Juicio en la Audiencia de Barcelona

El exjefe de investigación de los Mossos afirma que un sargento hizo de escolta de Puigdemont tras ser fichado como asesor de Interior

El fiscal reclama seis años de prisión para Buch por el escolta de Puigdemont

El exconseller Buch, al banquillo por fichar como asesor al escolta de Puigdemont

J. G. Albalat

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El exjefe de investigación de los Mossos d'Esquadra Toni Rodríguez ha afirmado este miércoles que el sargento del cuerpo Lluis Escolà Miquel estuvo haciendo labores de protección del expresidente Carles Puigdemont en Bélgica antes y después de que fuera nombrado asesor por el 'exconseller' de Interior, Miguel Buch, aunque el procedimiento administrativo fue "legal" por ser un cargo de confianza. Según este testigo, no fue el único policía de la Generalitat que hizo estos trabajos de seguridad, identificando a unos cinco, "aunque sabemos que hay bastantes más", ha precisado. Desde este miércoles se se sentientan en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Barcelona el exexpolítico catalán y el agente. Está previsto que Puigdemont declare el viernes como testigo a través de videoconferencia.

El fiscal Pedro Ariche reclama seis años de prisión y 27 años de inhabilitación para Buch por los delitos de malversación y prevaricación, así como cuatro años y seis meses de prisión e inhabilitación para el mosso. Según la acusación, el sargento prestó "servicio activo" hasta el 29 de octubre de 2017, siendo jefe del área de escoltas del entonces 'president'. El 28 y 29 de octubre de 2017 (los días posteriores a la DUI), Escolà, atendiendo a la petición "expresa" de Puigdemont, señala , se presentó en el domicilio de este en Sant Julià de Ramis, en Girona, y organizó, con la ayuda de otros dos mossos, un dispositivo "clandestino" para acompañar al 'expresident' hasta Francia, donde tomó un avión que lo condujo a Bélgica. A raíz de una investigación interna, el policía fue trasladado a la comisaría de Martorell de forma provisional, donde, después de su incorporación, cogió la baja laboral.

La fiscalía sostiene que desde el 30 de octubre de 2017 hasta el 20 de julio de 2018, Escolà "no ejecutó un solo de servicio activo" y, en cambio, realizó numerosas salidas al extranjero, "al objeto de prestar labores de custodia y seguridad" para Puigdemont. Posteriormente, se creó una nueva plaza de asesor en la Conselleria deInterior que fue ocupada por el sargento el 27 de julio del 2018. Para la acusación, el propósito era "procurar" desde el Govern y con cargo a fondos públicos un servicio de escolta a Pugidemont. Desde el 27 de julio del 2018 hasta el 13 de marzo del 2019, el mosso imputado viajó a Bélgica, Suiza, Países Bajos e Irlanda. De los 224 días que Escolà fue asesor, 103 permaneció fuera de España y en otros 20 se desconoce su ubicación. Sus honorarios ascendieron a 52.712 euros.

Relación de "cercana y de confianza"

El intendente Toni Rodríguez, que en su día denunció haber sido cesado de su cargo por blindar la investigación de Buch, ha definido a Escolá como una persona que "tenía una relación de Puigdemont muy cercana y de confianza", al haber estado en su servicio de escolta, y con "afinidad ideológica con la postura indepedentista". Durante la vista, ha explicado como este mossos participó en la salida de España del exmandatario y que posteriomente realizó las labores de protección del expresidente en Bélgica. El testigo ha añadido que tras ser trasladado el acusado a Martorell por ayudar al expresidente, el sargento encadenó bajas laborales y permisos, no volviendo a trabajar hasta que fue nombrado asesor.

Las pruebas de esos viajes son los múltiples mensajes y fotografias difundidos por Escolà en las redes sociales, ha relatado el testigo. "Cuando es nombrado asesor, Escolà estaba ya en Bélgica", ha subrayado. El intendente ha precisado que durante las pesquisas no hallaron datos que corroboraran que el sargento había estado en la sede de la Conselleria de Interior y no se registró la entrada de ningún informe suyo, ni se localizó agenda de contactos. Sin embargo, a preguntas de la defensa, ha reconocido que Interior les comunicó la existencia de 14 informes (los investigadores dudan de la autoría), que los asesores no fichan y que solo se registran los documentos cuando parten del exterior. "Su nombramiento creó estupefación y sorpresa en el cuerpo", ha insistido Rodríguez, ante la estupefación de las defensas.

La carta y la decisión

El exjefe de investigación han explicado como el que entonces era director general de la policía dirigió una carta a la secretaria de Estado de Seguridad para que se autorizara un servicio de seguridad para Puigdemont en el extranjero, como expresidente de la Generalitat. El fiscal considera que esta acción fue realizada "siguiendo instrucciones" de Buch, aunque el testigo ha concretado, al leerla y a preguntas de la defensa, que fue a petición de la Conselleria de Presidència. La acusación argumenta que el 'exconseller', "sin esperar respuesta alguna", decidió "dar cumplimiento a los precedentemente acordado" con Puigdemont, que antes había solicitado las prerregotivas como expresidente, de facilitarle un servicio de protección "a costa del erario público". De ahí que se creara, indice, la plaza de asesor en Interior y que fuera nombrado Escolà.

La que era directora de Funció Pública, Pilar Sorribas, ha asegurado que la descripción que se hacía de las funciones que havia de ejercer Escolà era correcta y, por tanto, no se tiró atrás, ni se puso ningún impedimento. Ha recaldado que el nombramiento del sargento como asesor no supuso ningún incremento de presupuesto, ni del límite de personal eventual para dada departamento de la Generalitat, ya que se compensó con dos plazas de funcionarios.