La ANC marcó distancias con Puigdemont en la reunión previa a su conferencia en Bruselas

El 'expresident' Carles Puigdemont reunió el martes, antes de su conferencia en Bruselas, a representantes de todos los actores independentistas de relieve para avanzarles el sentido de su discurso sobre las condiciones previas para iniciar las negociaciones para un eventual pacto de investidura con el PSOE. Fue una reunión cordial salvo porque la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, se desmarcó del tono conciliador cuando se comentó que ese era un encuentro parecido a los del llamado 'G-7 independentista'.

El G-7 fue el intento de trazar una estrategia conjunta del independentismo por parte de todos los actores implicados, desde los partidos a las entidades y pasando por la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y el Consell de la República que preside Puigdemont. Las reuniones duraron casi un año pero no llegaron a buen puerto porque, según la versión de Junts, fue ERC la que no aceptó que el 1-O supusiera un mandato vigente, aunque los republicanos sostienen que fue la posconvergencia la que lo dinamitó cargando contra su estrategia negociadora en Madrid. En todo caso, no se logró la unidad perseguida.

Este es el precedente de la reunión de este martes, que duró apenas una hora y se movió en la cordialidad. Carles Riera, por la CUP; Xavier Antich, por Òmnium Cultural; Francesc-Marc Àlvaro y Teresa Jordà, por ERC; Toni Castellà, como representante del Consell de la República, además de representantes de la cúpula de Junts, entre otros, escucharon a Puigdemont avanzar los términos de su conferencia.

En ese contexto, fue cuando alguno de los presentes apuntó que ese encuentro se estaba pareciendo al llamado G-7. Feliu respondió de inmediato que no era así y que esa iniciativa la asumió el anterior secretariado de la ANC, y no el vigente que ella preside. De este modo Feliu se desmarcaba de cualquier atisbo de interpretación de la reunión de este martes en clave política.

Mediación internacional

La cita siguió con normalidad porque ninguno de los presentes recogió el guante crítico de Feliu y se mantuvo el tono, basado en la explicación de Puigdemont sobre lo que iba a exponer públicamente minutos más tarde. El 'expresident' apuntó algunos detalles como el hecho de que la mediación que reclama al PSOE para iniciar la negociación ha de ser de carácter internacional.