SUMAR

Podemos celebra que Errejón sea el nuevo portavoz de Sumar: "Nos viene bien"

En las filas moradas creen que la "traición" del dirigente madrileño quedará ligada a Yolanda Díaz

Íñigo Errejón y Marta Lois, en el Congreso

Íñigo Errejón y Marta Lois, en el Congreso / EFE

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Yolanda Díaz nombrará este martes a Íñigo Errejón como nuevo portavoz parlamentario de Sumar tras la salida de Marta Lois, centrada en la campaña de las gallegas. El dirigente madrileño volverá a ocupar este cargo, que ya ejerció entre 2016 y 2017, antes de su ruptura definitiva con Pablo Iglesias y cuando aún era número dos de Podemos. Ahora, sus antiguos compañeros de filas aplauden su designación, al considerar que se trata de un "error" de Sumar y que su figura puede jugar en contra de Díaz.

La relación entre Podemos y Errejón está viciada de partida. La derrota del dirigente en la batalla de Vistalegre 2, en febrero de 2017, le llevó al destierro político dentro de su propia organización, donde fue apartado de la primera línea, retirado de todas sus responsabilidades -incluida la portavocía en el Congreso, que pasó a manos de Irene Montero- y situado como futuro candidato de Podemos en la Comunidad de Madrid para las autonómicas de mayo de 2019. Pero tres meses antes de los comicios, Errejón y Manuela Carmena lanzaron su propio partido, Más Madrid, tras denunciar la falta de autonomía y las injerencias de la dirección de Podemos en sendas candidaturas.

Desde entonces, Errejón carga en las filas de su antiguo partido el sambenito de aquella "traición". Un descrédito que, creen en las filas de Podemos, todavía sigue latente en buena parte del electorado progresista y que ahora, consideran, se volverá en contra de Sumar, al nombrarle uno de sus principales caras visibles.

Ligar a Díaz y Errejón

En Podemos nunca han perdonado a su ex número dos su abrupta salida y han alimentado su desprestigio durante años, llegando a arrojar a Yolanda Díaz su afinidad con Errejón el curso pasado, cuando comenzó a hacerse visible la sintonía entre la vicepresidenta segunda y el entonces diputado y líder de Más País.

Tanto es así, que sus máximos responsables aventaban el 'cliché' de Errejón conforme escalaba la tensión entre la gallega y la cúpula morada. "Esto ya lo hemos vivido", llegó a defender Irene Montero el pasado abril, cuando cuestionaba abiertamente a Díaz por su falta de compromiso por la unidad, en los meses previos a las negociaciones para la coalición de las generales.

"Nos han querido matar"

Ahora, casi dos meses después de que Podemos rompiera con Sumar en el Congreso y pasara al Grupo Mixto, en las filas de Podemos creen que el ascenso de Errejón en el proyecto de Yolanda Díaz . "Nos viene bien que se les relacione", apuntan algunas voces de la formación. Consideran que el dirigente carga todavía con el lastre de ser un "traidor" que, en su opinión, bien podría aplicarse a Díaz, a la que tampoco perdonan el veto en las listas a la ex ministra de Igualdad.

"Los dos nos han querido matar", resumen estas voces, que acusan a Díaz de haberles dado un trato "humillante", primero en la negociación de las listas, y después en el Congreso de los Diputados, donde quedaron sin visibilidad ni capacidad de acción política, llevando a Podemos a abandonar el grupo parlamentario.

En la organización morada, que afronta desde hace semanas una cascada imparable de salidas -la última la de su secretaria de Organización y número tres, Lilith Verstrynge-, consideran que el episodio vivido hace ahora cinco años entre Podemos y Errejón puede todavía pesar a nivel social y electoral. "Incluso a quienes les gusta Yolanda Díaz y entre los votantes de Sumar, hay mucha gente que no traga a Errejón", deslizan. Una cuestión casi reputacional que, sostienen, terminará pasando factura a Sumar.

Las reticencias

En el grupo parlamentario de Sumar tampoco hay unanimidad sobre el nombramiento de Errejón. El perfil del dirigente, breado en medios de comunicación, con experiencia previa y dotes discursivas, le convierte en una buena opción para representar a la coalición, que tampoco cuenta con figuras con tanta proyección nacional.

Pero precisamente su trayectoria política ha despertado recelos en distintos sectores de la coalición. Uno de los actores que ha mostrado reticencias ha sido Izquierda Unida, a quien se le "compensará", tal como avanzó este medio, nombrando a su diputado, Enrique Santiago, portavoz suplente del grupo, lo que le otorga derecho a firma para presentar iniciativas políticas.

Los comunes de Ada Colau también son reacios al nombramiento; ninguno de los implicados olvida la afrenta que planteó Errejón en noviembre de 2019, cuando poco después de presentarse como candidato de Más Madrid lanzó un partido a nivel nacional -Más País- para concurrir en la mayoría de provincias, compitiendo en muchas de ellas con los comunes y con IU, logrando unos pobres resultados (3 escaños). La división del voto entonces penalizó a estas formaciones, que ahora ven cómo el dirigente pasa a ser su voz en el Congreso.

Máxima confianza

Mientras estos sectores acogen con escepticismo el nombramiento, las fuerzas territoriales como CompromísCHA Mès ven con buenos ojos el nombramiento. No en balde Errejón fue uno de los impulsores de llamado Acuerdo del Turia, donde aunó a estas fuerzas territoriales para brindarse apoyo mutuo en campaña. Un respaldo que a día de hoy se mantiene.

El nuevo desempeño de Errejón no es nuevo. Su nombre fue el primero en ponerse sobre la mesa, tal como avanzó este medio, y desde hace semanas todos daban por hecho su designación. En los últimos meses el dirigente ha ido ganando galones a ojos de Yolanda Díaz: ya en la campaña de las generales, Errejón ejerció de facto como un portavoz de Sumar.

El fundador de Más País ha renunciado a dirigir su propio partido y ha entragado su estructura a Sumar para ganar peso en las filas de la coalición. Y lo cierto es que en los últimos meses se ha convertido en una de las personas de máxima confianza de la dirigente gallega, formando parte de la toma de decisiones y convirtiéndose en el cerebro de su estrategia política. La última muestra es la campaña gallega, que Errejón se encarga de coordinar.