En Barcelona

CCOO, UGT y entidades sociales claman por una salida justa de la crisis

Unas mil personas exigen al Gobierno que no ceda ante las patronales y que cumpla con la subida del SMI y la derogación de la reforma laboral

Manifestación de CCOO y UGT para exigir mejores sueldos

Manifestación de CCOO y UGT para exigir mejores sueldos / JORDI OTIX

Júlia Regué

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Alianza entre sindicatos y entidades sociales para exigir una salida a la crisis del covid-19 distinta a la del 2008, justa y sin recortes. Entre la cartera de reivindicaciones: la derogación de la reforma laboral y de la 'ley mordaza', una mejora de los salarios, la reversión de las privatizaciones en el sector público, la regulación del precio de la vivienda y el blindaje de las pensiones. Movidas por todo esto, unas mil personas, según la Guàrdia Urbana, se manifestaron este domingo por el centro de Barcelona -de la plaza Urquinaona hasta la plaza de Sant Jaume- bajo un clamor: "Más derechos y más justicia social", el lema de la plataforma que aglutina a CCOO, UGT, la Confederación de Asociaciones Vecinales de Catalunya (CONFAVC), la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona (FAVB) y Marea Blanca, entre otras organizaciones sectoriales. La Marea Pensionista se desmarcó, al considerar la marcha de carácter "restringido" y que los sindicatos han sido "cómplices" de la aprobación de una reforma que ven injusta.

Las centrales mayoritarias lograron sumar fuerzas para presionar al Gobierno con el objetivo de arrancar un incremento de la subida salarial que sitúe el salario mínimo en los 1.000 euros en enero de 2022 y hasta el 60% del salario medio al final de la legislatura, en 2023. La protesta se replicó también en Tarragona, Girona y Lleida con cánticos como "si somos precarias, no somos libres".

Una respuesta distinta

Los portavoces de los sindicatos coincidieron en definir estas movilizaciones como una advertencia al Gobierno y a la Generalitat para que no apliquen la misma receta que hace una década dejó mermados los servicios públicos. "Queremos situar el malestar social en la agenda política antes de que vengan los gobiernos a decir que hay que hacer recortes. No actuamos de forma reactiva, sino preventiva, porque esta crisis no la tenemos que pagar la gente trabajadora", espetó Camil Ros (UGT) ante los periodistas.

Y es que el temor a que las familias que más padecieron la pasada crisis tengan que sufrir ahora los peores estragos socioeconómicos de la pandemia, preocupa también a las entidades sociales que ven como incrementa el índice de pobreza. CCOO urgió "celeridad" para evitar escenarios peores: "Tenemos renuncias explicitas por parte de la administración en hacer pagar la factura de la creación de mayores desigualdades y de bolsa de pobreza a quien más tiene", alertó Javier Pacheco (CCOO). "No queremos seguir esperando a que las derogaciones de las reformas laborales estén esperando los tactisimos de la patronal a un gobierno que se llama de izquierdas, ni esperar para que se nos aclare si el salario mínimo será o no de 1.000 euros en el 2022", añadió, animando a la ciudadanía a movilizarse en las calles.

2022, "el año del trabajo digno"

Representantes del PSC y de los 'comuns' se dejaron ver por la marcha en Barcelona, y la dirigente de En Comú Podem, Jéssica Albiach, dejó claro ante los periodistas que su compromiso con derogar la reforma laboral sigue intacto: "Aspiramos a convencer a la patronal de que España tiene que dejar de ser la excepción en materia de temporalidad de la Unión Europea", defendió sobre la temporalidad.

En esta dirección, ratificó que su ambición es acabar con la normativa actual y aseguró que "diciembre de 2021 será el último mes que sufriremos la reforma laboral del PP y 2022 será el año del trabajo digno".

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