El tablero político

Vox y el disputado voto de la gente mayor: cuántos son y cómo vota la 'generación Tamames'

ESPECIAL MULTIMEDIA | Las batallas electorales de España en 2023

Con su candidato en la moción de censura, la extrema derecha apuesta por pugnar con el PP por una porción de votantes con mucho peso electoral

tamames voto espana

tamames voto espana

Ricard Gràcia
Jose Rico
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ramón Tamames nació el 1 de noviembre de 1933, tres días después de que José Antonio Primo de Rivera pronunciase el discurso de fundación de Falange Española y pocas semanas antes de que las derechas ganasen las primeras elecciones en las que pudieron votar las mujeres en España. El exdiputado comunista no correrá la misma suerte el martes porque la moción de censura de Vox a la que ha aceptado poner cara y voz está condenada al fracaso. Pero el partido ultra dará así por inaugurada una larga campaña electoral en la que se jugará su relevancia política. Para ello, Vox tendrá que disputarse buena parte del pastel con el PP y, en ese cometido, los votos de la 'generación Tamames' pueden resultar determinantes.

A diferencia de la moción de censura de 2020, cuando fue Santiago Abascal quien se postuló frente a Pedro Sánchez, Vox ha elegido esta vez a un autor respetado durante muchos años por su pensamiento económico y sus conocimientos sobre la historia de España. Un perfil algo indómito, como demuestran sus entrevistas de los últimos días en las que se ha desmarcado de algunas tesis de Vox, pero con el que Abascal intenta barnizar su imagen y situar al partido en una posición más centrada dentro del espacio conservador. Porque los resultados electorales y las encuestas reflejan que la gente mayor es una porción del electorado capitalizada por los dos partidos tradicionales, PSOE y PP.

En las últimas elecciones generales, las de noviembre de 2019, uno de cada cuatro españoles con derecho a voto (25,8%) eran mayores de 65 años. En concreto, 9.552.180 electores superaban esta edad, de los que 1.788.669 votantes tenían más de 85 años, como Tamames, prácticamente el 5% del censo. 9,5 millones de votos son más que, por ejemplo, los 6,8 millones de papeletas que obtuvo el PSOE para ganar las generales de 2019.

El peso electoral de este segmento de población varía sustancialmente según la circunscripción, pero es en las provincias de la llamada España Vaciada donde sus votos pueden ser más decisivos. Según datos del INE correspondientes a 2022, el porcentaje de mayores de 65 años oscila entre el 15,9% en Almería y el 31,8% en Ourense, aunque en la mayoría de los casos se mueve alrededor de la media nacional.

Las 15 provincias con más proporción de gente mayor son Ourense (31,8%), Zamora (31,4%), Lugo (29,7%), León (27,9%), Salamanca (27,2%), Asturias (27%), Palencia (26,9%), Ávila (26,1%), A Coruña (25,5%), Soria (25,4%), Burgos (24,7%), Teruel (24,3%), Valladolid (24%), Bizkaia (24%) y Pontevedra (23,6%). 11 de estas circunscripciones pertenecen a la España Vaciada y reparten, cada una de ellas, entre 2 y 5 escaños en las elecciones. Son territorios en los que, históricamente, PSOE y PP se han repartido toda la representación electoral, pero que con la crisis del bipartidismo han dejado hueco para sus rivales a izquierda y derecha: Unidas Podemos y Vox.

Varios ejemplos significativos. En Zamora, populares, socialistas y ultraderechistas tienen hoy un escaño cada uno, pero el PP se quedó a tan solo 760 votos de arrebatarle el diputado a Vox y adjudicarse el segundo. En León, donde el PSOE tiene dos escaños y PP y Vox, uno cada uno, Abascal podría perder el diputado si Alberto Núñez Feijóo suma 7.100 papeletas más. En Ávila hubo un triple empate a un escaño y al PP le faltaron 2.133 apoyos para hacerse con el segundo y quitárselo a Vox. En Soria, la provincia menos representada en el Congreso con solo dos diputados, PSOE y PP tienen uno cada uno y Vox fue el partido que se quedó más cerca de hacerse con un acta en detrimento de los populares, aunque para ello necesita 8.952 votos más.

En las últimas elecciones, entre PSOE y PP se hicieron con 75 de los 92 escaños que se reparten en la España Vaciada (41 los socialistas y 34 los populares). Vox obtuvo 14 diputados; Unidas Podemos, dos; y Teruel Existe, uno. El 38% de los diputados del PP y el 34% de los del PSOE provienen de estas provincias. En el caso de Vox, representan el 26% de sus parlamentarios.

El 25% del censo electoral tiene más de 65 años y la proporción es incluso mayor en muchas provincias pequeñas que reparten pocos escaños

Para saber cuál es el margen que tiene Vox para erosionar al PP en el electorado de más edad hay que recurrir a los estudios de opinión. El más reciente es el barómetro de marzo del CIS, publicado el pasado viernes, que reflejaba que el PSOE era la opción preferida para el 31,4% de electores de 65 a 74 años, seguida del PP (19,5%), Unidas Podemos (8,7%) y Vox (3,8%). En cambio, entre los mayores de 75 años se da un empate entre PSOE y PP (27,6%), seguidos de Vox (2,9%) y Unidas Podemos (2,8%).

Ahora bien, Vox puede aferrarse a dos datos del CIS para perseguir votos. Casi la mitad de los mayores de 65 años (46,3%) y uno de cada tres mayores de 75 años (35,3%) aseguran que no votan siempre al mismo partido, sino que lo hacen según el que más les convence en ese momento. Y más del 70% de este sector de la población deciden su voto mucho antes de la campaña electoral.

Por su parte, el último Barómetro de España del GESOP para Prensa Ibérica situaba al partido de Abascal como la cuarta opción entre los mayores de 60 años en intención directa de voto (el voto sin 'cocina'). En esta porción de votantes, el 27,4% apoyaría al PP, el 22,9% al PSOE, el 5,1% a Unidas Podemos y el 4,7% a Vox. Además, los ultras pierden el doble de votos en dirección al PP de los que reciben de los populares: dos de cada 10 españoles que votaron a Abascal en 2019 elegirían ahora la papeleta de Feijóo, mientras que solo uno de cada 10 votantes de Pablo Casado en 2019 apoyarían ahora a Abascal. El CIS eleva el trasvase de voto de Vox al PP hasta casi el 23%.

Hace cuatro años, en la encuesta postelectoral que elaboró el CIS tras las generales, solo el 3,5% de los mayores de 65 años declaró haber votado a Vox, frente al 30% que apoyó a Sánchez y el 20,3% que escogió la papeleta del PP. Pero el dato que más esperanzas puede dar a los ultras es que uno de cada 10 votantes de más de 65 años dudaron entre PP y Vox, siendo esta la disyuntiva más habitual en este segmento de población.

Suscríbete para seguir leyendo