Junts fía el 23-J al ‘efecto Puigdemont’ y entra en el cuerpo a cuerpo con ERC y el PSC

Junts vuelve a jugar la carta del "'president' legítimo". Lo hicieron en las elecciones de 2017 con el mensaje de “para que vuelva el 'president', hay que votar al 'president'". Lo repitieron en todos lo comicios que vinieron después -las generales y europeas de 2019 y también las catalanas de 2021, donde fue candidato virtual-. Y lo han vuelto a hacer este domingo, desde Amer, el pueblo natal del 'expresident' Carles Puigdemont, donde los posconvergentes han decidido celebrar el mitin central de campaña.

En una aparición por videoconferencia, en la que ha sido ampliamente vitoreado a gritos de 'president', Puigdemont se ha dirigido a los abstencionistas, a quien ha querido avisar de que Catalunya no se defiende "con las manos en los bolsillos". Así, para contrarrestar a aquellos que defienden que los independentistas no tienen nada que hacer al Congreso de los Diputados, Puigdemont ha justificado que es necesario estar "en todas las trincheras" y, a pesar del varapalo del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) levantándole la inmunidad europarlamentaria, ha asegurado que "nunca claudicará" en defensa de la independencia.

En la recta final de la campaña, Junts lo vuelve a fiar todo al 'efecto Puigdemont' para intentar seducir a los independentistas "enfadados" que tienen previsto abstenerse en estos comicios y que el partido calcula que les puede hacer daño el próximo 23 de julio.

Aunque la ubicación del mitin ya era una clara declaración de intenciones, lo ha hecho explícito el secretario general del partido, Jordi Turull, que, intentando tocar la fibra, ha pedido a los que "tienen dudas de ir a votar" que lo hagan "en nombre de Puigdemont, que querría votar y no puede". Según Turull, no tener un buen número de diputados catalanes en Madrid es darles "barra libre".

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Contra la mesa de diálogo de ERC

En la recta final de la campaña, Junts, además de hacer llamadas a los abstencionistas, entrará aun más en el cuerpo a cuerpo con ERC, con la que en los últimos días ya ha aumentado la hostilidad. Hoy lo ha hecho Puigdemont, que les ha acusado de buscar "aplausos fuera de casa" e intentar "caer bien" en Madrid, y lo ha repetido Turull, acusándoles de votar "leyes con la bandera progresista, pero que quitan competencias".

Sin embargo, quien lo ha hecho con más contundencia ha sido el cabeza de lista al Senado, Toni Castellà. El también líder de Demòcrates, que va en coalición con Junts, ha asegurado que la mesa de diálogo ha sido "un caballo de Troya" que "solo ha provocado represión, pérdida de competencias y blanqueo de los españoles". "Gabriel Rufián, te han tomado el pelo, lo has perdido todo", ha llegado a decir Castellà, quien ha asegurado que ERC "no se merece que lo lidere quien lo lidera". 

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"No vamos a investir a ningún presidente"

Además, con el Monestir de Santa Maria d'Amer de fondo, Junts también ha lanzado múltiples mensajes contra el PSOE. De hecho, este será otro de los objetivos de los próximos cinco días de campaña: intentar torpedear la posibilidad de que algunos independentistas acaben escogiendo la papeleta del PSOE para contrarrestar un posible voto de PP y Vox. Y una de las voces que lo ha hecho con más contundencia ha sido la líder de Junts, Laura Borràs.

A pesar de admitir que las formas son diferentes, Borràs ha asegurado que el PP quiere "embestir contra la lengua, la cultura y las aspiraciones democráticas de Catalunya", pero que el PSOE quiere "que nos rindamos". Por este motivo, ha avisado de que Junts no se presenta a estas elecciones para "investir ningún presidente español". "La cuestión no es investir o no investir, la cuestión es avanzar hacia la independencia", ha advertido.

También lo han hecho los cabezas de listas de las cuatro provincias catalanas, encabezados por Míriam Nogueras, que ha asegurado que "cuando se trata de Catalunya, las izquierdas españolas pactan". Así, ha recordado la unión de PSC, Comuns y PP para noquear la investidura de Xavier Trias al Ayuntamiento de Barcelona o que en 2017 la aplicación del 155 fue votada tanto por el PP como por el PSOE.