Pleno del Parlament

Aragonès apela a la responsabilidad de la oposición para tener presupuestos "cuanto antes"

El president deja en el aire la reunión de la mesa de partidos catalanes que se comprometió a convocar

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El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este miércoles en el Parlament.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, este miércoles en el Parlament. / Bernat Vilaró / ACN

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El Govern cerrará el año 2023 si tener garantizados unos nuevos presupuestos para 2024 y, este miércoles, el president Pere Aragonès ha dedicado su última intervención del año en el Parlament a buscar los apoyos necesarios para unas nuevas cuentas. Así, ha prometido unos presupuestos expansivos en materias como la salud, la educación y la vivienda y ha apelado a la responsabilidad de la oposición para poder aprobar estas cuentas "cuanto antes". "Es muy diferente tener unos presupuestos en vigor en marzo, que poder tenerlos en enero", ha argumentado.

El president ha aprovechado que en el último pleno del año ha reinado un cierto espíritu navideño entre los grupos. Eso se ha visto sobre todo en las intervenciones de Junts y el PSC: los dos han tendido la mano al Govern para aprobar estas cuentas. Ambos, por supuesto, con condiciones. Aragonès ha recogido el guante y, también con buen tono, les ha pedido que el acuerdo para las cuentas se concrete sin demora porque "será la mejor forma de alejar que el 2024 sea un año perdido".

Tanto posconvergentes como socialistas se abren a aprobar las cuentas, pero no lo harán gratis. El líder parlamentario de los primeros, Albert Batet, ha explicado ante el pleno su larga lista de propuestas que pasan porque el Govern mejore en la gestión de la sequía, la enseñanza y Rodalies, y también que "se atreva a hablar de los delincuentes multirreincidentes". El líder del PSC, Salvador Illa, no ha recordado sus peticiones específicas, pero sí ha pedido un Govern centrado en la "política útil" -entiéndase aquí que esté más pendiente de las políticas del día a día que del 'procés'- y que no tire de "inercia".

Tener presupuestos será la mejor forma de alejar que el 2024 sea un año perdido

Pere Aragonès

— President de la Generalitat

Con el apoyo del PSC y Junts, Aragonès tendría los votos necesarios para tener nuevas cuentas, pero difícilmente logrará los dos a la vez como se ha visto de las dos últimas negociaciones presupuestarias. Entonces, el president necesitará convencer también a los Comuns o a la CUP. Y estos dos partidos este mismo miércoles han escenificado que venderán caros sus votos. La CUP le ha afeado al Govern que aún no tenga respuesta a las propuestas presupuestarias que hizo llegar a la Generalitat hace más de dos semanas. "Tenemos la sensación de que nos engaña", ha lamentado la diputada anticapitalista Mar Ampurdanès.

También los Comuns, a través de su líder, Jéssica Albiach, ha hecho llegar su descontento al president. Consideran que el Govern no está cumpliendo el pacto presupuestario de 2023 -por ejemplo en materia de salud-, por lo que difícilmente podrá contar de nuevo con su apoyo. "No están desplegando ese acuerdo", ha lamentado.

El Govern cierra el año político con cuatro socios potenciales en la cámara para tener cuentas, pero sin ningún apoyo cerrado. Esto significa que Aragonès puede aspirar a aprobar los presupuestos que le permitirían agotar el mandato hasta 2025, aunque no tiene todas las garantías. En los pasillos de la cámara, la consellera de Economia, Natàlia Mas, ha asegurado que ella tiene "el trabajo técnico hecho". Solo necesita una señal para llevar las cuentas a la cámara y empezar el trámite.

Mesa de partidos en el aire

El último pleno del año también ha servido para constatar que Aragonès ha dejado en el aire la reunión de la mesa de partidos catalanes que se comprometió a celebrar una vez se hubiera resuelto de la investidura de Pedro Sánchez. Una reunión en la que quiere compartir su apuesta por un referéndum acordado. Su argumento ha sido que ahora mismo no ve la posibilidad de "llegar a acuerdos" y que, por lo tanto, no es el momento de convocar este instrumento.

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, al ple del Parlament.

El primer secretario del PSC, Salvador Illa, al ple del Parlament. / Francesc Voltas / ACN

Este incumplimiento le ha valido otro reproche de los Comuns, que le han recordado al president que está faltando a su palabra. "Primero dijo que la convocaría después de las municipales, luego en diciembre y al final nada", ha lamentado Albiach. Esta mesa de partidos es una petición explícita del PSC y los Comuns por lo que, si Aragonès quiere el apoyo de estos dos partidos a los presupuestos, tendrá que convocarla tarde o temprano.

Oposición... a Illa

El Parlament se despide de 2023 con Vox, el PP y Cs centrados en hacer oposición más a Illa que al propio Govern. En lo que se suponía que era la sesión de control a Aragonès, los tres líderes parlamentarios de la derecha ha coincidido en utilizar su turno de palabra para cargar contra Illa por el acercamiento del PSOE a los independentistas. Lo hacen porque los tres aspiran a crecer electoralmente a costa del votante del PSC descontento con los pactos de Sánchez con Junts y ERC.

La sesión navideña del Parlament ha tenido momentos incluso para el buen humor, como cuando el líder de Cs, Carlos Carrizosa, ha admitido que su formación "no está para tirar cohetes" en cuanto a expectativas electorales se refiere. Esto le ha valido un aplauso irónico de la bancada independentista. Pese a ello, se ha mostrado convencido que los actuales diputados naranjas van a durar más en el Parlament que "muchos" de los que han aplaudido.