Nueva incorporación socialista

El fichaje de Rabell por el PSC, el último vestigio de la descomposición de Catalunya Sí que es Pot

Los miembros de la coalición que lideró en 2015 en el Parlament han acabado en hasta cuatro espacios electorales distintos

Coscubiela, Fachin, Rabell y Nuet, exdiputados de Catalunya Sí que es Pot, y Xavier Domènech.

Coscubiela, Fachin, Rabell y Nuet, exdiputados de Catalunya Sí que es Pot, y Xavier Domènech.

Sara González

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Cuando un Pablo Iglesias y un Íñigo Errejón, aún aliados en un Podemos salido del horno, auparon con entusiasmo la candidatura de Catalunya Sí que es Pot a las elecciones catalanas del 2015 poco imaginaban que la coalición formada por ICV, EUiA y Podem acabaría como el rosario de la aurora. Tras la victoria de Ada Colau en Barcelona y el éxito morado en las europeas, el artefacto catalán estaba llamado a irrumpir con fuerza, a juzgar por las encuestas, en el panorama catalán. Barcelona en Comú receló desde el principio de una alianza que juzgó como precipitada y marcada por cuotas de partidos, motivos por los que rechazó sumarse. Para encabezarla fueron sondeados desde Jaume Asens y Joan Subirats al periodista Jordi Évole o el economista fundador de Procés Constituent, Arcadi Oliveres.

Pero fue Lluís Rabell, hasta entonces presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona, quien accedió. Era afín al soberanismo y en 2014 hizo campaña por el 'sí' a la independencia en la consulta del 9-N. Los once diputados obtenidos la noche electoral, dos menos que los que tenían ICV-EUiA con Joan Herrera al frente, fueron una decepción para el espacio en unos comicios marcados por la victoria del independentismo con Junts pel Sí. Pero el gran terremoto estaba aún por llegar.

A las rencillas internas se sumó la tensión del 'procés' con el otoño de 2017 como momento álgido. A Rabell se le fue deshaciendo el grupo como un azucarillo. Hasta tal punto que, tras el final abrupto de la legislatura con la aplicación del 155, los principales miembros de la lista de Catalunya Sí que es Pot han acabado en la órbita de hasta cuatro partidos distintos: el PSC, ERC, los Comuns y la CUP. El último en formalizar ese paso ha sido el mismo Rabell, que tras flirtear con los socialistas en los últimos años esta vez da un paso definitivo y se incorpora a la candidatura de Jaume Collboni para las próximas municipales.

Gemma Lienas, la primera en irse al PSC

La escritora Gemma Lienas fue uno de los grandes fichajes que lució Catalunya Sí que es Pot en las elecciones de 2015. Entonces fue la número dos, haciendo tándem con Rabell. Alineada con él y con Joan Coscubiela durante los momentos de máxima tensión en el Parlament con la aprobación de las leyes de desconexión y el impulso del 1-O, fue la primera en dar salto formal a las filas del PSC. El 28 de diciembre de 2020 los socialistas anunciaron que sería la número cuatro a las elecciones catalanas del 14 de febrero de 2021. Dos días después, el partido sacudía el panorama electoral haciendo pública la renuncia de Miquel Iceta a ser el candidato para ceder el testigo a Salvador Illa.

Joan Josep Nuet, de la mano de ERC

La fecha en la que Catalunya Sí que es Pot se fracturó pública y oficialmente fue el 6 de septiembre de 2017 durante el debate sobre el referéndum, aunque en realidad las confianzas dentro del grupo estaban rotas desde hacía meses y, a la práctica, hacía tiempo que cada una de sus principales rostros hacían y deshacían por su cuenta. Pero los gritos de Joan Josep Nuet desde la secretaría cuarta de la mesa contra Joan Coscubiela afeándole que no cumpliera con la repartición del tiempo de intervención con Joan Giner, diputado de Podem, para que tuvieran voz las dos sensibilidades de la coalición ante el 1-O, certificó que la alianza había saltado por los aires. Nuet aún se presentó a las elecciones de 2017 en la lista que lideró Xavier Domènech con En Comú Podem, pero después de crear Sobiranistes acabó saliendo de los Comuns y presentándose con ERC a las elecciones generales del 2019. Tras ser inhabilitado ocho meses por desobediencia y un tiempo dedicado a la docencia, se incorporó el pasado noviembre al Govern como director general de Relacions Institucionals.

Albano-Dante Fachín, alineado con la vía unilateral

El primero en abrir fuego dentro del grupo fue Albano-Dante Fachín, que asumió el liderazgo de Podem después de que Gemma Ubasart renunciara tras un resultado electoral de Catalunya Sí que es Pot que no cumplió con las expectativas generadas. Pocos meses después del inicio de la legislatura, el dirigente morado lanzó un órdago interno -que bautizó como 'Operación luz morada'- cuando reclamó tener el mismo peso público que Coscubiela, que ejercía de portavoz en el Parlament. Los rifirrafes con ICV se enquistaron y se ampliaron a los Comuns durante el proceso de creación de Catalunya en Comú. Fachín acabó desmarcándose del espacio y defendiendo abiertamente el 1-O, como también hizo la diputada Àngels Martínez, la dirigente que retiró las banderas españolas que los diputados del PP dejaron en sus escaños antes de que se aprobaran las leyes del referéndum. Iglesias forzó la dimisión de Fachín somo secretario general de Podem Catalunya y él creó un nuevo partido, Som Alternativa, que se alineó con el Consell per la República. Desde entonces, ha apostado por la vía de la confrontación contra el Estado para defender la autodeterminación. Pero no dio un paso al frente de nuevo hasta el 2019, cuando encabezó la lista de Front Republicà -con el apoyo de una parte de la CUP- a las elecciones generales del 26 de abril. No logró representación y no volvió a ser candidato en la repetición de los comicios en noviembre.

Jéssica Albiach, referente de los Comuns

Jéssica Albiach era la número siete por Barcelona de la candidatura de Catalunya Sí que es Pot y ahora es la líder de En Comú Podem en el Parlament. De hecho, es la única de los lugares más destacados de la candidatura que no solo continúa vinculada a los Comuns, sino que es ahora uno de sus rostros de referencia. En el año 2016 intentó hacerse con el control de Podem, pero perdió las primarias contra Dante Fachín. Aunque su apuesta fue huir del foco del conflicto que erosionaba la imagen de la coalición, tuvo que tomar partido durante el polémico pleno del 6 y el 7 de septiembre y lo hizo, evitando las estridencias, decantada por las tesis de Rabell y Coscubiela. Tras el naufragio, fue de las pocas que, junto a Nuet, se incorporó a En Comú Podem en las elecciones de diciembre del 2017. Poco se imaginaba entonces que nueve meses después Domènech dejaría la política de la noche a la mañana, que se irían también meses después tanto Nuet como Elisenda Alamany y que el timón del grupo quedaría y se consolidaría en sus manos. Y hasta hoy.

Joan Coscubiela, el cortejado que se ha quedado en CCOO

Joan Coscubiela llevaba ya cuatro años como diputado de ICV en el Congreso y 13 años habiendo liderado CCOO en Catalunya cuando se enroló como número tres de Catalunya Sí que es Pot. Veterano en una candidatura forjada por noveles en política, asumió el cargo de portavoz de un grupo que resultó ser una bomba de relojería. Los enfrentamientos con Dante Fachín, que lo acusaba de monopolizar el rumbo del grupo, fueron frecuentes. En el Parlament explotó su capacidad oratoria hasta tal punto que acabó aplaudido por la bancada no independentista del pleno durante el debate del referéndum. Pero su discurso fue casi más celebrado fuera que dentro de su propio grupo. Con el final abrupto de la legislatura por la aplicación del 155, Coscubiela decidió dejar la política y volver a trabajar en el sindicato, donde ahora es director de la Escuela de Trabajo. Escribió un libro, Empantanados (Península), muy crítico con el independentismo. No le han faltado ofertas para volver a la política. Lo intentó el PSC antes de las pasadas municipales, las del 2019, pero él declinó.

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