El Govern aprueba los últimos presupuestos expansivos pendiente del apoyo de los Comuns

El Govern presenta este miércoles ante el Parlament los presupuestos de 2024, que serán con toda probabilidad los últimos de carácter más expansivo, dado que este será el último año de la laxitud de las reglas fiscales acordada por Bruselas para los países de la zona euro para paliar los efectos de la pandemia y de la invasión de Ucrania. Ese es uno de los argumentos del Govern para captar los votos de los Comuns, que aún están pendientes, tras cerrar este martes el acuerdo con el PSC. En total están en juego unos 2.400 millones de euros más de "gasto real", según fuentes del Ejecutivo catalán, un 6,3% más que en las cuentas del año pasado. El volumen total de los presupuestos será de 43.600 millones, que llega a los 49.000 si se contabiliza al conjunto del sector público.

El president Pere Aragonès también presentará formalmente la ley de acompañamiento de las cuentas, el texto en el que se incluyen las medidas tributarias que ya se dieron a conocer a finales del año pasado y que prevé una rebaja de un punto, hasta el 9,5%, del primer tramo del tipo autonómico de la tarifa del impuesto de la renta (IRPF) para beneficiar a todas las rentas inferiores a 33.000 euros anuales. Esta medida, que entraría en vigor con efecto retroactivo desde el pasado 1 de enero, situaría el tipo mínimo sumando el tramo estatal, por lo que pasaría del 19% actual al 20% a partir de 12.450 euros de ingresos anuales.

¿Cómo me afectará la rebaja del IRPF que plantea la Generalitat?

El proyecto de ley de las cuentas, que el Govern presenta con retraso -deberían haber entrado en vigor el 1 de enero-, también incluye 1.045 millones para inversiones hídricas destinadas para paliar la sequía, así como otros 1.000 millones destinados a la innovación y digitalización. Se dota, a su vez, de un fondo de 800 millones para empezar a poner al día los gastos de Salut que se traspasan de un ejercicio al otro. En 2022, de los casi 4.000 millones a los que ascendió un desbocado gasto desplazado (3.840 millones), un total de 2.652 millones correspondieron al Institut Català de Salut (ICS) y al Servei Català de Salut (SCS), el mayor nivel en al menos una década. El Ejecutivo catalán quiere aprovechar que el próximo será un ejercicio con un aumento sustancial de ingresos procedentes de la liquidación del modelo de financiación autonómica de 2022 para regularizar, en parte, una práctica que está enquistada en la sanidad desde hace años y que en 2022 alcanzó su nivel más alto, tras los 1.938 millones de 2019, el ejercicio previo a la pandemia.

El denominado techo de gasto de la Generalitat para este año, aprobado a finales del ejercicio pasado, asciende a un máximo de 36.684 millones, el 9,6% más que en 2023, gracias al impulso experimentado por los ingresos procedentes de la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2022, un ejercicio en el que la economía experimentó un gran dinamismo y aumentó la recaudación. La fijación de esta cantidad está sujeta a una posible modificación si incluye el pacto de investidura de Pedro Sánchez con ERC para condonar el 20% de la deuda con el Estado a través del fondo de liquidez autonómica (FLA) -15.000 millones- y el ahorro de los intereses correspondientes. En el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), celebrado en diciembre pasado, se atribuyó a las autonomías un déficit del 0,1% del producto interior bruto (PIB).

Récord para Educació

Otra de las claves del presupuesto está en la partida consignada para la Conselleria de Educació que, como avanzó EL PERIÓDICO, tendrá unas cifras récord. La previsión inicial era aumentar sus recursos en un 9%, pero finalmente ha subido hasta el 10% tras la negociación con los socialistas. En total, se dedicarán 7.435 millones a este departamento, un ámbito que el Govern ha querido priorizar tras la debacle del informe PISA. Además, se han reservado 50 millones para invertir específicamente en las mejoras educativas que propongan los expertos que designó la Generalitat para revertir los malos resultados de ese informe.

50 millones para revertir el fiasco de PISA: el pacto de Presupuestos de Govern y PSC para educación

También conviene tener presente que los presupuestos que se presentan hoy no serán solo los de 2024, sino también los de 2025 porque con toda probabilidad se tendrán que prorrogar. El año que viene es año electoral y difícilmente Aragonès encontrará de nuevo algún socio para sacar adelante las cuentas. Aunque ningún partido quiera verbalizarlo en público, nadie dará sus votos al Govern a pocas semanas de ir a las urnas. Y menos el PSC, que tiene en ERC a su principal rival electoral, como mínimo según las encuestas.

Sin rastro de Hard Rock

Todas las cifras que se presentarán este jueves en el Parlament están pendientes de los Comuns. Sin su voto, la ley será papel mojado. El partido de Jéssica Albiach mantiene su rechazo a las cuentas porque el Govern no quiere paralizar el proyecto turístico del casino de Hard Rock, en el Camp de Tarragona. El Govern replica que no puede hacer nada: primero, porque se expondría a un problema legal porque ya hay compromisos firmados con los inversores. En segundo lugar, porque el PSC es un firme defensor del proyecto y presiona en la dirección contraria a los Comuns.

¿Cómo convencer los Comuns? Esta es ahora la pregunta del millón de la que penden las cuentas. El Govern se aferra a que los presupuestos que presenta hoy no hay "ni un euro" destinado al casino. Es decir, su argumento es que no paralizará el proyecto, pero tampoco dedicará a él dinero público. Confía en que esto, junto con algunas partidas presupuestarias extra, acabe ablandando a los Comuns.

Este miércoles el Parlament fijará el calendario de tramitación de los presupuestos. La primera fecha importante caerá en la segunda semana de marzo, probablemente el día 12 o el 13. Será entonces cuando se celebrará el debate de admisión a trámite de las cuentas y cuando ERC y el PSC deberán haber encontrado un socio para tumbar las enmiendas a la totalidad del resto de la oposición. Ahora republicanos y socialistas suman 66 diputados, a dos de la mayoría suficiente para que Catalunya tenga nuevos presupuestos.

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