MAPA | Aquí se la juega Junts en las elecciones municipales en Catalunya

Hace tan solo ocho meses, cuando Junts decidió salir del Govern, el partido se hallaba en una situación límite en cuanto a su presencia institucional: fuera del poder en la Generalitat y con expectativas pobres en Barcelona cara a las elecciones municipales, para las que el partido llevaba meses tratando de lanzar una OPA hacia sus exaliados posconvergentes del PDECat.

Se trataba de salvar los muebles ante el principal rival, ERC, que ya ganó las municipales de hace cuatro años. Hoy, en cambio, un nombre concentra todas las esperanzas del partido: Xavier Trias, el convergente de toda la vida al que se ha encomendado el partido del 'expresident' Carles Puigdemont para recuperar terreno y que esperan que genere una oleada optimista. Pero Junts se la juega en muchos otros lugares, en especial en Girona, pero también en el área metropolitana -donde la presencia del partido es testimonial- y en el reparto de poder de las diputaciones.

Barcelona

Con Trias, Junts ha pasado de tener encuestas que situaban al partido en una posición irrelevante, cuando la candidata era Elsa Artadi, a optar a la victoria. Pero ha sido Trias quien no sólo ha afirmado que puede ganar, sino que sostiene rotundamente que ganará con amplio margen, con 14 concejales o más (ahora tienen cinco). Esta convicción del candidato hace que todo lo que no sea ganar y gobernar se convierta en un rotundo fracaso.

Junts no ha optado por la modestia y, por ello, todos los ojos están puestos en qué tipo de campaña hará el exalcalde y 'exconseller'. Una campaña que enerva a los más independentistas y que genera dudas por la falta de concreciones más allá del mensaje anti-Colau. Por tanto, Barcelona es clave para la noche electoral de Junts.

Girona

Pero si Trias no logra gobernar, entonces Junts deberá maquillar el resultado global. Y se la juega en especial en la principal ciudad que hoy gobierna: Girona. Allí los malos pronósticos de la actual alcaldesa, Marta Madrenas, han hecho optar por un cambio en favor de la 'exconsellera' Gemma Geis, recolocada tras salir del Govern. Todo lo que no sea revalidar el poder municipal en el municipio, feudo del 'expresident' y líder del partido, Carles Puigdemont, será otro sonoro fracaso. Este fiasco se puede producir también en forma de pacto entre otros partidos para desbancar a Junts, algo nada descartable.

Entonces a JxCat le quedaría sacar pecho por un resultado global en cuanto a concejales en los 730 municipios en los que se presenta, menos que ERC. Y para ello los fichajes de alcaldables procedentes del PDECat (que se ha quedado, por su parte, en 180 listas, en ciudades en las que competirá con Junts) son la tabla de salvación. Son ciudades no menores como Martorell, en el Baix Llobregat, o Igualada, entre otras.

Junts también tendrá los ojos puestos en Lleida, donde Toni Postius forma parte del gobierno local que preside ERC y tiene buenas expectativas. Caso diferente en Tararragona. En cuanto a Reus, con la apuesta a favor de Teresa Pallarès, procedente del PSC. Reus fue un feudo convergente durante diversas legislaturas.

El área metropolitana

Donde las expectativas no son nada optimistas para Junts es en el área metropolitana de Barcelona, donde confían en el llamado 'efecto Trias' para tratar de lograr representación en una zona en la que hace cuatro años a penas se superaba en votos a Vox o al PP en determinados municipios, donde la posconvergencia no tiene ninguna representación local. En este caso, se espera que la presencia en Badalona, con dos concejales, se mantenga o se pueda mantener, y que David Torrents pueda seguir formando parte del gobierno multipartito.

Junts no sólo se la juega en las ciudades y pueblos sino en las diputaciones. En la de Barcelona, especialmente, donde espera poder seguir gobernando con el PSC aunque el sector más afín a la presidenta de la formación y condenada por corrupción, Laura Borràs siga mostrando reticencias a los acuerdos con los socialistas. El caso es que los resultados en las ciudades y diputaciones serán también clave a nivel interno porque si Trias y los candidatos más alejados de Borràs logran un buen resultado, los críticos con ella se sentirán más decididos a plantear ya abiertamente lo que es un secreto a voces: el desafío entre dos maneras antagónicas de entender el partido.

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