ERC sintoniza con Òmnium en cómo debe ser el nuevo 'sanedrín' estratégico independentista

Òmnium lanzó el domingo la propuesta de refundar el consejo estratégico, según unos, de dirección, según otros, con nuevas voces del independentismo. ERC, este lunes, ha redoblado su apuesta por la "transversalidad y la pluralidad" , muy en la línea de lo expuesto por el presidente de la entidad, Xavier Antich. Los republicanos incluso ensancharon el círculo de interlocutores, no tanto ese nuevo 'sanedrín' a crear, sino el ámbito de las conversaciones de futuro, del independentismo al soberanismo. "Al consenso del 80%", dijo la portavoz Marta Vilalta, "que defiende el referéndum". Es decir, la inclusión de los 'comuns'.

La creación de la dirección estratégica es uno de los tres puntos del ultimátum que Junts lanzó a ERC, antes de iniciar los mecanismo que pueden llevar a la salida posconvergente del Govern. En esta línea, Vilalta reclamó a Junts "que se decida" sobre si seguir o no en el Executiu, por aquello de que "no se puede hacer oposición desde" dentro del Consell Executiu.

Vilalta quiso dejar muy claro que la Diada del domingo no modifica un ápice los postulados del partido en favor de esa "transversalidad, porque es el camino para alcanzar la independencia". La también secretaria general adjunta recordó que, en la actualidad, "hay solo una estrategia ahora mismo, la de ERC" que se simboliza en la mesa de diálogo y negociación con el Estado. "Si alguien tiene alguna otra estrategia, que la comparta. La mera crítica, aunque legítima, no ayuda", aseveró. "Si alguien sabe como sustentar una DUI, que lo explique", sentenció

Lo que, a juicio de Vilalta, tampoco ayuda- en el camino a la independencia es el populismo y la dialéctica anti-partidos. Un último dardo a la ANC y su convocatoria de la manifestación de la Diada. Y sobre la creación de una lista electoral propia de la Assemblea, recordó que "en las últimas elecciones municipales, la presencia de un cuarto espacio", el de Primàries, "acabó perjudicando a todo el independentismo pues impidió que Ernest Maragall fuera alcalde de Barcelona".