Investidura compleja

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La Eurocámara anuncia el inicio del suplicatorio contra Puigdemont y Comín

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Fidel Masreal

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Por si a alguien le había quedado poco claro quién manda en Junts cara a la negociación de investidura con el PSOE, el 'expresident' Carles Puigdemont ha enviado un nuevo mensaje en las redes sociales para fijar personalmente la posición exigente y ambiciosa de su partido, a la misma hora curiosamente que la ejecutiva del mismo debatía al respecto de cómo afrontar el diálogo. Puigdemont ha lanzado un doble mensaje. En clave interna: aquí negocia él y nadie más en su nombre. En clave externa: Pedro Sánchez no puede ni mucho menos dar por hecho o encarrilado el 'procés' de investidura.

En su mensaje en X, anteriormente Twitter, el exjefe del Govern ha detallado que no existe "ninguna negociación en marcha con nadie" y que tampoco se ha presentado "ningún proyecto de amnistía a ningún partido" tras el pacto para la Mesa del Congreso con el PSOE. El líder de Junts ha anunciando que el martes fijará en Bruselas la posición del partido de cara a la negociación para investir a Sánchez y ha precisado que lo que ha existido hasta el momento son muestras de diálogo. También ha desvinculado las decisiones del Consell de la República, que él lidera, de las conversaciones con los socialistas.

En su publicación, Puigdemont ha explicado que el martes, en el contexto de unas jornadas de los parlamentarios de Junts en Bruselas, saldrá al paso de "especulaciones" y "conclusiones erróneas" sobre la posición del partido posconvergente y el estado de las conversaciones con distintos "actores políticos". De este modo, el dirigente soberanista desautoriza a las (pocas) voces internas que han trasladado que existen vías abiertas de negociación con el PSOE.

Además, ha vuelto a lanzar dardos contra las versiones que se ofrecen del actual momento político. Él quiere ser el único protagonista y quien valide, o no, los avances que se produzcan, y lo hará en un contexto de secretismo extremo en Junts para evitar disensiones y fugas de información que faciliten las cosas a los adversarios políticos. A saber, el PSOE y ERC. Así, ha añadido que para blindar las conversaciones ha decidido "no hablar ni a través de intermediarios ni tampoco a través de los medios", por lo que rechaza los que se creen "ficciones" sobre la actuación de JxCat.

El marco negociador

Puigdemont definirá "el marco que Junts propondrá a todos los que se interesen por abrir negociaciones", eso es, las condiciones a Sánchez. En primer lugar, la exigencia de una ley de amnistía que deje sin efecto los delitos relacionados con el referéndum de 2017. Eso implicaría no a los 4.200 ciudadanos que según la entidad soberanista Òmnium Cultural han sido 'represaliados' por el Estado, sino a algunos centenares.

Ese posible acuerdo de amnistía no certificaría el pacto Junts-PSOE sino que abriría, de hecho, la negociación de los otros frentes, apuntan: el derecho de autodeterminación (ahí Junts no pretenderá 'cobrar por adelantado' antes de la investidura, consciente de que el PSOE no concederá el referéndum) y, en especial, el reconocimiento del Estado plurinacional.

Reconomiento y reciprocidad

Puigdemont tiene en su frontispicio las palabras reconocimiento y reciprocidad. Reconocimiento de Catalunya como nación, como sujeto político. Ese concepto es para él más valioso que los llamados "dividendos" del pujolismo. Pero en la negociación también debería encararse cuestiones clave del soberanismo como la financiación de Catalunya, la mejora de las infraestructuras y del autogobierno en ámbitos sectoriales desde las becas a las políticas sociales.

Puigdemont quiere marcar la agenda y el mismo martes, horas después de su intervención, inaugurará junto al 'exconseller' Toni Comín una exposición dedicada a "la contribución de Catalunya al progreso social y económico de Europa" en la que, según apunta Junts, se hace un repaso a los momentos "históricos" en que la autonomía ha contribuido a la formación de la actual estructura comunitaria europea.

El hecho de que la exposición se despliegue en la Eurocámara añade interés informativo ante la posibilidad de que representantes de otras formaciones políticas acudan a la misma. Como avanzó EL PERIÓDICO, Puigdemont se plantea que en caso de acuerdo para investir a Sánchez, la rúbrica del mismo tenga lugar en Waterloo en presencia de altos dirigentes del PSOE o del Gobierno como acto de desagravio a su figura y para que sea reconocido formalmente como interlocutor político válido.

La exposición que inaugura Puigdemont coincidirá con una jornada doble de trabajo de los diputados de Junts en el Parlament, el Congreso, el Senado y el Europarlamento, que tendrá lugar en la misma ciudad y en la que el 'expresident' hará la intervención inicial para fijar posición. Esta reunión, habitual al inicio de curso, servirá para mantener la cohesión interna.

Catalunya y Europa

Con la exposición sobre la contribución de Catalunya a la UE, Puigdemont y Comín retoman el hilo desplegado durante décadas por el nacionalismo de CiU, que hizo bandera de su europeísmo -y atlantismo-. Ahora el 'expresident' da otro paso en la dirección de mantener en la UE su prioridad política como palanca de resolución del conflicto catalán.

Desde su marcha a Waterloo, el dirigente independentista ha proclamado que la justicia y las instituciones comunitarias sí garantizaban, a diferencia del Estado español, sus derechos y libertades y podrían contribuir a la resolución del 'procés'. Sin embargo, la justicia europea ha dado este verano un severo revés a la lucha de Puigdemont por la inmunidad parlamentaria y está pendiente de la resolución del caso.