Entrevista en TVE

Sánchez acusa al PP de 'lawfare' y defiende el verificador porque él "no se entiende" con Puigdemont

Sánchez llamará a Feijóo para negociar la renovación del CGPJ y rechaza “alterar las mayorías”

El PSOE y Junts se reúnen este sábado en Ginebra con un verificador

Puigdemont advierte al PSOE de que votará con el PP "si no hay avances suficientes"

Pedro Sánchez, durante la clausura del Congreso 10º Aniversario Multinacionales con España.

Pedro Sánchez, durante la clausura del Congreso 10º Aniversario Multinacionales con España. / José Luis Roca

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Pedro Sánchez considera que la situación en la política española es tan “excepcional”, con el PSOE y Junts condenados a entenderse para que avance la legislatura tras más de un lustro dándose la espalda y abonando la desconfianza, que la figura de un verificador internacional que medie en las relaciones entre ambos partidos resulta necesaria. En su primera entrevista tras lograr la investidura hace un par de semanas, el presidente del Gobierno ha mantenido la opacidad sobre la inminente cita con los posconvergentes, que en principio tendrá lugar este sábado en Ginebra, ha justificado con argumentos utilitarios su cambio radical sobre la amnistía y ha argumentado que en España ha habido casos de ‘lawfare’, como asegura Carles Puigdemont. O al menos, casos de “instrumentalización de las instituciones públicas de nuestro país”, como la ‘Operación Kitchen’ por parte del PP, en el que se utilizó a la Policía para “perseguir adversarios políticos y ocultar pruebas”.

“Es bueno que si dos no se entienden, haya un tercero que verifique y acompañe”, ha señalado el líder socialista en RTVE. “Se conocerá la persona que nos va a acompañar en ese proceso de diálogo, tanto con ERC como con Junts”, ha continuado Sánchez, que defiende la inclusión del mediador, pero al mismo tiempo reconoce que se trata de una figura extraña a la política española. “Es un mecanismo excepcional. Ojalá en un futuro no necesitemos un mecanismo de verificación, porque eso significará que hemos creado una confianza”, ha dicho. 

A partir de aquí, la relación con Junts se sigue moviendo en el casi total oscurantismo. Sánchez ni siquiera ha confirmado que la primera cita entre socialistas y posconvergentes tras la formación de Gobierno vaya a tener lugar este sábado en la ciudad suiza. “No estamos en condiciones todavía de decir dónde va a ser”, ha llegado a decir Sánchez, que ha pactado con Junts reuniones mensuales de este tipo durante todo su mandato. Si no hay avances, advirtió Puigdemont el pasado martes, los siete diputados posconvergentes podrían cambiar de bando y aliarse con el PP frente a la coalición del PSOE y Sumar. 

La amnistía

Sánchez se ha extendido mucho más sobre la amnistía. Como en otras ocasiones desde que hace poco más de un mes defendió por vez primera la medida de gracia, el jefe del Ejecutivo ha reconocido su cambio sobre esta iniciativa (que rechazaba sin medias tintas antes de las elecciones del 23 de julio) y se ha mostrado comprensivo con los electores que siguen sin compartirla, pero ha dejado claro que, en su opinión, el carpetazo judicial al ‘procés’, que permitirá la vuelta de Puigdemont sin ser juzgado, será “bueno” para España.  

Probablemente este [la amnistía] no era el paso siguiente que quería dar, pero es coherente con la política de diálogo en Catalunya”, ha señalado el secretario general del PSOE. La medida de gracia, ha continuado, incluso puede tener efectos positivos para los intereses del PP, que durante las últimas semanas se ha volcado en convocar manifestaciones en contra, porque implica la “recuperación” de Junts para la “gobernabilidad”. Es decir, los conservadores, que ahora mismo solo se entienden con la ultraderecha de Vox, tendrán otro aliado potencial. 

“En política, como en la vida, hay que optar entre las soluciones ideales y las posibles -ha concluido Sánchez-. La sociedad española se enfrentaba a dos disyuntivas tras el 23J. O contábamos con un Gobierno progresista para consolidar los avances o un Gobierno del PP con Vox. Y la segunda es si queríamos seguir en la senda de convivencia que ha sido validada por los propios ciudadanos en Catalunya. En política hay que decidir. Entiendo que haya electores que tengan dudas sobre esta decisión, pero les puedo garantizar que va a ser buena para la convivencia. Todo lo que hagamos estará dentro de la Constitución”.