criticaban a Teo, pero ahora es igual o peor", afirma un senador recordando a Teodoro García Egea, secretario general con Pablo Casado, y famoso por querer centralizar todas las decisiones en Génova. Ahora, apuntan varios senadores, también es Génova, la dirección de Feijóo, la que decide, "apenas con dos días de margen", quién va a hablar en la comisión, sin dar autonomía al grupo parlamentario.

El líder del PP colocó a Arenas para controlar el Senado, incluso por encima de la portavoz oficial, Alicia García, que no organizó la reunión de urgencia para mejorar el funcionamiento de la comisión. Es Arenas el que transmite las órdenes desde la cúpula sobre una comisión que parecía clave esta temporada, pero que incluso se ha visto contraprogramada por el propio Feijóo este martes. La dirección informó de que el líder de los populares hablaría a los senadores y diputados a las doce del mediodía, la misma hora a la que tenía que comparecer Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, en la Cámara alta. Finalmente, para mitigar el fallo, Feijóo aplazó a la una su acto. "Si es tan importante denunciar la corrupción en el PSOE, ¿no habría sido mejor centrarse en el secretario de Organización?", se lamentaba un diputado.

Pregunta con bulo incluido

Y a Cerdán tampoco se le hizo este martes una pregunta clave en el Senado. "Desde el año 2021, que es cuando Koldo deja de estar en el Ministerio, veo a Koldo en dos ocasiones. Una nada más marcharse y otra creo que era octubre del 2023", afirmó Cerdán. Según las pesquisas policiales, es justo en octubre de 2023 cuando García empieza a sospechar que está siendo investigado gracias a un supuesto chivatazo. Ninguno de los dos senadores que el PP puso en esa sesión a hacer el interrogatorio (Gerardo Camps y Alejo Miranda) indagó en ese asunto.

Sí que se le pidió a Cerdán, por parte de Miranda, que dijera si Koldo García había estado en su piso de la Castellana, de Madrid. La pregunta llevó a la carcajada a los socialistas. "¿Yo piso en la Castellana? Si me da la dirección, puedo ir y dejar de pagar el alquiler que pago", contestó el dirigente socialista. El senador popular se había tragado un bulo.

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