Feijóo asume el "ruido" por las contradicciones con Vox y confía en que "baje" para el 23J

La toma de posesión de

Isabel Díaz Ayuso

, que tras el 28 de mayo se hizo, por fin, con su mayoría absoluta, estuvo contaminada por los pactos del PP y Vox. Por una vez, el protagonismo se dirigió a otros barones autonómicos: el valenciano Carlos Mazón y la extremeña María Guardiola, que llegaron al acto juntos, hablando, y tratando de

disipar las discrepancias que se están viviendo en los territorios.

Con Ayuso entró 

Alberto Núñez Feijóo

, que estos días ha tenido que lidiar con un enredo constante por los distintos criterios que el PP está siguiendo en comunidades y ayuntamientos. Mazón ya tiene firmado el preacuerdo que le hará ‘president’ de la Generalitat, en coalición con los ultra, antes de las elecciones generales. Guardiola mantiene el veto a Vox. Y el líder conservador admitó el “ruido” que tiene desconcertados a los votantes de derechas.

Eso sí, Feijóo reconoció confiar en que ese “ruido” que provocan las contradicciones en la relación con Vox “baje” durante las próximas semanas. “Me critican por pactar con Vox y por no pactar”, ha dicho a los periodistas con cara de incredulidad. El dirigente de los populares ha recordado que la política de pactos no incluye solo a Vox y ha enumerado el acuerdo con los regionalistas de Cantabria para gobernar en minoría o haber permitido a Collboni acceder a la alcaldía de Barcelona. “Soy razonable”, ha subrayado. 

"El pacto en la Comunidad Valenciana, inevitable"

Tras el embrollo por los porcentajes de voto según los cuales Vox puede entrar o no en gobiernos, Feijóo consideró que el pacto de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana era “inevitable”, por el peso parlamentario de Vox (13 diputados, 12,18% de papeletas) y defendió su argumento de que la entrada o no de la formación de Abascal en los ejecutivos responda a la representación en cada territorio.

En la Puerta del Sol se congregó una parte importante del PP para arropar a Ayuso. Con Feijóo estuvieron sentados el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; los expresidentes de la Comunidad (Esperanza Aguirre, muy crítica con Guardiola; Cristina Cifuentes y Ángel Garrido), además de los nuevos consejeros, los que salen del gobierno autonómico y el grupo parlamentario casi al completo. También el futuro presidente de La Rioja, Gonzalo Capellán, que también atesoró una mayoría absoluta. Y especialmente, el candidato valenciano y la extremeña, que no pudieron quitarse de encima el foco.

“Escenario abierto en Extremadura”

Las miradas se centraron, sobre todo, en Guardiola. La extremeña, que no ocultó su incomodidad por el protagonismo que tuvo, evitó hacer declaraciones públicas. Pero, en su equipo, insistían en que seguirá adelante con su rechazo rotundo a Vox: “Ella no va a cambiar de posición. Sabe lo que le espera, pero seguirá”, aseguraban en Sol. 

A pesar de la presión de los pasados días y la repetición electoral que ahora mismo casi se da por hecho en esa comunidad autónoma, en el núcleo duro de la candidata sostienen que las elecciones generales del 23J “pueden cambiarlo todo” y “abrir otras opciones”. En función de la fuerza que tenga Feijóo, el lugar en el que quede Vox e incluso en el PSOE. El equipo de Guardiola asegura que

Guillermo Fernández Vara

“está de salida” por mucho que se presente a una investidura y que está por ver “si seguirá al frente del PSOE”. El PP extremeño insiste en tener “prudencia” y “calma” tras los días más convulsos que recuerda. 

Como publicó este diario, hay dirigentes dentro del PP con un malestar importante a cuenta de la dureza de Guardiola. Mazón evitó también hacer declaraciones públicas, pero en privado, insiste en defender su pacto en la Comunidad Valenciana. Fuentes cercanas al futuro ‘president’ aseguran que el principal escollo, Carlos Flores (el candidato de Vox sobre el que pesaba una condena por violencia machista contra su exmujer) quedó solucionado. En realidad, Vox lo ha incluido en las listas al Congreso.

“Él dijo durante seis meses que sería vicepresidente de la Generalitat. Y ni lo es, ni lo va a ser”, insisten tajantes en el PP valenciano, evitando a toda costa lanzar reproches hacia la postura de Guardiola. “Cada uno habla de lo que tiene. Aquí no damos pasos atrás. Hay 12 imputados que siguen en el Govern a pesar de haber tapado los abusos sexuales del exmarido de Oltra [Mónica Oltra, exvicepresidenta de la Comunitat Valenciana]. ¿El cambio en esta comunidad es dar pasos atrás?”. 

Sobre el contenido del acuerdo de Gobierno con 50 medidas, algunas muy polémicas como diluir la violencia de género en la violencia intrafamiliar (un discurso de Vox, que ya impuso en el acuerdo de Castilla y León), el PP valenciano lo justifica diciendo que la violencia machista “es una cuestión obvia” y que al recaer la consejería de Igualdad en el PP “no habrá pasos atrás”.