Comparecencia en el Congreso

Marlaska defiende su política migratoria rodeado por duras críticas de la derecha y Podemos

Multimedia: 333 leguas de viaje en cayuco. Dolor y muerte en la crisis migratoria

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, interviene durante la sesión de control al Gobierno.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, interviene durante la sesión de control al Gobierno. / Eduardo Parra - Europa Press

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cabía esperar este miércoles que el ministro del Interior tuviera su choque más duro con la derecha por los escraches contra el PSOE y la amnistía en la calle Ferraz, pero se ha impuesto en las fricciones de la sesión de control al Gobierno la cuestión más de fondo para los interpelantes: la inmigración.

En su primera comparecencia en el Congreso de esta legislatura, Fernando Grande-Marlaska ha recibido agrias imprecaciones del PP y de Vox por la oleada migratoria que rompe en los muelles de Canarias. Aunque ha sido una diputada de Podemos, la canaria Noemí Santana, la que le ha hecho la más severa advertencia: "El pueblo canario no va a permitir que se nos convierta en una suerte de cárcel de Alcatraz para personas migrantes", ha dicho recordando el amontonamiento de arribados en el muelle de Arguineguín el año pasado.

Otra isleña, Cristina Valido, de Coalición Canaria, ha completado la advertencia: "Si las cosas siguen como siguen, todo va a empeorar. Nos vamos a enfrentar al mayor reto de este siglo, la inmigración, sin estar preparados. ¡Al hambre no lo para nadie!".

Acuerdo europeo...

El titular de Interior había pedido comparecer para explicar su política migratoria y sus gestiones para impulsar en Europa a un gran acuerdo sobre esta materia. El ministro ha empezado reclamando una mirada positiva sobre la llegada de extraños: "Debemos estar orgullosos de la diversidad y no lanzar nunca mensajes de miedo y odio, como a veces escuchamos aquí".

Marlaska ha descrito la política migratoria del Gobierno basándola en "los principios de seguridad y solidaridad", y en el "compromiso para salvar vidas y luchar contra las redes de tráfico de seres humanos con un enfoque solidario", y ha hecho un anuncio de calendario sobre el esperado -y muy retrasado- pacto europeo en materia de inmigración y asilo: "Estemos todos atentos a los días 18 y 19. Vamos a buen ritmo, estamos en posición clara de alcanzar un acuerdo político". Esos días se celebran trílogos europeos de importancia en Europa.

Están en discusión los reglamentos de Asilo, el Eurodac (datos compartidos de los migrantes) y el procedimiento de screening (toma de datos biométricos). "Tras casi ocho años debatiendo estas medidas -ha relatado- hoy nos encontramos en un momento clave para alcanzar un acuerdo. No será perfecto, pero debe ser eficaz, practicable, justo y equilibrado, además de lanzar un mensaje de unidad en un asunto que nos ha dividido demasiados años".

... y críticas españolas

El anuncio de este acuerdo europeo, y en general toda la intervención de Marlaska, ha sido recibido muy críticamente por la oposición. Para Podemos es "un pacto que normaliza a la extrema derecha" y "teñido de aporofobia", que contempla "que se pueda detener a niños de seis años". Incluso un aliado del Gobierno como Enrique Santiago (Sumar) le ha recriminado las devoluciones en caliente y el atasco en la resolución de peticiones de asilo.

La portavoz popular Ana Vázquez ha calificado a los aeropuertos de Madrid y Barcelona de "auténtico coladero" por el que entran ilegalmente "200.000 personas al año", y ha querido que constara en acta que "los narcos han entrado en España en el negocio de la inmigración, más de 300 narcolanchas que llegan a la península con migrantes".

La diputada gallega ha sentenciado: "Estamos ante los cinco peores años de gestión migratoria de nuestra historia", entre otras razones porque "las políticas de retorno son inexistentes desde que está Marlaska en el ministerio. Se expulsa menos de un 5% de los que entran, de 31.000 el año pasado, 1.300".

Le ha contestado Marlaska recordándole que ya le ha dicho muchas veces que "España es de los países europeos que más retornos hacen; pero ¿usted cree que los países de salida van a aceptar que les enviemos aviones de 300?". La inmigración es una importante vía de entrada de divisas para esos países, cuyos gobernantes "también se presentan a las elecciones", ha subrayado el ministro.

El diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro le ha espetado: "Es usted el peor ministro del Interior de la democracia española", y le ha acusado de no ser "capaz de defender de forma eficaz nuestras fronteras en Ceuta y Melilla", culpándole además de que "en El Hierro han entrado en este tiempo más personas que las censadas en la isla".

En esa misma intervención, con tácita continuidad argumental entre inmigración y seguridad ciudadana, ha señalado Gil Lázaro que "se han disparado todos los delitos violentos". Y Marlaska le ha negado la mayor: "España es el país más seguro de Europa".