Denuncia "acoso laboral"

La cláusula de conciencia de un periodista por la deriva ideológica de TV-3 llega a juicio

El reportero Santiago Torres invoca este precepto para extinguir su contrato a petición propia por el trato degradante sufrido y el cambio "sustancial" de la "línea ideológica" en la cadena

La vista prevista para este miércoles se ha aplazado hasta el próximo mes de febrero por la falta de citación de los testigos propuestos por el demandante

Una vista de la fachada de la sede de TV-3 en Sant Joan Despí.

Una vista de la fachada de la sede de TV-3 en Sant Joan Despí.

J. G. Albalat

J. G. Albalat

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un juez dilucidará si el periodista de TV-3 Santiago Torres, con una extensa trayectoria de 30 años en el programa ‘30 Minuts’, tiene el derecho a extinguir su contrato a petición propia y recibiendo una indemnización en base a la invocación de la cláusula de conciencia tras “el proceso de acoso laboral” y trato “degradante” padecido al ser apartado de su puesto de trabajo, y el cambio "sustancial" de la "línea ideológica” de la cadena, que niega las acusaciones. El juicio fijado para este miércoles se aplazó para febrero por la falta de citación de los testigos propuestos por el demandante. En dos anteriores pleitos laborales, los jueces no dieron la razón al informador.

Es la primera vez que un periodista de TV-3 alega esta cláusula de conciencia reconocida en la Constitución y recogida en el Estatuto de Redacción de la televisión catalana, y que permite a los profesionales de la información pedir la rescisión de sus contratos cuando consideran que su empresa sufre un cambio sustancial de la orientación informativa o línea ideológica o que no pueden seguir ejerciendo su labor con normalidad, al haber sido trasladados a otro medio del grupo.

La demanda laboral presentada por Torres, que ha originado el nuevo juicio, señala que estas dos circunstancias se “han producido de manera larvada, pero continuada” y que el periodista fue trasladado a otro canal, el 3/24, lo que supone una “ruptura patente con la orientación profesional” que ha venido manteniendo. Precisa que el “sesgo” de la orientación informativa se concreta en “la progresiva centralización del control de la información, que se traduce en una menor autonomía de los profesionales”.

Jerarquización y control informativo

El escrito recalca que “la jerarquización de la actividad informativa” aniquila “la necesaria independencia profesional en el trato de la información”. En este marco, el reportero de TV-3 denuncia la “voluntad” de sus superiores de apartarlo “progresivamente” de una labor informativa “ejercida de manera independiente”. Al entender del abogado de Torres, esa “centralización” de las decisiones periodísticas se corresponde “con el cambio sustancial de orientación informativa o línea ideológica” de la cadena.

La dirección de informativos de TV-3 negó en su día estas imputaciones y que el periodista fuera apartado por cuestiones políticas e ideológicas. La cadena circunscribe el episodio a un enfrentamiento entre el trabajador y el productor de un espacio. También rechazó la existencia de acoso laboral y defendió que en la cadena "se trabaja con total libertad de expresión".