Las bases del programa electoral del PSC: del uso del coche a la lucha contra las ocupaciones

Que la maquinaria electoral de todos los partidos funciona desde este fin de semana a todo trapo se ve en las calles, adornadas ya con cartelería de candidatos, por la proliferación de obras y por las últimas cintas de inauguraciones que han cortado los alcaldes. El PSC, que en estas elecciones presentará 615 listas -un 18% más que en 2019- tiene incluso el esqueleto del que será su programa electoral, el pretendido contrato con la ciudadanía que marca las prioridades de su proyecto y que se ha embastado tras una semana de convención municipalista. El "fomento racional del uso del vehículo privado" y el combate contra las "ocupaciones ilegales" forman parte de las prioridades de su agenda.

Se trata de cuestiones que ya han sido grandes 'hits' en el mitin que, con Pedro Sánchez como cabeza de cartel, dio este domingo desde L'Hospitalet de Llobregat el pistoletazo de salida a la campaña. Si el candidato en Barcelona, Jaume Collboni, señaló a la alcaldesa Ada Colau por las 'superilles', la alcaldesa de l'Hospitalet, Núria Marín, cargó contra la 'conselleria' de Interior por estar "cerca" de la CUP y no actuar con contundencia contra las "ocupaciones mafiosas y delincuenciales". El líder del PSC, Salvador Illa, lo resume así: "Hay que poner orden". Y el orden en las instituciones catalanas, advierte el jefe de la oposición, empieza por la política local como catapulta hacia la Generalitat.

En materia económica, una de las carpetas clave de esta campaña será el modelo turístico. Los socialistas no comulgan con la reducción de visitantes y de cruceros que reclaman los Comuns. Sus dos grandes apuestas en este ámbito pasan por regular los pisos turísticos y reclamar a la Generalitat la "redistribución" de la tasa turística que se paga por cada pernoctación. En materia ambiental, defenderán que los edificios municipales funcionen con energías renovables y promover las comunidades energéticas con una "tramitación ágil".

El PSC es consciente de que el talón de Aquiles de Colau es la política de vivienda. No en vano Collboni se esmera en recordar que, pese a que fue el principal caballo de batalla de los Comuns, los precios de los alquileres en Barcelona están por las nubes. El programa de los socialistas se compromete a "planificar y concertar" la ampliación del parque de vivienda del alquiler social y asequible con sanciones a los grandes tenedores "que no cumplan". Sin embargo, no hace ninguna referencia al límite de los precios que Colau exige que el Gobierno de Sánchez incluya en la nueva ley de vivienda.

Otra de las carpetas en las que el PSC quiere hacer mella es en la de seguridad. Durante esta legislatura Illa ha sido especialmente beligerante contra el 'conseller' de Interior, Joan Ignasi Elena -que militó durante 30 años en el PSC-, por los cambios impulsados en la cúpula de los Mossos y el modelo policial del que hace bandera. Es por ello que las conclusiones de la convención municipalista recogen la exigencia de una nueva ley de seguridad que sirva para que los ciudadanos "se sientan seguros en sus plazas y calles".

Planes de igualdad en los ayuntamientos

Las políticas feministas y la defensa de los derechos del colectivo LGTBI estarán también en la orden del día de esta campaña, precedida por la aprobación de la ley del 'solo sí es sí' y la llamada 'ley trans' del Gobierno del PSOE y de Podemos. En este sentido, el PSC incluye su compromiso de crear planes "de igualdad y de acción feminista" en los ayuntamientos, así como medidas específicas para combatir las agresiones.

La lectura de contexto electoral que hacen los socialistas catalanes es que están en "un buen momento" tanto a nivel cuantitativo como cualitativo a la hora de presentar candidaturas. "Tenemos mucha más acogida que años atrás, cuando los momentos álgidos del 'procés' no nos puso las cosas fácil", aseguran fuentes de la dirección, que consideran que ahora están en una línea ascendente hacia el camino de recuperar el máximo histórico de listas, que fueron las 772 que embastaron en 2007.

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