Gobierno y PP rompen el bloqueo con la renovación de cuatro órganos

Después de la escenificación de acercamiento del miércoles, el Gobierno y el PP tardaron 24 horas en pactar la renovación del Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas, el Defensor del Pueblo y la Agencia de Protección de Datos, todos con los mandatos caducados. Ha quedado al margen el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el más complicado de dirimir, ya que los populares de Pablo Casado exigen un compromiso para modificar la ley orgánica y que los jueces puedan elegir a 12 vocales de extracción judicial de los 20 que componen el órgano. En todo caso, ambas partes han asegurado que seguirán negociando para poder cerrar un acuerdo en el Poder Judicial, que lleva casi tres años pendiente.

Sánchez agradece a Casado el paso y le recuerda que no hay mayoría en el Congreso para cambiar la ley del CGPJ

El retraso es tal también en los otros cuatro órganos que los políticos no han hecho concesiones esta vez a la tensión dramática. En una jornada lograron una aproximación que parecía imposible hace cinco semanas, cuando el PP pidió la dimisión del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el negociador del Gobierno en este asunto. La presión del calendario pesa: Francisco Fernández Marugán ejerce como Defensor del Pueblo en funciones desde julio de 2017. En el Constitucional, un tercio de sus miembros (cuatro) deberían haber sido renovados en noviembre de 2019. La presidenta de la Agencia de Protección de Datos, Mar España, espera desde julio de 2019, y los 12 consejeros del Tribunal de Cuentas terminaron el mandato el pasado julio.

Cita fructífera en el Congreso

Las diferencias las solventaron Bolaños y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en una sala del Congreso el miércoles por la tarde. Ambos han labrado una "relación de confianza" que facilita el entendimiento, señalan fuentes de la dirección conservadora. La velocidad en el acuerdo, contó el ministro, se debió a que las negociaciones "estaban muy trabajadas" por el intento que hicieron en febrero. Entonces, las conversaciones incluían un pacto global (también el CGPJ) y acabaron porque los conservadores rechazaron la propuesta del PSOE de designar como vocales al juez José Ricardo de Prada, magistrado al que se atribuyen los párrafos más duros contra el PP de la sentencia de la Gürtel, y a Victoria Rosell, delegada contra la Violencia de Género.

En una entrevista en la Sexta por la noche, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiso "agradecer" al PP el desbloqueo y pidió "un esfuerzo" a Casado para que esta nueva sintonía también alcance al Poder Judicial. Los populares mantienen su exigencia de cambiar la ley para otorgar más poder a los jueces y el jefe del Ejecutivo recordó que no tienen apoyo suficiente en el Congreso para hacerlo. En el partido conservador los mensajes fueron positivos en ese sentido. Por la mañana, García Egea se mostró dispuesto a seguir hablando con Bolaños del CGPJ y acabó con un mensaje optimista: "Todo es posible con voluntad y con intención de acordar".

El lunes, nueva etapa

Según los conservadores y el Ejecutivo, la renovación de los cuatro órganos se llevará a cabo en el Congreso y el Senado la última semana de este mes. Fuentes del PP explicaron a este diario que Bolaños y García Egea quedaron en retomar los contactos a partir del lunes (cuando pase el congreso del PSOE) y dar a conocer los nombres a lo largo de la próxima semana. El que entró en todas las quinielas como Defensor del Pueblo estos meses atrás fue Ángel Gabilondo. En el Constitucional, por la norma no escrita de elegir presidente entre los del último tercio de mandato, es probable que sea Pedro González-Trevijano, informa Ángeles Vázquez.

Las reacciones

Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, aseguró que su partido también ha formado parte del acuerdo ya que el Gobierno ha negociado en nombre de la coalición, informa Miguel Ángel Rodríguez.

Los populares aseguran que han labrado "una relación de confianza" con Bolaños que facilita el entendimiento

El entendimiento enervó a Cs y Vox. Santiago Abascal, líder del partido ultra, acusó a Casado de "dar oxígeno" al Gobierno. Y también molestó al PNV, por haber quedado fuera de los contactos, y a ERC, que está pendiente de saber los nombres del Tribunal de Cuentas por las multas y fianzas por el 'procés'.

El cambio de tercio de Casado llega tras comprobar que Vox, su competidor electoral, les equipara con los socialistas de manera permanente. Con las encuestas de cara y sin elecciones a la vista, está intentando moderar su posición y cree que estrenar el diálogo institucional, después de tres años en su cargo, puede ayudarle.