ERC plantea al PSOE recuperar el pacto de 2019 para abordar el referéndum

La irrupción la semana pasada del concepto referéndum ha sacudido las negociaciones para que Pedro Sánchez vuelva a ser presidente del Gobierno. ERC y Junts decidieron entonces vincular su investidura a que haya avances hacia la celebración de una consulta, lo que enfadó al PSOE. Pero, pese a la tensión evidente entre los dos partidos, lo que plantean los republicanos podría no ser tan inasumible para los socialistas ni el órdago que algunos interpretaron. De hecho, Esquerra ha precisado algo más sus condiciones respecto al referéndum y, en esencia, lo que plantea es que el PSOE renueve el compromiso que ya venía recogido en el primer pacto de investidura que firmó con ERC en diciembre de 2019. En definitiva, una renovación de votos.

Para empezar a preparar el terreno, los republicanos recurrieron el lunes a una de sus voces más autorizadas, la de su secretaria general, Marta Rovira. Fue ella la encargada de explicar que lo que le piden es "como mínimo asumir lo mismo que se asumió en 2019" en el primer acuerdo de investidura de Sánchez. "Lo que ya firmamos entonces", remachó en 'Catalunya Ràdio'. Si desempolvamos aquel pacto, tenía dos puntos clave: el primero, la creación de una mesa de diálogo en la que las dos partes tenían "libertad" para presentar las "propuestas" que considerasen -como por ejemplo el referéndum o como puede ser ahora el acuerdo de claridad que plantea Pere Aragonès-. La segunda, que cualquier acuerdo de la mesa sería sometido luego a "consulta de la ciudadanía de Catalunya".

Rovira avisa al PSOE de que con la amnistía no basta y pide retomar la mesa de diálogo para el referéndum

Así, a Esquerra le valdría con al menos volver a exactamente a ese punto y es que el PSOE acceda a que los dos gobiernos -el central y la Generalitat- puedan abordar de tú a tú la celebración de un referéndum. Esto no presupone que el PSOE deba abrazar la autodeterminación, sino la escenificación que la negociación tiene que continuar los próximos cuatro años. Ya lo dijo el 'president' en el debate de política general: de lo que se trata es de "establecer las bases".

En definitiva, y aunque no puedan verbalizarlo así, lo que buscan los republicanos es poder ofrecer a su electorado algo más que una ley de amnistía para que la foto final que quede es que la negociación sobre el referéndum, y, por lo tanto, sobre el "conflicto político", continúa. Rovira lo resumió así: "No queremos investir a Sánchez solo con una ley de amnistía". "Que repitan el acuerdo de 2019", ahondan fuentes del partido. Las mismas fuentes recuerdan que, pese a que la cuestión del referéndum ha avivado la tensión, se trata de una condición que llevan fijando "desde finales de julio".

Una etiqueta por reformular

Para recuperar ese acuerdo de 2019 existe un problema añadido. En el pacto de hace cuatro años se acuñó el término "mesa de diálogo", que es una etiqueta que probablemente deberá reformularse. ERC reivindica que de aquella mesa salieron los indultos y la derogación de la sedición que han acabado sentando las bases para la amnistía, pero a la vez admite que es un término que también ha quedado desgastado. En gran parte, lamentan, por la oposición y por el desdeño continuo de Junts. Rovira señaló que la mesa del diálogo es un término que "se ha ridiculizado mucho", pero fijó que el esquema, con este u otro nombre, debe continuar siendo el mismo: "Tenemos que poder hablar en una mesa de negociación sobre cómo se vota en Catalunya". Fuentes socialistas, pese a mantener el rechazo al referéndum, recibieron positivamente la intervención de la dirigente republicana.

Tenemos que poder hablar en una mesa de negociación sobre cómo se vota en Catalunya

Marta Rovira

— Secretaria general de ERC

ERC ya intentó hace unos dos años cambiar la marca. Como la 'mesa de diálogo' tardó mucho en arrancar y al principio se asoció públicamente más a fracasos que a éxitos, intentó pasar a 'mesa de negociación', pero pocos lo compraron. Recuerda un poco a lo que pasó con el gobierno de izquierdas PSC-ERC-ICV que lideró la Generalitat entre 2003 y 2010. Empezó con la marca 'tripartito' y, cuando los propios protagonistas quisieron cambiarla por 'Govern d'entesa o Govern de progrés', ya era demasiado tarde para hacerlo. Aún hoy se sigue hablando de 'tripartitos' para pactos a tres bandas en sentido peyorativo.

Pero valga esta regresión a la Generalitat de principios de siglo para resumir que el conflicto entre ERC y el PSOE por la irrupción del referéndum en la negociación podría ser más un problema de etiquetas que de fondo. Es decir, que para los republicanos no debería ser problema volver al acuerdo de 2019. Un acuerdo que ya firmó el PSOE en su día y que ha valido para avanzar hacia la desjudicialización del conflicto, pero no para abordar el referéndum. Y esta segunda parte es la que, precisamente, quiere ahora Esquerra.

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