Comisión en el Congreso

PSOE, Podemos y sus socios concluyen que Rajoy fue responsable de la Kitchen

Los socialistas sostienen que Cospedal dirigía la trama e informaba al expresidente

Los morados, junto a ERC, EH Bildu, Junts y la CUP señalan que "lideraba" la operación

El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Miguel Ángel Rodríguez

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La comisión de la Kitchen concluyó la pasada semana con la comparecencia de Mariano Rajoy. El expresidente acudió al Congreso de los Diputados y lo negó todo. Rechazó conocer la existencia de una trama parapolicial creada por el Ministerio del Interior durante su mandato para investigar al extesorero del PP Luís Bárcenas y hacerse con pruebas comprometedoras sobre la presunta financiación ilegal del partido. Sin embargo, PSOE, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Junts y la CUP no le creen. Las seis formaciones han concluido que tanto Rajoy como la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal eran responsables de dicha operación.

En las distintas propuesta de conclusiones que han registrado y que se debatirá el próximo miércoles, se da por probada la existencia de una "estructura policial" bajo el mando del entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que tenía por objetivo "sustraer información y documentación en poder de Bárcenas". Además, señalan que esta operación usó "de forma ilegítima los recursos materiales y humanos" de Interior, así como dinero proveniente de los fondos reservados del Gobierno.

El PSOE, en su escrito, señala que "la cúpula directiva del PP" fue la que ordenó la puesta en marcha de esta operación. En concreto, apuntan que la Kitchen se dirigía desde la sede del PP, "con el conocimiento" de Cospedal", "que informaba" a Rajoy. Además, sostienen que los testimonios que se han podido escuchar en los últimos meses ponen de manifiesto la implicación de los "responsables políticos máximos" del Ministerio de Interior y "de forma indiciaria" de Rajoy. 

Por otro lado, Unidas Podemos, ERC, EH Bildu, Junts y la Cup han registrado una conclusiones conjuntas en las que señalan a Rajoy y a Cospedal como "responsables políticos últimos" de la trama. "Esta estructura política estaría liderada por aquellas personas que más se sentían perjudicadas por estas 'informaciones sensibles", a saber, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, Ignacio López de Hierro, empresario y marido de la secretaria general del PP y cuanto menos el conocimiento y la aquiescencia del Sr. Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno", reza el texto enviado a la comisión.

La responsabilidad

El PNV también señala a Rajoy, aunque no de una manera tan tajante. La formación jeltzale resta valor a las comparecencias del excomisario José Manuel Villarejo en la que afirmó que, en ocasiones, informó directamente al expresidente del Gobierno sobre los avances de la operación. Según dicen, el relato de Villarejo "resulta demasiado poroso". No obstante, sostienen que esto "no es óbice" para que Rajoy sea acreedor de "responsabilidad política in vigilando", máxime cuando era uno de los principales beneficiarios. Es decir, que aunque no estuviera al tanto, tenía la responsabilidad de vigilar el comportamiento de sus ministros como presidente del Gobierno que era.

Ciudadanos también da por probada la existencia de la llamada Operación Kitchen con el objetivo de sustraer información delicada que podía estar en manos de Bárcenas. Los naranjas asumen que no hay "pruebas suficientes desde el punto de vista penal" para condenar a Rajoy, pero ven "inconcebible" que no estuviera al tanto de la situación. "E incluso en el improbable caso de que las desconocieran, su responsabilidad política vendría de la mano de su evidente negligencia en elegir a personas con altas responsabilidades políticas y administrativas que pudieran desarrollar estas conductas o en vigilarlas para que no las realizaran", sentencian en un argumento similar al del PNV.

La defensa popular

El PP, por su parte, ha mantenido la misma estrategia que ha empleado durante las comparecencia: denunciar el "uso partidista" de la comisión. En su escrito sostienen que se trata de una "causa general" contra su partido y hacen hincapié en que en los meses que ha estado en marcha la comisión no se ha conseguido identificar "ni un solo proceso en el que se hayan eliminado o anulado pruebas inculpatorias" contra la formación, ni ha encontrado los materiales supuestamente incriminatorios que tenía Bárcenas.