Elecciones municipales 2023

Pedro Sánchez reivindica la economía y la "paz social" que hay en España pese a los "chamanes" del PP

El presidente del Gobierno saca pecho de haber acabado con la "irresponsabilidad" del independentismo y la "confrontación" de los populares que provocaron el "desgarro" en Catalunya

Sara González

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La canción escogida como banda sonora del arranque del mitin habla por sí sola: 'Under pressure' (bajo presión), de Queen y David Bowie. Porque los socialistas, que han dado este domingo el pistoletazo de salida a la campaña de las municipales con 3.000 personas desde La Farga de L'Hospitalet de Llobregat, saben que el 28-M será un ensayo para las generales de finales de año. El termómetro que medirá la musculatura de Pedro Sánchez frente al PP de Alberto Núñez Feijóo y, también, ahora que Yolanda Díaz oficializa que será candidata con Sumar, como referente de la izquierda del PSOE. No ha habido ni una sola referencia a la vicepresidenta segunda.

Efectivamente, el presidente del Gobierno se la juega y tiene encima la presión de que no haya marea azul el próximo 28 de mayo. Y por ello ha puesto todo su tesón argumental en reivindicar la obra de su Gobierno frente a los "chamanes y telepredicadores" que buscan emborronarla, una velada alusión al PP. Ha sacado pecho de una "paz social" que contrasta con el descontento social y la oleada de protestas que calienta la primavera en países como Francia, Alemania, Reino Unido o Portugal.

Y eso, ha argumentado, se debe a la apuesta de su Gobierno por combatir la agenda "neoliberal" que aplicó el PP años atrás con políticas antagónicas a la de los "recortes" y el "agravio", una receta con la que considera que el Gobierno de PSOE y de Podemos ha resuelto el "desgarro social y territorial" que dio pie a conflictos como el de la "irresponsabilidad" del movimiento independentista en Catalunya promovido por la "confrontación" alentada por la derecha para "arañar votos".

Si de una cosa presume el líder del PSOE cada vez que pisa Catalunya es de la bandera del diálogo con la que considera que ha logrado aplacar a un independentismo atrapado ahora en la desmovilización y la división interna. Para muestra, un botón: no ha habido ninguna protesta significativa ni con el fugaz retorno de la 'exconsellera' Clara Ponsatí, con breve detención incluida, ni a raíz de la condena a la presidenta de Junts, Laura Borràs. Aún queda en el aire, sin embargo, la patata caliente de Carles Puigdemont. De momento, Sánchez se aferra a los datos económicos y a las calles pacificadas.

Sin mención a Yolanda Díaz

Sin ninguna mención a su socio de Gobierno ni a Yolanda Díaz, Sánchez ha presumido de haber "llevado al BOE" todas las reivindicaciones que alentaron muchas de las protestas -gran parte de ellas apadrinadas por el movimiento del 15-M- que se derivaron del descontento social de la crisis de 2008. Una "paz social" que se sustenta, a su juicio, sobre tres ejes que son piedra angular de su proyecto: el diálogo social, alcanzar acuerdos "mucho más allá de lo que representa" el PSOE en el Congreso de los Diputados y reformas para la "mayoría" de la gente.

Así pues, el presidente cree haber demostrado que "es posible" superar una pandemia y crecer y crear empleo en medio de una guerra; "reducir" la inflación y, a la vez, "cuadrar las cuentas" del Estado; impulsar una reforma laboral y de pensiones y "preservar la paz social". Justo el escenario contrario de lo que se vive en el país vecino, con los franceses encadenando huelgas y contundentes protestas. Su apuesta, ha resumido, es la de la "convivencia", ya sea para frenar al independentismo o para paliar los efectos negativos del impacto de las crisis encadenadas.

"Ni todo el ruido del mundo puede ocultar la realidad"

Estas son las credenciales por las que Sánchez cree merecer su reválida. "Vayamos a los hechos: más y mejores empleos, suben las pensiones de hoy y garantizamos las del futuro, tenemos la inflación más baja y la energía más barata de Europa, se reduce el déficit y tenemos paz social. Ni todo el ruido del mundo puede ocultar la realidad", ha subrayado. Por todo ello, su pronóstico es que el electorado le dará "la razón" y pondrá a la derecha "donde siempre". Por lo menos así lo espera mientras su equipo en la Moncloa contiene la respiración encuesta tras encuesta.

Catalunya, territorio clave

Que el pistoletazo de salida a las municipales de la mano de Pedro Sánchez haya sido desde L'Hospitalet de Llobregat no es casual: es la segunda ciudad más poblada de Catalunya y el principal feudo que tiene en sus manos el PSC con Núria Marín como alcaldesa. Sin embargo, los socialistas catalanes dan por asegurada esta plaza por mayoría absoluta y tienen entre ceja y ceja el Ayuntamiento de Barcelona. La capital catalana también ocupa un sitio preponderante en la lista de objetivos de Sánchez para asegurarse la reválida en la Moncloa. El preso recae sobre la espalda del candidato Jaume Collboni.

"La victoria va a empezar en Catalunya", ha proclamado el presidente del Gobierno, sabedor que el PSC ha sido durante toda su trayectoria su principal escudero, tanto a nivel de apoyar su figura como por el montante de votos siempre clave para decantar una balanza. Ante este reto, también Salvador Illa está 'under pressure'.