Elecciones el 18 de febrero

El PSOE asume su tercera posición en Galicia pero sueña con el "golpe definitivo" a Feijóo

Así están las encuestas de las elecciones en Galicia 2024

El PP ve al PSOE "humillado" ante Junts y se frota las manos ante las elecciones gallegas

El PSOE aparcará la negociación de amnistía con Junts durante la campaña de las gallegas

El candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, abraza a Pedro Sánchez el pasado sábado en Lugo.

El candidato socialista a la Xunta, José Ramón Gómez Besteiro, abraza a Pedro Sánchez el pasado sábado en Lugo. / Pedro Eliseo Agrelo / Efe

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

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La campaña gallega no arranca esta noche como el PSOE hubiese querido. Hace menos de un mes y medio, cuando el presidente de la Xunta, el conservador Alfonso Rueda, adelantó las elecciones al 18 de febrero, los socialistas daban por casi seguros dos escenarios: la unidad de Sumar y Podemos dentro de una sola candidatura en esta cita con las urnas y la aprobación de la ley de amnistía por parte del Congreso de los Diputados. Ninguno se ha cumplido. 

Los morados se desgajaron primero del grupo parlamentario de Yolanda Díaz y después decidieron que no acudirían junto a esta formación a los comicios gallegos, lastrando las posibilidades de cambio en una autonomía que el PP ha gobernado sin interrupciones durante los últimos 15 años. Al mismo tiempo, Junts frenó el martes la medida de gracia en la Cámara baja, al considerar que dirigentes como Carles Puigdemont no quedaban lo suficientemente blindados frente a la ofensiva de algunos jueces, de manera que el controvertido carpetazo judicial al ‘procés’ seguirá estando en primer plano frente a los deseos del PSOE, que quería poner en esta campaña todo el foco en las medidas sociales aprobadas por la Moncloa y los buenos datos económicos

El PP se muestra exultante ante la primera derrota parlamentaria del Ejecutivo. Pero los socialistas consideran que todavía queda mucha batalla por delante de aquí al 18 de febrero. “Todo depende de la movilización”, señalan en la dirección del partido de Pedro Sánchez. Según este relato, si la participación queda por encima del 60% del censo y Sumar (Podemos no parece tener ninguna posibilidad) supera el listón del 5% de los votos, el mínimo para obtener representación en el Parlamento gallego, la alternancia tiene muchas opciones. 

Los socialistas se ven por detrás del BNG y fían el cambio a una participación por encima del 60%

Y con ella, continúan en el PSOE, el futuro político de Alberto Núñez Feijóose haría todavía más oscuro. Los socialistas creen que el líder del PP no repetirá como aspirante a la Moncloa en las próximas generales (que insisten que serán dentro de tres años y medio, pese a la inestabilidad que supone tener a Junts como socio indispensable) y aseguran que una derrota en Galicia, la comunidad que presidió durante 13 años y dejó para llegar a Madrid, supondría su “golpe definitivo”.

“Lo que se dirime es rescatar al soldado Feijóo de otro tropezón electoral. Para el PP la campaña consiste en esto y nada más”, señaló a principios de semana la nueva portavoz del PSOE, Esther Peña. 

La fuerza del BNG

El tradicional empuje del PP en Galicia, donde ocupa todo el espacio de la derecha, también encierra una carencia. Con Vox lejos de poder lograr algún escaño, los populares no tienen a nadie con quien pactar. Los socialistas, en cambio, cuentan con el BNG y quizá con Sumar. Pero sus expectativas no pasan por alcanzar la presidencia de la Xunta, sino por entrar en ella como socio de una coalición.  

El PSOE asume que su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, quedará en tercer lugar, por detrás de Rueda y de la aspirante de los nacionalistas gallegos, Ana Pontón, quien ya quedó segunda en 2020 y ha consolidado su perfil en estos cuatro años. “Está muy fuerte”, reconocen en el PSOE. Besteiro, en cambio, se ve lastrado por la tardanza a la hora de asumir la candidatura. Fue nombrado a mediados de octubre, con poco tiempo para afianzarse ante el adelanto electoral. 

Casi todas las encuestas, mientras tanto, anticipan que el PP revalidará por la mínima su actual mayoría absoluta, pero los socialistas miran al pasado más reciente y contestan: “Si los sondeos se equivocan esta vez solo la mitad de lo que se equivocaron en las generales del 23 de julio, Rueda abandonará la Xunta”. Así que han diseñado una campaña centrada sobre todo en el voto urbano, en la que la presencia de Sánchez, junto a la de José Luis Rodríguez Zapatero, será muy importante. El líder socialista no tendrá tanto protagonismo como Núñez Feijóo, que contará con su propia caravana electoral. Al fin y al cabo, él debe ocuparse del Gobierno que preside. Pero se volcará en estos comicios, con numerosos mítines durante las dos próximas semanas. Este sábado, por ejemplo, viajará a Ourense. 

El PSOE se juega menos que el PP el 18 de febrero, pero una derrota de Rueda puede tener enormes consecuencias políticas más allá de Galicia, dentro de un nuevo ciclo electoral que incluye las inminentes elecciones vascas (que se celebrarán probablemente a finales de abril), las europeas del 9 de junio y las catalanas, que tendrán lugar como muy tarde a principios del año que viene.

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