Relación tensa

Juan Carlos I y su entorno cumplen en Sanxenxo con la discreción que pedía Zarzuela

¿Qué ha hecho Felipe VI estos últimos años para mejorar en ejemplaridad y transparencia?

El rey Juan Carlos sale a navegar con 'El Bribón'

El rey Juan Carlos sale a navegar con 'El Bribón'. / LAVANDEIRA JR. / EFE / VÍDEO: EUROPA PRESS

Pilar Santos

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En el cara a cara que tuvieron en el Palacio de Zarzuela en mayo del año pasado, Felipe VI hizo saber a su padre su incomodidad con el discurrir de su primera estancia en España. El actual Rey lo reconocía con lenguaje diplomático en el comunicado que lanzó la Zarzuela al final de la jornada. Ambos reyes, señalaba el texto, habían tenido "un tiempo amplio de conversación" en el que hablaron de "cuestiones familiares, así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española" desde que el emérito se había trasladado a vivir a Abu Dabi (agosto 2020). 

El talante de Felipe VI es muy distinto al de su padre, mucho más prudente, serio y responsable, según varias personas que han trabajado en la Casa del Rey. En estos 11 meses que han pasado entre aquella primera visita y la de esta semana, la relación entre ellos no ha mejorado en nada y este nuevo desplazamiento se empezó a gestar con la misma descoordinación y la misma sensación de descontrol que el de 2022.

Sin embargo, cuando se ha activado el viaje, con la primera etapa en Londres (Reino Unido), se ha detectado una disposición nueva por parte de Juan Carlos I y su entorno. Los amigos que habitualmente informaban de sus movimientos y sus deseos guardaban silencio. La prudencia parece ser nueva norma. Tanto es así que esas fuentes de su entorno no han concretado estas últimas jornadas cómo va a ser el resto de semana y tampoco han aclarado si el emérito va a hacer alguna otra escala en España antes de volver a Abu Dabi. En 2022 sí pasó por Madrid antes de regresar para ver a la familia.

Y él mismo, a su llegada al aeropuerto de Vigo, a la casa de Pedro Campos (que le acoge en su casa en Sanxenxo) o al puerto deportivo este jueves, prefirió no hablar ni conceder ninguna respuesta a la prensa. Esa actitud más discreta es una petición que Zarzuela ha trasladado en estos meses a algunos de esos amigos que rodean y llenan la vida del emérito desde su autoexilio en 2020.

La isla de Wight

Este jueves, Juan Carlos I cumplió su deseo de navegar con el 'Bribón'. A las once y media llegó al Real Club Náutico. El emérito entrenó durante varias horas con sus compañeros de tripulación, para regatear este fin de semana y también llegar en forma al verano. Tienen planeado revalidar el título mundial en la categoría 6m, que se disputará en septiembre en la isla de Wight (Reino Unido).

A su llegada al club náutico, no hubo momentos para fotografiarse ni para saludar a la prensa, que estaba haciendo guardia en el paseo del puerto desde bien temprano. El exjefe de Estado está manteniendo el perfil bajo que ha asumido en este segundo viaje a España, aunque a veces parezca que su campechanía pueda romper ese nuevo estilo en cualquier momento.

Ayuda para andar

En el club, hasta llegar al pantalán, se vieron los problemas de movilidad que tiene desde hace años. Necesitó la ayuda de sus escoltas y de sus compañeros de tripulación. En algún momento perdió el equilibrio, pero fue sujetado por las personas que le rodeaban.

El actual Rey y su padre mantienen una relación personal escasa y tirante. Sus dos últimos encuentros se han debido a la asistencia de funerales (Isabel II y Constantino de Grecia). Uno de los retos del actual monarca es reconducir esta situación. La salida de España de Juan Carlos I, en agosto de 2020, tras conocerse la fortuna oculta que tenía en el extranjero, se ha convertido en un problema cada vez que quiere volver para disfrutar de sus amigos y las regatas, como en esta ocasión.