El PP equipara la situación desatada en Canet de Mar con la Alemania nazi

El polémico -y polemizado- debate sobre la inmersión lingüística, desatado después de que los tribunales fijaran una cuota del 25% de las clases en castellano en una escuela de Canet de Mar (Barcelona) a petición de unos padres de P5, sirve de gasolina en la batalla entre las derechas. PP, Cs y Vox abrieron ya todos los frentes contra el Gobierno y la Generalitat acusándoles de propiciar un "apartheid lingüístico" y de dejar desprotegida a la familia del menor que ha denunciado hostigamiento. Mientras, la escuela y el resto de familias lamentan que el asunto se haya politizado y defienden su derecho a manifestarse en defensa del catalán en las aulas.

Pero los populares dieron un pasó más y este sábado, desde Barcelona, la vicesecretaria de Organización del partido, Ana Beltrán, acusó al Govern de emplear "el más puro estilo fascista" por el "acoso y el señalamiento" a la familia denunciante y llegó incluso a comparar su situación con la que se vivía en la Alemania nazi.

¿Por qué el TSJC requiere directamente a la escuela de Canet de Mar que cumpla el 25% del castellano?

"¿Qué nos queda por ver? ¿Vamos a llegar a ver en Catalunya a los que pidan que se pueda estudiar en castellano con un brazalete marcado, para que puedan ser señalados por la calle, igual que hacían los nazis con los judíos?", se preguntó. Y anunció que solicitará que la comisión de delitos de odio del Congreso estudie este caso.

Pablo Casado dice que en Catalunya hay un ''apartheid lingüístico"

La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha coincidido con Casado en definir la situación como "un 'apartheid', a un régimen totalitario", con el Gobierno "agachando la cabeza". Pero no es un episodio nuevo, ha inquirido Arrimadas desde San Fernando de Henares, porque, según ha dicho, cuando gobernaba el PP, otras familias catalanas pasaron por esta misma situación.

El líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, advirtió desde Tremp (Lleida) que "politizar la educación" es "lo peor" que se puede hacer para "defender" el catalán y abogó por "dejar trabajar a los profesionales" para evitar que el idioma no sea una "excusa para la confrontación".