Elecciones 23-J

El voto dual de Catalunya: distintas papeletas en el Congreso y en el Senado

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BARCELONA 23/07/2023 Política. Elecciones generales en España 23-J 23J Noche electoral en la sede del PSC, dónde la candidata socialista Meritxell Batet ha valorado los resultados En la foto Salvador Illa FOTO de FERRAN NADEU

BARCELONA 23/07/2023 Política. Elecciones generales en España 23-J 23J Noche electoral en la sede del PSC, dónde la candidata socialista Meritxell Batet ha valorado los resultados En la foto Salvador Illa FOTO de FERRAN NADEU / Ferran Nadeu

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

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La noche electoral del 23-J dejó sobre la mesa dos premisas claras en Catalunya. La primera, que el PSC arrasó en las urnas, superando el número de votos que cosecharon ERC, Junts y la CUP juntos y, la segunda, que el independentismo se desplomó por debajo del millón de electores. Sin embargo, los datos muestran una tercera realidad: se produjo un voto dual. El PSC, tras insistir en que era el voto útil para frenar a PP y Vox, aglutinó parte del voto de izquierdas e independentista en la votación al Congreso, pero, en cambio, no en el Senado, donde tanto ERC como Junts obtuvieron mejores resultados que en la Cámara baja. Los resultados de Sumar-En Comú Podem fueron más erráticos.

Al término del recuento, el PSC fue uno de los claros ganadores de la noche. Tanto dentro como fuera de Catalunya. Se hizo con 19 de los 48 escaños que se reparten en las cuatro circunscripciones catalanas, aportando más del 15% de los diputados que están permitiendo a Pedro Sánchez intentar su investidura. Y esa superioridad la demostró también en el Senado, haciéndose con 12 de los 16 asientos que se reparten en Catalunya. Sin embargo, no lograron el mismo respaldo. Los senadores más votados del PSC obtuvieron un 11% menos de apoyo que la lista del partido a la Cámara baja.

En el cierre de campaña, Salvador Illa y Meritxell Batet, mano a mano, se encargaron de dejar bien claro que era necesario frenar a la derecha, tanto a la de Alberto Núñez Feijóo como a la de Santiago Abascal. "No se cortan ni un pelo en decir que las cosas van a ir a peor que en 2017 si ellos gobiernan", dijo el secretario general del PSC antes de recalcar que para evitarlo había que votar a Sánchez. Todas estas constantes llamadas de al voto útil acabaron funcionando. Al menos, en el Congreso.

Los datos dejan bien claro la hegemonía del PSC en las urnas, pero muestra también como un votante independentista les dio el voto para la Cámara baja, pero no para el Senado, donde optaron por respaldar a ERC, Sumar y Junts. En Barcelona, los socialistas lograron 946.055 papeletas blancas, mientras que el senador del PSC con mayor respaldo en esta circunscripción obtuvo 102.153 votos menos, una bajada del 10,8%. Los datos se repiten en las otras tres provincias: en Tarragona el senador del PSC más votado tuvo un 11,25% menos de apoyos que la papeleta al Congreso; en Girona fue un descenso del 11,7% y en Lleida una bajada del 11,8%.

En Sumar-En Comú Podem, que no obtuvo representación, también se produjo un efecto similar. Salvo en Barcelona, donde su primer senador obtuvo un 2,25% más que la lista del Congreso, en las otras tres circunscripciones fue al reves, su senador más votado logró menos apoyo que la candidatura a la Cámara baja: en Lleida un 1,42%; en Girona un 7,95% y en Tarragona un 10,17%. 

El voto cambiante

Lo contrario ocurre en el bloque independentista. Aunque desde las elecciones generales de noviembre de 2019 ERC se ha dejado por el camino más del 47% de los apoyos -ha caído hasta la tercera fuerza en Catalunya, logrando 462.883 votos- y ha pasado de tener 13 escaños en el Congreso a solo siete, en el Senado ha logrado resistir y revalidar los tres asientos que obutvo hace cuatro años. En gran parte se debe a que el voto independentista y el de Sumar ha primado la ideología a la hora de marcar los tres senadores.

El sistema electoral español establece que en cada provincia se eligen cuatro escaños para la Cámara alta, aquellos candidatos que obtienen más votos. En Barcelona, el PSC se hizo con los tres primeros y, según los datos del Congreso, debería haber correspondido a Sumar o al PP, que quedaron en segunda y tercera posición, respectivamente. Sin embargo, Joan Queralt, de ERC, fue el cuarto senador más votado, logrando 153.167 apoyos más de los que tuvo su partido en el Congreso, un incremento del 46,93%. En Tarragona y Lleida, donde sí fueron la segunda fuerza, también obtuvieron un 11,25% y un 11,77% más de votos, respecticamente. En Girona, ERC tuvo 18.334 votos más (una diferencia positiva del 38,8%), pero el senador se lo quedó Junts.

En una situación similar se encuentra Junts, que ha visto como su senador más votado en cada una de las circunscripciones obtenía entre un 11,1% y un 16,4% más que su lista de diputados al Congreso. Sin embargo, los posconvergentes solo han logrado hacerse con un único senador, el último de Girona, y pierden dos respecto a las elecciones de 2019.

¿Y la CUP?

Además de los electores que hayan podido optar por el PSC para el Congreso y por un senador de ERC o Junts en la papeleta sepia, también influye que la CUP, la tercera candidatura independentista, no presentó lista al Senado por lo que los cerca de 99.000 votantes que tuvieron en toda Catalunya (dos tercios fueron en Barcelona) pudieron optar también por los republicanos catalanes o por los posconvergentes.