El Supremo ofrece a los 16 vocales que votaron a Mozo como presidente interino del CGPJ figurar como codemandados

Un vocal responde que no se considera legitimado ni para recurrir ni para defender las decisiones del Pleno en sede judicial

Pleno del CGPJ del 13 de octubre presidido por Rafael Mozo

Pleno del CGPJ del 13 de octubre presidido por Rafael Mozo / OFICINA DE COMUNICACIÓN DEL CGPJ

EP

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El Tribunal Supremo (TS) ha emplazado a los 16 vocales que votaron a Rafael Mozo como presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tras la dimisión de Carlos Lesmes, a comparecer como codemandados por los recursos presentados por el único vocal que votó en contra, Wenceslao Olea, y el secretario del CGPJ, José Luis de Benito, contra dicho nombramiento.

Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, se trata de un trámite habitual por el cual cuando se pone en marcha el procedimiento contencioso-administrativo y se recaba toda la información relacionada con el caso -el expediente administrativo- se ofrece a todas las personas que han participado en el mismo comparecer como demandados o demandantes.

En este caso, las fuentes explican que De Benito señaló a estos 16 vocales como posibles partes interesadas en figurar como codemandados, razón por la cual el TS les ha hecho el citado ofrecimiento.

Las fuentes avisan de que podría tratarse de una maniobra procesal para anclar la cuestión de la legitimación, ya que no está claro que Olea y De Benito puedan impugnar el acuerdo adoptado el pasado 13 de octubre por el Pleno del CGPJ para encumbrar a Mozo.

Uno de esos 16 vocales, José María Macías, ha contestado ya para aclarar que no comparecerá como parte codemandada, según un escrito de este mismo jueves, al que ha tenido acceso Europa Press.

"De la misma manera que carezco de un interés personal legítimo para ser parte demandante contra las decisiones del Pleno del CGPJ al que pertenezco como vocal, y que nada me confiere la condición de guardián en abstracto de la legalidad para recurrir las decisiones de las que pueda discrepar jurídicamente, por la misma razón carezco de un interés personal legítimo para ser parte demandada y convertirme en defensor, a título personal, de las decisiones del Consejo", ha aducido.

Las fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por esta agencia de noticias apuntan que, lo más probable, es que los vocales que respondan a este emplazamiento lo hagan en la misma línea y que algunos directamente ni contesten.

Conflicto judicial

Tanto Olea como De Benito recurrieron el mencionado acuerdo y pidieron al Supremo que, como medida cautelarísima, suspendiera la designación de Mozo como "presidente suplente". La Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo rechazó esta solicitud porque no cree que ocasione "daños irreparables" en "la esfera jurídica" de los recurrentes, por lo que decidió tramitarla por la vía de las medidas cautelares ordinarias, lo que implica escuchar a las partes.

Con todo, el alto tribunal aún no se ha pronunciado sobre el fondo de los recursos contra el acuerdo del Pleno, que salió adelante con 16 de los 18 votos en juego, ya que Olea fue el único que votó en contra y la otra vocal discordante, Mar Cabrejas, optó por ausentarse de la votación al considerar que era ilegal.

El mismo día 13, Olea emitió un voto particular en el que ya avanzaba que, a su juicio, desdoblar las presidencias del CGPJ y del TS tras la partida de Lesmes es ilegal porque la Constitución y la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) imponen que quien ejerza la del Supremo desempeñe también la del Consejo.

Asimismo, puso de manifiesto que Mozo "no reúne ninguna" de las condiciones legales para erigirse como presidente, esto es, ser miembro de la carrera judicial con la categoría de magistrado del TS y reunir los requisitos exigidos para ser presidente de Sala del mismo, o ser un jurista de reconocida competencia con más de 25 años de antigüedad en el ejercicio de su profesión.

Olea advirtió además de que con el nombramiento de Mozo se ponía en juego la "legalidad" de los acuerdos que adoptara a partir de ahora el Consejo, anticipando así una judicialización del conflicto que finalmente se ha materializado con sendas impugnaciones.

Bicefalia en el Poder Judicial


El conflicto sucesorio se desató el 9 de octubre, cuando Lesmes anunció su dimisión como presidente del CGPJ y TS -cargos que ejerce la misma persona- ante la falta de avances tangibles en las negociaciones entre PSOE y PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces, tal y como había advertido durante la apertura del año judicial, el 7 de septiembre.

Lesmes intentó dejar atada su sucesión encargando al Gabinete Técnico del TS un informe que determinara cómo se le debía reemplazar. Los expertos concluyeron que una misma persona debía sustituirle en ambos cargos y señalaron al magistrado Francisco Marín Castán por ser quien ejerce interinamente la Vicepresidencia del Supremo.

Sin embargo, el CGPJ designó a su propio presidente esgrimiendo que Marín Castán carece de legitimidad para asumir ambas presidencias porque ocupa la Vicepresidencia del Supremo de forma interina desde 2019. Por las mismas razones, los vocales concedieron que Mozo tampoco podrá actuar como máxima autoridad del TS.

La bicefalia quedó escenificada el 18 de octubre durante la toma de posesión de Dolores Delgado como fiscal de sala en el TS. El acto estuvo presidido por Marín Castán, que ocupó el asiento principal del tribunal; mientras que Mozo se sentó en una silla apartada que se destina a los representantes del Poder Judicial que acuden togados a celebraciones solemnes.