La legislatura del Parlament

Aragonès enfría unas elecciones anticipadas y ve cerca los presupuestos

Aragonès repetirá como candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat

Junqueras bendice a Aragonès como candidato para seguir presidiendo la Generalitat

ERC cierra filas con Aragonès y pone en marcha la maquinaria electoral

El president Pere Aragonès en la reunión del Govern de este martes.

El president Pere Aragonès en la reunión del Govern de este martes. / Alejandro García / Efe

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Una de las ventajas con las que cuenta el president de la Generalitat es la de disponer del botón rojo para decidir si adelanta o no las elecciones al Parlament. Es una competencia exclusiva que nadie le puede arrebatar. Sin embargo, este lunes Pere Aragonès ha enfriado la posibilidad de adelantar los comicios y ha asegurado que su intención es agotar la legislatura. "Mi intención, y en estos momentos no tengo ningún elemento para cambiar la decisión, es que las elecciones sean cuando tocan, en febrero de 2025", ha dicho este lunes en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Si quisiera, el president tendría incentivos para adelantarlas. Por ejemplo, para convocar a los catalanes a las urnas antes de que entraran en vigor las restricciones más duras que se prevén para combatir la sequía. Sería una forma de ahorrarse el desgaste que estas restricciones podrían suponerle al Govern. Pese a esto, el president se ha mostrado dispuesto a resistir y jugar otra carta, la de la estabilidad. Si consigue agotar la legislatura, será el primer Govern en conseguirlo en más de una década. Él mismo se ha encargado de recordarlo: "No teníamos una legislatura completada desde hace 15 años".

Para poder acabar el mandato será clave que pueda aprobar los presupuestos catalanes de 2024. Si lo consigue, serían los terceros que logra de forma consecutiva y se convertiría en otro hito para la Generalitat en la última década. En definitiva, otro logro para vender en la campaña electoral. Aragonès se ha mostrado confiado en que tendrá los apoyos suficientes: "Creo que tendremos presupuestos". Ha situado como socios potenciales al PSC, los Comuns, Junts y la CUP, aunque ha admitido que los ritmos de la negociación no son iguales con todos.

Así, en su último año de mandato, el president deberá elegir entre dos caminos. El de adelantar las elecciones y situarlas cuando crea que más le favorecen. O el de resistir al desgaste que le someterá la oposición, agotar la legislatura y vender a los catalanes que ha liderado un Govern lo bastante fuerte y ágil para aguantar los cuatro años. Y con alianzas variadas. Este lunes se ha inclinado claramente por el segundo camino -"no soy de ir dando volantazos", ha dicho"-, aunque el invierno y la primavera pueden ser muy largas.

La de este lunes ha sido su primera entrevista como president desde que el sábado fuera avalado por su partido para repetir como candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat. Una decisión para atajar el debate que empezaba a asentarse sobre si también debía aspirar a esta candidatura el líder del partido, Oriol Junqueras. Aragonès ha agradecido el apoyo del partido y ha tenido también gestos para Junqueras reivindicando que su carrera política no está acabada: "Escribirá nuevas páginas de la historia del país".

Relaciones con el PSC

Aunque Aragonès haya abierto la negociación de los presupuestos a cuatro bandas, parece evidente que el PSC será uno de los socios para estas cuentas. En primer lugar, porque el president ha reivindicado haber cumplido con una de las exigencias que los socialistas le fijaron en la negociación del año pasado: la tramo de la B-40 entre Terrassa y Sabadell. "El convenio se firmará próximamente", ha recordado. También ha destacado haber pactado con los socialistas estudiar la reforma del aeropuerto de Barcelona-El Prat.

Este acercamiento entre republicanos y socialistas plantea un interrogante razonable: si sus pactos en el futuro podrían llegar a ser más profundos hasta el punto de pactar gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona o gobernar juntos en la próxima Generalitat. Aragonès no ha querido dar alas ni a una posibilidad ni la otra. Sobre Barcelona, ha dicho que una decisión así debe competer a la militancia de ERC. Sobre si hacer un tripartito en Catalunya -pacto ERC, PSC y Comuns-, tampoco lo ha visto con buenos ojos. Su objetivo es que el próximo Govern "se parezca al actual". Es decir, con la máxima representación de ERC posible.

Restricciones por la sequía

Este lunes ha vuelto a quedar claro que la sequía, junto con el sistema educativo, será uno de los grandes temas que condicionará la recta final del mandato de Aragonès. El president ha explicado que está previsto que "en una semana" Catalunya entre en emergencia por la falta de agua. La decisión se tomará cuando los embalses bajen hasta el 16% de sus reservas.

Consciente de que será un tema que le desgastará, el president ya está ensayando su discurso para enfrentarse a él, sobre todo porque será un tema que con toda probabilidad marcará la próxima campaña electoral. Aragonès ha esgrimido que es una "situación excepcional" causada por una falta de lluvias sin precedentes y ha asegurado que, sin la acción de la Generalitat, se estaría en emergencia "desde hace un año".