Crisis interna

Feijóo da por amortizado a Alejandro Fernández y apuesta por "buscar" un nuevo líder en Catalunya

¿Qué está pasando en el PP catalán? Las claves del pulso de Alejandro Fernández a Feijóo

¿Investidura o elecciones? El pronóstico de los opinadores de EL PERIÓDICO

Alberto Núñez Feijóo acompañado de Alejandro Fernández

Alberto Núñez Feijóo acompañado de Alejandro Fernández / David Zorrakino

Carlota Camps

Carlota Camps

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las relaciones entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el actual presidente de los populares en Catalunya, Alejandro Fernández, es sabido que no son buenas. Pero cada vez parecen estar llegando más a un punto de no retorno y hasta el propio Feijóo habla ya abiertamente de "buscar" un nuevo dirigente. Aunque entre los planes de la actual cúpula de Génova hace tiempo que está la renovación de la cúpula catalana -igual que la de Euskadi-, la desautorización pública de Fernández a la estrategia del Feijóo en las negociaciones para su investidura marcaron un antes y un después. Y las diferencias se auguran ya irreconciliables.

Así lo ha explicitado en público este martes el propio líder del PP desde los micrófonos de 'Es Radio', cuando ha puesto como ejemplo de que los populares pueden cosechar unos buenos resultados en Catalunya a los alcaldes de Badalona y Castelldefels, Xavier García Albiol y Manu Reyes. Por contra, ha atribuido los malos datos en otras partes del territorio catalán a que no tienen líderes como ellos. "Tendremos que buscar", ha remachado, con la vista puesta a las próximas elecciones catalanas, previstas -si no hay adelanto- para febrero de 2025.

Feijóo también ha puesto como ejemplo de buen trabajo al candidato por Lleida, Xavier Palau, que consiguió quedar como segunda fuerza en las pasadas elecciones municipales y ha augurado que puede hacerse con la alcaldía dentro de cuatro años, además de mencionar el crecimiento electoral en Tarragona de la mano de la candidata en Tarragona, Maria Mercè Martorell. En cambio, no ha habido referencia alguna para Fernández.

Lo que sí ha afirmado es que para tener mejores resultados en Catalunya "hay que trabajar mucho" e "ir a todos los pueblos", también a los del "interior". Un aviso que se puede interpretar como una crítica velada a Fernández, ya que sus detractores siempre le han reprochado su bunkerización y falta de implicación en la vida orgánica del partido. Además, ha afirmado que hay "centenares de miles de votantes" catalanes "huérfanos" políticamente, que podrían votar al PP si se hace "bien".

Sin embargo, a pesar de las críticas, Feijóo no ha aclarado aún cómo prevé gestionar los cambios en la cúpula del PP de Catalunya, que lleva un año con el congreso de renovación aplazado. "Veremos las opciones que tenemos", se ha limitado a decir sin dar pistas ni del quién, ni del cómo, ni del cuándo.

Además, el hecho de que haya hablado de "buscar" un nuevo líder, puede dar a entender dos cosas: que da por amortizada la etapa de Fernández, pero también que aún no tiene su candidato. Aunque el hecho de que haya puesto como ejemplos Reyes, Albiol o Palau, es un indicativo. En cambio, no ha hablado de Daniel Sirera, ni tampoco de Dolors Montserrat, otros de los nombres que siempre están en las quinielas.

El congreso sigue aplazado

Cuando Feijóo cogió las riendas del PP, a principios de 2022, se propuso como objetivo fortalecer sus filas más flojas, las de Euskadi y Catalunya. Pero decidió no hacerlo de inmediato. Tras un año y medio, el PP vasco ha convocado ya un congreso el 4 de noviembre para escoger nuevo líder, que con toda probabilidad será el diputado señalado por Feijóo, Javier de Andrés. En Catalunya, sin embargo, el cambio en la cúpula parece que va para largo y puede ser bastante más complicado.

A diferencia del País Vasco, donde parece que De Andrés no tendrá ningún tipo de oposición, en Catalunya muchos dan por hecho que Fernández se postulará para el puesto -así interpretaron su desautorización pública a Feijóo- y que librará batalla en caso de que haya un congreso, por lo que Génova debe asegurarse de que su candidato tenga el aval mayoritario de la militancia. De momento, Fernández guarda silencio.