El catalán en la escuela

Anna Erra afea a la misión europea sobre la inmersión que no acuda al Parlament

Los eurodiputados concluyen su misión sin una posición clara sobre la presunta "exclusión del castellano" en la escuela catalana

La nueva presidenta del Parlament, Anna Erra, tras ser escogida

La nueva presidenta del Parlament, Anna Erra, tras ser escogida / ACN

Carlota Camps
Quim Bertomeu
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La misión europarlamentaria destinada a analizar el modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana sigue levantando polvareda. En su último día, la presidenta del Parlament, Anna Erra, ha decidido enviar una carta a su homóloga en la Eurocámara, Roberta Metsola, en la que le reprocha que la delegación no haya visitado la Cámara catalana, que define como "sede de la soberanía del pueblo de Catalunya y que representa su pluralismo político".

Además, Erra recuerda que las competencias educativas son exclusivas de la Generalitat y que están reguladas a través del Estatut y de la ley de educación, que recibió el apoyo de una amplísima mayoría de la Cámara, con 106 de 135 diputados a favor, por lo que se "sorprende" de que no hayan visitado la institución. Más aún cuando, recuerda, la vicepresidenta Alba Vergés ya se puso en contacto con la Eurocámara a raíz de esta misión.

En su carta, la presidenta del Parlament defiende que el modelo goza de un "amplio consenso social y político desde la recuperación de las instituciones democráticas y de autogobierno de Catalunya", asegura que "garantiza la diversidad cultural y lingüística" y sentencia que va en "sintonía con los valores europeos". Con todo, Erra denuncia un "sesgo político" en cuanto a la composición de la misión, organizada por PP, Cs y Vox; a quien acusa de hacer un "uso partidista" y "jurídico" de este mecanismo de la Eurocámara, y ofrece a Metsola una reunión para abordar el modelo educativo de Catalunya.

"El modelo no se toca"

Pero la misión no solo se ha encontrado el rechazo de la máxima representante del Parlament. También el Govern se ha mostrado en los últimos días muy crítico con esta delegación de eurodiputados hasta el punto de que este martes su portavoz, Patrícia Plaja, les acusó de tener un sesgo ideológico por el que solo han venido a Catalunya para "hacer partidismo de derechas". También les advirtió de que "el modelo de escuela no se toca, solo si es para fortalecerlo". Es decir, más inmersión sí, pero menos ni hablar.

Pese a estas críticas, por "respeto institucional", la consellera de Educació, Anna Simó, accedió a recibir a los eurodiputados el martes por la tarde en un encuentro que se prolongó durante unos 40 minutos. Según explicó después la propia consellera, los parlamentarios le trasladaron preguntas como, por ejemplo, si la Generalitat "prohíbe el uso del castellano" en los centros educativos. Simó considera que es una prueba de que esta misión de eurodiputados tiene "un desconocimiento importantísimo de la realidad pedagógica y sociolingüística catalana".

Misión de PP, Cs y Vox

La misión en cuestión está integrada por una docena de miembros, pero solo seis son oficialmente enviados del Comité de Peticiones, y la mayoría son de partidos de derechas, de ultraderecha o del grupo liberal. Justamente, los eurodiputados de los grupos socialdemócratas, los Verdes y la Izquierda Unitaria han boicoteado la delegación, tramitada por PP, Vox y Ciudadanos, para denunciar su "sesgo político" y no han enviado a miembros de forma oficial, sino solo "acompañantes".

Todos los acompañantes son españoles, entre ellos la presidenta del comité de Peticiones, la popular Dolors Montserrat, además de Rosa Estaràs (también del PP), Cristina Maestre (PSOE), Maite Pagazaurtundúa (Cs), Diana Riba (ERC) y Jorge Buxadé (Vox).