Negociación de los presupuestos

Aragonès garantiza a los Comuns que no pondrá "ni una piedra" del Hard Rock este año

El Govern dispara la inversión al nivel de 2011 pese a la desaceleración económica

El Parlament celebrará la primera votación de los presupuestos el 13 y 14 de marzo: así queda el calendario

Los Comuns mantienen el veto al Hard Rock como condición para los presupuestos pese al pacto Govern-PSC

El president Pere Aragonès este miércoles.

El president Pere Aragonès este miércoles. / Ferran Nadeu

Quim Bertomeu

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14 días. Ese es el tiempo que tiene el president Pere Aragonès para convencer a los Comuns para que salven la primera votación importante de los presupuestos catalanes de este año que es la de su admisión a trámite en el Parlament superando las posibles enmiendas a la totalidad. Para persuadirles, el president ha garantizado a los morados que este año la Generalitat no pondrá "ni una sola piedra" ni hará "un solo metro cuadrado" para el casino del Hard Rock. Es decir, en una entrevista en RTVE, ha defendido que no puede paralizar el proyecto, pero sí puede garantizar que no empezará al menos en 2024.

Con esta promesa, el Govern espera ablandar a los Comuns, que exigen archivar el proyecto a cambio de sus votos a las cuentas catalanas. En una reunión este jueves, los morados han vuelto a insistir en frenar el plan urbanístico al menos mientras dure la "crisis hídrica" actual por el episodio de sequía severa que afecta a Catalunya. Por lo tanto, la dos partes difieren en el tiempo que tendría que estar paralizado el casino. Aragonès ofrece unos meses, mientras que los Comuns quieren aplazarlo 'sine die', como mínimo, lo que dure la sequía.

El president también ha vuelto a explicar por qué considera que no puede paralizar el complejo recreativo. En primer lugar, por un motivo político: no hay "las mayorías" en el Parlament para hacerlo. Se refiere a que, desde 2014, ha habido una mayoría sostenida en el tiempo que defiende el casino y que ahora mismo está formada por el PSC, Junts, Vox, PP y Cs. En segundo lugar, por un motivo legal: está convencido de que, si frena las obras, la Generalitat se enfrentará a unas "reclamaciones" por la vía judicial que podrían ser millonarias.

Finalmente, otra duda de la que pende el proyecto es de si los inversores, entre ellos el principal, que es Hard Rock, siguen interesados en sacar adelante un complejo que ya lleva diez años de retraso y que fue paralizado por la justicia en 2020 con una sentencia en contra del plan urbanístico. Aragonès ha explicado que la Generalitat está en contacto con ellos "cuando toca" y que hasta ahora siguen "mostrando interés".

Así, lo que Aragonès plantea a los Comuns es que pongan en la balanza, en un lado, un proyecto que no les gusta y, en el otro, el presupuesto de la Generalitat "más alto de su historia". Y después, que tomen una decisión. Para el president, no hay color. Además, ha admitido que difícilmente podrá repetir el año que viene unas cuentas así porque volverán a aplicarse las reglas fiscales que la Unió Europea había suavizado en los últimos años.

Mesa de diálogo

Los presupuestos de la Generalitat de 2024 se llevan todos los focos, pero el president tiene otros frentes abiertos. El principal, el del conflicto político. Aragonès se ha mostrado confiado en que la amnistía se aprobará pronto en el Congreso y que luego podrá convocarse una reunión de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez. La parte catalana considera que tendría que hacerse antes Semana Santa, aunque para el president lo importante no es tanto la fecha, sino que la cita tenga "contenidos" y no sea solo una fotografía. El president también ha admitido que su propuesta de acuerdo de claridad para celebrar un referéndum ahora mismo no tiene apoyos ni en Catalunya, pero ha defendido que es el único que, por ahora, ha presentado un plan para resolver el contencioso y, por tanto, que ha hecho una "política constructiva".

Sequía y agricultores

El president ha vuelto a insistir en que las elecciones serán en febrero de 2025 y que no habrá avance electoral. Durante este año de margen, hay varios temas que podrían desgastar al Govern como la sequía y las protestas de los agricultores. Sobre la fata de agua, ha descartado tajantemente tanto el trasvase del Ebro como que se pueda cortar el agua de boca a los ciudadanos. También se ha referido a la información publicada por EL PERIÓDICO de que la Agència Catalana del Agua (ACA) acumula una hucha de 540 millones por la falta de inversiones: ha asegurado que todos estos recursos se pondrán al servicio de combatir la escasez de agua.

El Govern se reunirá este jueves con los agricultores para tratar de apaciguar su malestar, que les ha llevado en las últimas semanas a convocar protestas multitudinarias. Aragonès se ha comprometido a relajar las restricciones de agua que pesan sobre el campo, pero les ha advertido que la fuente principal de sus problemas son "los tratados comerciales" que la Unión Europea firma con terceros países y que impactan negativamente sobre el precio del producto local.