Feijóo y Abascal consolidan su alianza ante "el momento de excepcionalidad nacional"

Una reunión cordial entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Ninguno mostró excesiva complicidad. Y mucho menos entusiasmo, a pesar de haberse consolidado como socios tras el ciclo electoral autonómico y municipal. Es la primera imagen conjunta desde que el dirigente gallego llegó a la presidencia del PP y que hasta el momento había ido esquivando.

Feijóo tiene este martes la segunda reunión con un líder político en el marco de los contactos que ha emprendido para su debate de investidura, que se celebrará a finales de septiembre, y que salvo un giro de guion inesperado, está abocada al fracaso. El primero fue el de Pedro Sánchez la semana pasada, donde pidió al socialista que le hiciera presidente dos años para acometer las "grandes reformas" a través de un gran pacto de Estado.

La cita de este martes con Abascal, que empezó puntual a las diez de la mañana, servirá para volver a confirmar el apoyo de los 33 diputados de Vox.

El partido ultra ya los confirmó a principios de agosto en un comunicado, cuando renunció expresamente a formar parte de un hipotético Gobierno de Feijóo. Así se lo trasladó también al Rey el líder de Vox y por eso, en realidad, el líder popular tiene el encargo del jefe del Estado. Porque en este momento supera en apoyos a Pedro Sánchez: los 137 del PP, los 33 de Vox, el escaño de Coalición Canaria y el de UPN alcanzan con los 172. Lo que tiene casi imposible es conseguir los cuatro que le llevarían a la mayoría absoluta.

Como publicó El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, para el PP era esencial que Vox dijera claramente que no exigiría tener ministros en un Gobierno de Feijóo porque es lo que le permitía atar el escaño de los nacionalistas canarios y, sobre todo, seguir intentando atraer al PNV. Sin eso, no había nada que hacer. Y por eso el acuerdo en la Región de Murcia entró en las negociaciones. La cesión de Vox a nivel nacional subió el precio para el acuerdo murciano y forzó su entrada en el Gobierno pese a las resistencias de Fernando López Miras.