Juicio por corrupción

Unos 400 independentistas arropan a Laura Borràs a las puertas del TSJC

MULTIMEDIA | Laura Borràs, a juicio: Las claves del proceso judicial por corrupción de la líder de Junts

Turull carga contra ERC y CUP por no acudir a la concentración: "Cada uno con su consciencia y convicciones"

Carlota Camps

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De la mano de su hija y su marido, la presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, accedió este viernes a la primera sesión de su juicio en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Unos 400 independentistas la acompañaron antes de sentarse en el banquillo de los acusados. Llegó al paseo de Lluís Companys acompañada de sus escuderos, entre ellos, los diputados Francesc de Dalmases, Aurora Madaula y Jaume Alonso Cuevillas, así como también del 'expresident' Quim Torra. Pero la concentración se midió más por las ausencias que por los presentes.

La ausencia oficial del Govern, ERC, la CUP, Òmnium Cultural y la AMI, y el plante más destacado, el del alcaldable por Barcelona, Xavier Trias, que a pesar de expresar "todo" su apoyo a la líder del partido, afirmó que su trabajo "no es ir a estas cosas", sino "ganar las elecciones", marcaron la convocatoria. A diferencia de otras comparecencias, sólo la ANC y el Consell de la República -que lidera desde Bélgica el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont-, además de JxCat, enviaron una delegación.

Los gritos de "Laura, nuestra presidenta", "no es justicia es venganza" y lemas a favor de la independencia, marcaron la cita, en la que también se personó algún detractor que le tiró a Borràs un fajo de billetes de 200 euros falsos con la inscripción: "Laura Borràs, corrupta".

Los billetes falsos que una persona ha lanzado contra Borràs a las puertas del TSJC.

Los billetes falsos que una persona ha lanzado contra Borràs a las puertas del TSJC. / Kike Rincón

El 'caso Borràs' genera incomodidad en las filas independentistas porque se juzgan unas presuntas irregularidades en su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), anterior a su salto a la política a finales de 2017. Pese a esto, el secretario general, Jordi Turull, el líder del grupo parlamentario, Albert Batet, y gran parte de los diputados del partido en el Parlament acudieron a apoyarla.

Borràs está acusada de prevaricación y falsedad documental y se enfrenta a seis años de cárcel, 21 de inhabilitación y 144.000 euros de multa por presuntamente haber fraccionado contratos para encargarlos a dedo a un conocido. La líder de Junts defiende que se trata de un caso de "persecución política" y de 'lawfare', relato que no compran el resto de partidos independentistas, que piden no mezclarlo con el movimiento independentista.

"No tendrá un juicio justo"

En declaraciones ante los periodistas, Turull dijo que siempre apoyará la presunción de inocencia y que está convencido de que Borràs "no tendrá un juicio justo" por la "ostentación" del presidente del tribunal, Jesús Maria Barrientos, "contra el independentismo" y porque se le aplica "el código penal del enemigo". Sobre la ausencia de ERC y CUP, aseveró que le sabe mal y que cada uno sabrá lo que hace "con su consciencia y convicciones", aunque deslizó que Junts "siempre ha estado en los juicios de persecución política".

El vicepresidente de la ANC, por su parte, Jordi Pesarrodona, siguió en la misma línea y espetó que no hay garantía de que tenga un juicio justo y no politizado porque "se piden penas desmesuradas contra personas muy dignas". "La justicia española no es imparcial, es de parte", remachó. Unas declaraciones en sintonía también con las de Carme Garcia, representante del Consell per la República, que afirmó que Borràs es "inocente".