El balance del primer retorno a España

El Gobierno presiona para que las siguientes visitas de Juan Carlos I sean discretas

La Moncloa intenta desmarcarse del primer viaje del emérito: cree que las formas han causado "estupor" en los españoles y ha sido un "espectáculo mediático" 

Ha exhibido públicamente su rechazo, pero espera que la Zarzuela logre que cumpla las condiciones de privacidad en el nuevo viaje anunciado para junio

El rey emérito a su salida de la Zarzuela tras su encuentro con el rey Felipe VI y rumbo al aeropuerto de Barajas, este 23 de mayo de 2022.

El rey emérito a su salida de la Zarzuela tras su encuentro con el rey Felipe VI y rumbo al aeropuerto de Barajas, este 23 de mayo de 2022. / EUROPA PRESS / ALBERTO ORTEGA

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El Gobierno se desvincula completamente de la primera visita de Juan Carlos I a España, tras casi dos años en Abu Dabi. La cautela exhibida en los últimos meses sobre su vuelta, que siempre han dejado en manos de la Zarzuela, se desvaneció este lunes ante el asombro por el desarrollo de su viaje a Sanxenxo (Pontevedra). La Moncloa cree que el rey emérito no ha cumplido con las condiciones pactadas para su regreso, que quedaron reflejadas en una carta que él mismo envió a Felipe VI y que la Casa del Rey hizo pública el pasado 7 de marzo. Ni discreción ni conexión con la España real. La que sí paga impuestos y no va de regatas. Y no quieren que esto se repita a primeros de junio, cuando está previsto un nuevo desplazamiento a Galicia, aunque son conscientes de que la decisión es del actual Monarca: "Esto depende más de Casa Real que de nadie". 

Por lo pronto, el reproche es nítido por no dar cuenta de sus actos y hasta por burlarse de las exigencias de que hable ("¿explicaciones, de qué?", respondió el domingo a la prensa, con una sonora carcajada): "Ha perdido la oportunidad que los españoles esperaban de dar explicaciones y pedir perdón", decía este lunes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, a primera hora de la mañana en RNE.

Después de meses de tira y afloja, el Rey levantó el veto para el retorno de su padre, una vez que la Fiscalía del Tribunal Supremo dio carpetazo a las investigaciones contra él por su fortuna opaca, archivadas porque le amparaba la inviolabilidad de sus actos o porque los hechos estaban prescritos. Pero lo hizo con una serie de exigencias: podía regresar pero no vivir de manera permanente en España y sus visitas no supondrían un gasto adicional a la Corona. Juan Carlos I, cuya pretensión era vivir de nuevo en la Zarzuela, lo aceptó y se plasmó por escrito. "Tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible", afirmó.

 El Ejecutivo subraya que el emérito ha "perdido la oportunidad" de dar explicaciones y pedir perdón a los ciudadanos

Precisamente, tras pasar ayer el día en la Zarzuela y reunirse con Felipe VI, un comunicado posterior de la Casa del Rey [aquí en PDF] remarcó esta misma frase y destacó que es "el marco de referencia de las actividades de don Juan Carlos". Pero ha sido necesario recalcarlo porque esa promesa de discreción va totalmente en contra de lo que sucedió en Sanxenxo, donde el rey emérito no mostró ningún interés por pasar desapercibido. En la Moncloa consideran que Juan Carlos I ha hecho caso omiso a las peticiones de Felipe VI y ha actuado sin medir las consecuencias para la Monarquía. "Es un problema del Rey con su padre, que pone en peligro la institución", apuntan. "Toda la campaña de prestigio de Felipe VI se la cargan en un fin de semana". 

"Hace lo que le da la gana"

La lectura, como destaca un ex alto cargo socialista que conoce bien las relaciones entre la Zarzuela y el Gobierno, es que el rey emérito está "echando un pulso" a su hijo y a su propio país, al viajar hasta España "en un 'jet' que no se sabe quién paga, como un pijo de primer nivel, de vacaciones, para pasearse". Es decir, que "ha querido ejercer de Rey, cuando ya no lo es", con la consecuencia, peligrosa, juzga esta fuente, de que "ha sacado a bailar a la derecha carpetovetónica", que se ha puesto a vitorearle. Aplauso, subrayan, en el que ha coincidido el PP de Alberto Núñez Feijóo

Para un exmiembro del Ejecutivo de Sánchez, no ha habido un "error de cálculo de la Zarzuela o del Gobierno", a la hora de gestionar este regreso. No lo es porque "hace lo que le da la gana", es incontrolable. "Todo el mundo ha tratado de ser prudente y él ha demostrado que no viene a encarrilar nada. ¿Y cómo le metes en cintura? Pues eso compete a la institución", a la Zarzuela. 

Un ex alto cargo del Gobierno asegura que Juan Carlos I está "echando un pulso" a su hijo y su propio país y "quiere ejercer de Rey cuando ya no lo es"

Esta actitud ha molestado al Gobierno que, aseguran fuentes conocedoras, no podía permanecer ajeno. Porque "no es lo pactado" y porque para "estupor de la mayoría de los españoles la visita se ha convertido en un espectáculo mediático". "El Ejecutivo entiende y asume el malestar de quienes sienten que no ha transcurrido de manera adecuada", sostienen. El primer gesto fue un tuit de la ex vicepresidenta primera Carmen Calvo el viernes: "Hoy suben las temperaturas en todo el país, gran bochorno en Sanxenxo". Apenas 72 horas después, la actual portavoz del Gobierno abonó aún más esa postura y exhibió el profundo desacuerdo de la Moncloa por la forma en que Juan Carlos I ha vuelto a España.  

Primero, por incumplir el compromiso de ser discreto: "Él mismo dijo que iba a volver a España sabiendo que tenía que trabajar para facilitar la tarea del jefe del Estado, del rey Felipe, y que lo iba a hacer en un ámbito de privacidad", recordó. "Seguramente eso que escribió es lo que tendría que estar haciendo en estos momentos". Y dos, porque haya venido en un avión privado facilitado, al parecer, por el jeque emir Mohamed bin Zayed, presidente de los Emiratos Árabes Unidos y que le acoge en Abu Dabi. "Desconocemos los detalles de la visita". Pero el rey emérito "podría haber sido mucho más cuidadoso", manifestó Isabel Rodríguez. 

Mensaje coordinado y dirigido

Este evidente enojo se tradujo en una petición más firme de que dé explicaciones. "Debía haber aprovechado para dar cuenta de las acciones que hemos conocido estos años [en referencia al dinero que mantenía oculto en el extranjero, de procedencia desconocida], que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia". Hasta ahora esta exigencia de aclaraciones era más teórica que concreta, pero el Ejecutivo ha dado un paso más en sus exigencias. No quiere que el asunto del emérito les salpique. En la misma línea salió, en un mensaje coordinado y dirigido, el ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska censuró que "si en su primer viaje a España en estos dos últimos años no ha aprovechado para dar explicaciones y solo para salir al mar y para una barbacoa, entiendo que ha perdido la primera oportunidad importante que tenía".

"Juan Carlos I debe adecuar su comportamiento a las instrucciones de su hijo, y nada más, porque es su jefe", asegura la exvicepresidenta Calvo

Desde que se conocieran las primeras informaciones sobre las cantidades que poseía fuera de España y que una vez descubiertas se vio obligado a regularizar, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, marcó distancias y las calificó de "inquietantes" y "perturbadoras". La Moncloa trazó una clara línea entre Juan Carlos I y su hijo, a quien, más allá de que mantenga una relación poco fluida con el jefe del Ejecutivo, siempre se le ha dado apoyo. De hecho, según Carmen Calvo, en declaraciones a este diario, "Juan Carlos I debe adecuar su comportamiento a las instrucciones de su hijo, y nada más, porque es su jefe, como jefe de la dinastía Borbón y como Rey". 

En estos momentos, esta es la herida institucional que más rápido se debe suturar. Que no parezca que el emérito hace y deshace a su antojo o que su camarilla presiona a Felipe VI para que atienda a sus requerimientos. Por eso el Ejecutivo ha puesto el foco en que la segunda visita no se desarrolle del mismo modo y que Juan Carlos I cumpla con el compromiso de no hacer nada que desgaste aún más a la Monarquía. 

Críticas de Podemos y del PP

La primera señal, el comunicado de este lunes de la Zarzuela, parece ir en ese sentido, al apuntar de nuevo a las condiciones en que el rey emérito puede pisar España: sin abandonar Abu Dabi como su residencia "permanente y estable" (en realidad no puede pasar más de seis meses en nuestro país porque eso le obligaría a pagar impuestos y no tiene ingresos conocidos), en viviendas de "carácter privado", para que el Estado no asuma el coste y eso no exacerbe los ataques de partidos anti-monárquicos y con "la mayor privacidad posible". Dejando la puerta abierta a que en el futuro pueda "volver a residir en España".

Feijóo dispara contra el Gobierno por desprestigiar la Jefatura del Estado y todas las instituciones y promete dar una "capa de dignidad" si llega al poder

Desde luego, el paso dado por los socialistas no satisfizo en absoluto a sus socios de Gobierno. Unidas Podemos calificó de "grave error" el posicionamiento del PSOE, le demandó que pase "de las palabras a los hechos" y apoye una comisión de investigación en el Congreso. "El problema no es que el rey emérito haga bromas sobre las explicaciones que tiene o no tiene que dar", sino "que puede hacerlo porque goza de impunidad y cualquiera que ostente el cargo puede volverlo a hacer", le reprochó la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra. "El horizonte republicano es la única salida", añadió en un tuit. Juan Carlos I "tiene una responsabilidad como mínimo ética, no solo legal" con los españoles, apostilló por su parte el titular de Consumo y coordinador de IU, Alberto Garzón.

El PP, entretanto, disparó contra el Gobierno por desprestigiar la Jefatura del Estado y todas las instituciones y su líder, Feijóo, prometió dar una "capa de dignidad" cuando llegue a la Moncloa. Y es que los conservadores no están de acuerdo con que el emérito dé explicaciones. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, punta de lanza de la guerra cultural contra la izquierda, recalcó que el "objetivo a batir" ahora es Felipe VI, informa EFE. Para Jorge Buxadé, portavoz de Vox, "atacar" al actual Rey o a su padre es "atacar la nación española". Calvo incide en que, vistas las reacciones del resto de partidos en las últimas horas, son "el PSOE y el Gobierno los únicos que defienden la Constitución y al actual jefe del Estado".