Interior

Muere Santiago López Valdivielso, el director de la Guardia Civil que más tiempo estuvo en el cargo

Miembro del clan Valladolid de Aznar, bajo su mandato ETA atentó 70 veces, y se despidió con las bombas yihadistas del 11M

MADRID COMISION DEL 11-M . COMPARECENCIA DEL EX- DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL SANTIAGO LOPEZ VALDIVIELSO ESTA TARDE EN LA COMISION QUE SE SIGUE EN EL CONGRESO POR LOS ATENTADOS DEL PASADO 11-M

MADRID COMISION DEL 11-M . COMPARECENCIA DEL EX- DIRECTOR GENERAL DE LA GUARDIA CIVIL SANTIAGO LOPEZ VALDIVIELSO ESTA TARDE EN LA COMISION QUE SE SIGUE EN EL CONGRESO POR LOS ATENTADOS DEL PASADO 11-M / David Castro

Juan José Fernández

Juan José Fernández

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En marzo de 1997 era aún arriesgado lanzar ciertas aseveraciones desde el cargo de director general de la Guardia Civil. Por eso fue tan llamativo que Santiago López Valdivielso, entonces máximo responsable del instituto armado, que ha fallecido este martes, afirmara en una cadena de televisión: "Puede que en algún momento haya que plantearse la negociación con ETA".

Estaba entonces sufriendo un durísimo cautiverio subterráneo el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, y apenas tres meses después el etarra Txapote asesinaría tras una tremenda cuenta atrás al concejal popular de Ermua Miguel Ángel Blanco. Pero nadie en la clase política de la época tenía la bola de cristal que adelantara los desvaríos de la banda terrorista más longeva de Occidente.

Quien se arriesgó a decir aquello era un miembro del "clan de Valladolid", aquel grupo de cercanos al presidente de la época, José María Aznar, que había iniciado su propio intento de acabar con el terrorismo. Después de las terribles jornadas de julio, López Valdivielso ya no se movería de la postura de que "contra ETA solo cabe la vía policial".

Guardia sin tricornio

Este martes ha fallecido López Valdivielso a los 73 años, y la noticia de su muerte ha despertado todo un caudal de recuerdos entre los veteranos del Cuerpo del que fue su más duradero director, tanto que su figura política ya no se separaría del cargo que más tiñó su currículo, convertido en guardia sin tricornio.

López Valdivielso estuvo en la Guardia Civil desde 1996 hasta 2004. El año que entró en la sede central de la calle Guzmán el Bueno de Madrid, ETA cometió cinco atentados. Cuando dejó el puesto, había perpetrado otros 65.

Pero fue otro terrorismo, el yihadista, del que se terminaría despidiendo en uno de los cargos políticos más difíciles del Estado. El 11 de marzo explotaron las bombas de los trenes de Atocha, y al comienzo de aquella tragedia secundó López Valdivielso la tesis que difundía el presidente del Gobierno y su ministro del Interior, Ángel Acebes: ETA la autora y una derrota electoral del PP el fin.

Luego sería López Valdivielso de los primeros cargos del área de seguridad del PP en admitir públicamente la realidad. No dejaba de tratar de defender a su gobierno negando a toda costa que mintiera, pero aseveró del Congreso el 21 de julio, en una de las sesiones más duras de la comisión de investigación: "Hoy por hoy no hay ningún indicio de relación de ETA con ese atentado".

Sindicatos

Todo aquello es ya espuma, pasado. A Valdivielso le recuerdan antiguos subordinados suyos como "un hombre más abierto de lo que parecía". Y lo parecía poco al inicio de su andadura en una institución en la que un rictus en el mando es un valor en permanente cotización, como lo era su exigencia de ser avisado ipso facto cuando ETA golpeara, fuera la hora que fuera, y su mantenida atención al estado de moral de los guardias y sus familias en Euskadi. "Era muy cercano con los guardias", recuerda un suboficial muy operativo en la Guipúzcoa de la época.

No es materia como para olvidar en una necrológica una de las anécdotas modernizadoras de su mandato: en 1999 contrató a 'El Pera', uno de los famosos ladrones juveniles de coches de la estirpe del Vaquilla, para, ya reinsertado, dar clases a guardias civiles sobre conducción temeraria.

En aquella época se normalizó bajo su mando la actividad sindical en la Guardia Civil, antes de él, un anatema. Juan Fernández, veterano secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC, principal asociación del Cuerpo), lo recuerda como "una persona dialogante y un adelantado a su tiempo". Lo fue, dice, "en cuanto a cómo se deben entender las relaciones laborales en la Guardia Civil. Fue el director que inició un diálogo con AUGC, cuanto todavía no era una asociación profesional".

Pero las cosas en el Instituto, como en otras entidades centenarias, llevan su ritmo y, más aún, sus equilibrios internos. "Nosotros le demandábamos mayor rapidez en los cambios que proponíamos, y un día nos dijo: “No hago más porque los generales no me dejan”, relata Juan Fernández. 

Senador

La vida política de López Valdivielso acabó en un escaño en el Senado entre 2011 y 2016 por Valladolid, su tierra de origen y el basamento de un pucelanismo que también marcaba su figura.

Era volver a pucelear. De joven abogado, había empezado en política junto a Aznar con un asiento en el castillo de Fuensaldaña como procurador en las Cortes de Castilla y León que ocupó entre 1983 y 1986. Después, al Congreso hasta 1996.

Su padre, Santiago López, fue en el franquismo uno de los que artífices de la instalación de Fasa Renault en la capital castellana. Y ligado al mundo del motor acabó también su vida empresarial, como consejero de una cadena local de gasolineras y, con otros miembros de su familia, de firmas de proveedoras del sector de la automoción.