Debate de política general

Aragonès exige a Sánchez fijar antes de 2027 las bases para un referéndum en Catalunya

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Aragonès exige a Sánchez que Catalunya fije esta legislatura las condiciones para un referéndum si quiere ser investido

Aragonès exige a Sánchez que Catalunya fije esta legislatura las condiciones para un referéndum si quiere ser investido. / FERRAN NADEU / VÍDEO: ACN / PARLAMENT

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El debate de política general en Catalunya ha servido para que Pere Aragonès enviara un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la negociación para su investidura. Para el jefe del Govern no basta con la amnistía para llegar a un acuerdo con el PSOE, también es necesario llegar a un acuerdo para que "Catalunya vote" sobre su futuro político. Así, el 'president' ha exigido al líder socialista "valentía y decisión" para abordar la negociación de esta consulta. "Con la amnistía no es suficiente [...] Hay que abrir paso para que Catalunya decida su futuro", ha espetado, desde el Parlament dos horas antes del comienzo del debate de investidura del postulante del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso.

¿Qué plantea exactamente el 'president'? Pues que la legislatura 2023-2027 sirva para que la Generalitat y el Gobierno se sienten en una mesa -la de diálogo, por ejemplo- para "fijar las condiciones para poder votar" sobre "el futuro político de la nación" catalana. A partir de aquí, Aragonès acudirá a la cita con su propuesta de acuerdo de claridad inspirado en el caso del Quebec. Un acuerdo que está confeccionando un grupo de académicos que él mismo designó y que tiene la misión de plantear un camino para llegar a un referéndum reconocido por las dos partes, eso es, pactado. Una votación que, a diferencia de las consultas de 2014 y de 2017, esta vez debería conseguir convocar a toda la ciudadanía y no solo al independentismo. La Generalitat, a su vez, espera que el PSOE acuda a esta mesa con su propia propuesta.

La importancia que Aragonès le da a la negociación con el PSOE se ha visto des del primer minuto de su intervención ante el hemiciclo catalán. Tras una breve introducción, ha entrado en seguida al principal asunto que quería tratar: que el independentismo tiene "la llave" de la gobernabilidad del Estado y que tiene que saber usar. Un aviso dirigido a los socialistas pero también a Junts, ya que los votos del partido del 'expresident' Carles Puigdemont son tan decisivos como los de ERC. "Tenemos la llave y hay que utilizarla para que Catalunya vote. Amnistía y autodeterminación. Democracia y libertad", ha zanjado. El guiño a Junts ha incluido el deseo poder recibir pronto al 'expresident' Puigdemont en el Palau de la Generalitat.

Tenemos la llave y hay que utilizarla para que Catalunya vote. Amnistía y autodeterminación. Democracia y libertad

Pere Aragonès

— Presidente de la Generalitat

Para los más escépticos con su planteamiento para la autodeterminación, Aragonès ha recordado que nadie esperaba que el PSOE concediera los indultos y al final llegaron, igual que nadie esperaba la amnistía y se está negociando en estos momentos. Ahora, por lo tanto, el 'president' cree que le ha llegado la hora a la tercera y última fase de "la resolución del conflicto" político: el referéndum. Des del Palau de la Generalitat creen que hay la "oportunidad histórica" para hacerlo. "Tenemos la oportunidad de dar un gran salto adelante", ha remachado Aragonès.

Pese a presionar a Sánchez con la amnistía y la autodeterminación -también con el traspaso integral de Rodalies y la reducción del déficit fiscal-, el líder del ejecutivo catalán ha querido marcar distancias desde el principio con Feijóo al que ha calificado de postulante "de la derecha y de la ultraderecha". Es una forma que tiene el jefe del Consell Executiu para conceder al PSOE que, pese a elevar el listón de sus exigencias, no es partidario de llevar las negociaciones al límite hasta forzar una repetición electoral. "Feijóo fracasará porque Catalunya le ha derrotado", ha dicho, recordando los resultados de las elecciones generales del pasado 23 de julio.

Anuncios y presupuestos

Pero Aragonès no solo puede vivir de poner condiciones a Sánchez, ya que también tiene que buscar sus propios apoyos en Catalunya para poder gobernar. Ahora no los tiene. La semana que viene se cumplirá un año desde que la alianza con Junts en el Govern se rompió y, desde entonces, gobierna en solitario y con el único apoyo de 33 de los 135 diputados del Parlament. Para lograr los avales que le faltan, ha quedado claro que seguirá la misma estrategia que en los últimos años: presentar unos presupuestos de la Generalitat expansivos para encontrar a dos formaciones que estén dispuestas a negociarlos y apuntarse juntos los avances sociales que incluyan.

Este martes ha anunciado tres: la ampliación a toda la educación obligatoria del cheque escolar que la Generalitat entrega a las familias para comprar material; la ampliación hasta los 30 años de los descuentos para jóvenes en materia cultural y, finalmente, la puesta en marcha de un plan lingüístico para enseñar catalán a todos los trabajadores del sistema de salud público de Catalunya que aún no lo dominan. Educación, juventud y lengua, una forma de decir que invita a negociar las cuentas públicas a la CUP, Junts, el PSC y los Comuns. De conseguir sus terceros presupuestos en tres años dependerá en gran medida que pueda agotar la legislatura hasta febrero de 2025. De lo contrario, la presión de la oposición para adelantar los comicios podría convertirse en insoportable para el Govern. 

Aragonès había avisado a los suyos de que el de este martes sería un discurso largo y no ha defraudado lo prometido. Más de dos horas de intervención en las que, en su mayor parte, ha buscado sacar pecho de la labor que ha hecho su Govern en la primera mitad del mandato y en plantear cómo debe ser la "Catalunya de los ocho millones" de ciudadanos.

Ha hablado, entre otras cuestiones, de los buenos registros de las exportaciones, del récord de afiliaciones de la Seguridad Social, de la incorporación de nuevos profesores al sistema educativo y de la estabilización de 12.000 trabajadores públicos interinos. Aragonès, en definitiva, se reivindica decisivo para la investidura de Sánchez en el Congreso, pero no se olvida de que también debe buscar la forma para mantener la batuta de la Generalitat, aunque sus potenciales aliados -de Junts a PSC, pasando por los Comuns- cargaron contra el discurso y lo tacharon de "decepcionante".

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